─ Niñas dejen ya los tatuajes de su padre, limpien sus manos, vayan. ─repetí usando un tono enojado para que así me hagan caso─ Y tú Jungkook, ve a limpiarte el brazo.
─ Sí mamá.
─ Sí amor.
Intenté no reír pero me fue imposible al ver como los tres iban con la cabeza gacha al baño a limpiarse. Al rato llegó Jungkook dando saltitos como un bebé, realmente aveces pienso que tengo tres bebés en casa.
─ Te amo, ¿sabías? ─Preguntó tomándome por la cintura cuando llegó a mi lado.─
─ También te amo, Jungkook-ah. ─Dije poniendo mis manos por detrás de su nuca. Poco a poco la distancia entre nosotros se hacía nula y cuando nuestros labios se estaban rozando tuvimos que separarnos por los gritos de las niñas─
─ ¡Mami, papi! ¡Me pegué con la puerta y mi diente salió volando!
─ ¡Yo lo atrapé!
:]