─ ¡Dios mío, siento que no puedo respirar! ¿Y si olvido cómo hablar? Me ha pasado antes, ahora sería la cereza del pastel. ─chilló dando saltitos, estaba más que nerviosa─
─ Se puede notar a kilómetros que es tu primera vez en un evento como éste, eh. ─dijo sonriendo irónicamente la amiga de tn─ Solo actúa normal.
─ ¿Actuar normal? ¿Qué es eso? ¿Se come?
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Ocho personas delante de ella, exactamente catorce minutos para conocer al "amor de su vida", o al menos así lo llama normalmente.
¿Es que acaso el mundo estaba en su contra justo ese día? Jeon Jungkook lucía como Dios griego -o aún mejor-, su cabello color menta caía por su nuca levemente haciéndolo incluso más atractivo, sus labios brillaban y parecían demasiado besables, sus ojos te conquistaban con solo mirarlos una vez y ni hablar de lo bien que se ajustaba esa polera gris a su pecho. Pero, ¿qué de malo tenía eso? Apenas podía respirar correctamente y por poco las palabras no salen de su boca, un feo caso.
─ Hola, soy Tn. ─Dijo de la nada intentado buscar un tono de voz adecuado─ No no, a él no le importa mi nombre, ni siquiera se acordará de mi. Okay, "hola, ¿cómo estás? Amo tus tatuajes y te amo a tí"
─ Si le dices eso te demanda, niña. ─Comentó riendo su amiga─ Bueno, es tu turno.
¿Turno para qué?
El primer miembro fue Kim Namjoon; un chico que te conquista solo con su inteligencia. Su conversación fue algo corta y sin sentido ya que ninguno sabía muy bien de qué hablar exactamente, pero al menos no fue incómodo.
Jung Hoseok, un sol. Su tema de conversación fue Mickey -mascota del castaño- y sobre música; nada relevante.
Turno tras turno hasta que finalmente llegó el momento de morir totalmente.
Di lo que practicamos, habló su sub-conciente.
¿Lo segundo o lo primero?, susurró débilmente.─ Hola ¿cómo estás? Amo tus tatuajes, son preciosos igual que tú.
¡ABORTEN MISIÓN! REPITO, ¡ABORTEN MISIÓN!
─ Oh, estoy bien y gracias por el cumplido, supongo. ─dijo sonriendo dulcemente, casi derritiendo a la contraria─ ¿Y dónde está el álbum...?
─ ¡Oh, claro! Que tonta. ─Murmuró haciendo reír un poco al asiático─
Una vez el álbum en las manos de Jungkook, tn solo se dedicó a observar detenidamente la mano del mayor. Quizás parecía una loca o algo así pero realmente quería tocarla, y es que, ¿quién no quiere?
─ Listo, ¿Tn? ─Dijo leyendo la tarjeta de identificación─
Eso se había escuchado tan bien que tn aún no podía creerlo. ─ Así me llamo, jaja. ─rió nerviosa─
─ ¿Quieres preguntarme algo antes de que acabe el tiempo, tn?
¡DEJA DE DECIR MI NOMBRE O NO ME CONTROLO!
─ ¿Puedo tomar tú mano? Por favor, Jungkook.
Sin pensarlo dos veces unieron sus manos delicadamente sintiendo finalmente el contacto del otro, era una sensación tan exquisita que ambos desearon no separarse nunca, pero las cosas no son para siempre y eso ambos lo tenían claro. Y justo antes de separarse sintieron una suave corriente recorrer sus manos.
─ Siguiente.
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Una vez finalizado el evento fueron cada quién a sus casas afrontado la realidad e intentado superar todo lo que pasó en ese lugar. Fue un día inolvidable para la castaña.
Ésta última mientras ordenada el álbum en su lugar correspondiente pudo observar un papel sobresaliendo de una esquina y bueno, la curiosidad mató al gato.
"Llámame, linda.
—JJK"