─ Mi amor, feliz cumpleaños... ─habló Jungkook besando cada parte de mi cara dejando finalmente un besito en mis labios─ Te amo mucho.
─ Gracias y también te amo. ─Le dije riendo levemente─
Lo vi ir a su habitación y regresar con una caja grande y otra más pequeña entre sus manos. ─ ¿Qué es?
─ Ábrelo.
La caja más pequeña era blanca, traía una tarjeta con corazones y figuras tiernas que me hicieron sonreír, lo trágico vino cuando la abrí; sentí como mis mejillas se ponían rojas y la vergüenza se apoderó de mi, pero aún así hablé:
─ Tú... ¿quieres que use ésto cuando... tengamos sexo? ─Pregunté tomando el collar entre mis manos. No sabía que Kook tenía ésta clase de fetiches. Segundos después lo escuché reír fuertemente casi ahogándose y mi cara de confusión lo hizo reír más ¿qué le pasa?─
─ ¡Dios no puede ser! ¡No puedo respirar bien! ─Dijo riendo. ¿Qué era tan gracioso? Tiempo después su risa paró y ahora me estiró la caja más grande para luego reír otra vez─ Ten, abre la otra caja.
Y con cuidado la tomé para luego tirar de la cinta y sacar la tapa. Mis ojos se abrieron como dos grandes platos y puedo jurar que parezco un tomate ahora mismo.
Era un perrito. El collar era para él.
♡♡♡.