─ Ah, mi cabeza explotará. ─dijo suspirando─ ¡Lleva dos malditas horas así!
─ Llamemos a la policía.La música se oía por todo el edificio, nadie podía decir nada ya que el dueño de aquella molestosa música era el hijo del dueño.
Jeon Jungkook un joven de veinte años que no tiene la vida de un chico de su edad.Tn tomó su celular y sin decir nada salió de su departamento enojada para ir a reclamarle al imbécil de su vecino.
Tocó el timbre miles de veces y al no recibir respuesta decidió tocar la puerta con fuerza.
─ Qué mierda. ─gruñó abriendo la puerta. La respiración de la chica se detuvo y sus manos comenzaron a sudar; él estaba sin camisa.─ Mis ojos están acá arriba, dulzura.
─ Ash, bájale a la música. Hay gente que estudia y trabaja mañana, que tú no tengas responsabilidades no significa que el resto tampoco las tenga. ─Dijo evitando mirar su hermoso abdomen─
Jungkook la miró alzando una ceja sonriendo de lado. ─ Dulzura, cálmate.
─ Dulzura mi trasero, puto. ─chilló enojada─
─ Uff, entonces me gustaría saber qué tal es. ─Habló refiriéndose a lo antes dicho por Tn─