─ ¡NOOOO! ¿POR QUÉ? ─grité mirando la
mancha roja en la cama─.─ ¡Bebé! ¿Estás bien? ─preguntó agitado, su vista se posó en la cama y se sonrojó─ Uh... voy a vuelvo.
Y salió. Mi cara ardía de la vergüenza, me dio penita que se fuera pero igual estoy agradecida porque así no tendrá que ver de más.
...
Miré el estante en dónde habían miles de toallitas, de diferentes texturas, nombres, colores, formas...era horrible; todo sea por mi chica.
─ ¿Necesita ayuda, joven? ─preguntó una señora, parecía de unos treinta.─
─ Sí por favor, son para mi novia...
─ Que adorable, debes estar pasando vergüenza. ─rió un poco, la vi tomar unos paquetes, pastillas y una caja con ¿palitos? ¿se tiene que meter eso...ahí? Que pequeño.─ Normalmente éstas son las más usadas por las jóvenes, las pastillas son para cólicos, y también puse tampones por si los necesita.
Le agradecí, pagué y salí corriendo. Iba llegando al supermercado cuando vi un restaurante, mi bebé debe tener hambre. Después de comprar su comida favorita me dirigí nuevamente a 'casa'.
─ Amor, ¿en dónde estás? ─pregunté cuando no vi a nadie en la sala. Entré a la habitación y escuché un sollozo que me alarmó por completo─ ¿¡pasó algo!?
Tn me miró sorbetiando su nariz, tenía los ojos rojos y las mejillas también; una ternura.
─ P-pensé que te había d-dado asco y que no volverías más...
Awww.