Podía sentir el tibio aliento de Jungkook rozar la delicada piel de mi cuello, ahí dejó algunos besos, lamidas y demás. Sus manos estaban apretando ligeramente mis muslos y las mías se encontraban enredadas en el cabello de él.
─ ¿Puedo? ─Preguntó tomando el borde de mi camiseta. Era demasiado tierno. Asentí segura de lo que estábamos haciendo y él siguió tocando mi cuerpo como si fuera un jodido templo, Dios─ Eres hermosa.
Las posiciones habían cambiado y ahora yo me encontraba en su regazo besándolo como si fuese el último. Con ayuda de Jungkook quité mi ropa y la de él quedando completamente a la vista del otro.
─ Un momento, hermosa. ─dijo Jungkook buscando algo en su pantalón. De ahí sacó un condón y lo puso sobre su miembro en menos de un segundo.─ Solo dime si quieres que pare, ¿si?
Repito, es demasiado tierno.
Cuando entró en mi por completo podía sentir lo grande que era, no es por ser exagerada pero dolió como si fuese la primera vez. Jungkook besó mi rostro con delicadeza, y de la mismo forma comenzó a mover sus caderas.
─ Joder, se siente tan bien... ─Gimió en mi oído haciéndome delirar por lo bien que escuchó eso.─
Su pecho subía y bajaba por lo agitado que estaba; al igual que el mío.
Después de nuestra sesión de sexo tomamos una ducha juntos compartiendo caricias y besos. Para cuando terminamos nos pusimos nuestras ropas y pedimos comida a domicilio ya que ninguno quería cocinar.
Estábamos viendo una serie mientras esperábamos la comida, Jungkook pasó su brazo por mis hombros y apoyó su cabeza en la mía.
─ ¿Crees que sea un buen momento para confesarme? ─Preguntó mirándome de reojo.─
─ ¿Qué? ¿Tú? ¿Confesarte? ¿A quién? ─Dije nerviosa. Voy a quedar en ridículo─
─ Me gustas, tonta.
Me dijo tonta.
Roomie.
Parte tres.¿Qué les pareció?
¿Debería mejorarlo?