Missing [Dazai y tú] COMPLETO

44; Sensaciones

Hadal Ahbeck─. Issam Alnajjar fue
añadida al soundtrack

❝Dentro de mi corazón
no hay nadie como tú❞

Narra Autora

Acercaron dulcemente sus cuerpos, hasta que entre sus torsos no hubieron más que unos pocos centímetros distanciándolos, y aún mirándose a los ojos, apegaron de manera algo tímida a sus labios.

Ahí, acariciando el calor del otro, las tersas manos del varón se deslizaron suavemente por la espalda de _____, y así, mientras tenían la sensación de que los únicos presentes de aquí a kilómetros eran únicamente ellos, e mientras ____ acariciaba su vendada nuca con ambas manos, permitieron a sus cabezas traer de vuelta varios recuerdos de su pasado juntos.

Aún más sensaciones de la forma en la que solían hablarse, mirarse, y tocarse el uno al otro hasta hace tan solo unos años inundaron a sus corazones, y sus mejillas se tiñeron de un rojo intenso casi de inmediato;

"Aprecio el gesto, pero no hay necesidad de apuntarme con un arma todavía", la forma en la que se miraron incluso cuando se conocieron, y la manera en la que su relación fluyó hasta llegar a ser totalmente necesitados por el otro. Pensado esto fue que una sonrisa en el rostro de Osamu se interpuso en el beso. Pero no demoraron mucho en volver a conectar de manera delicada a sus labios. "Ten cuidado con lo que sueltas, no irán a pensar allá afuera que estamos haciendo otra cosa", así, aunque no pudiesen pensar en mucho mientras aún había aquel roce entre ambos, los recuerdos siguieron surgiendo, "¡agáchate!", cada pequeño momento, "me dio curiosidad el saber dónde dormía una de las mejores reclutas de la Port-Mafia" cada pequeño instante juntos, fuera romántico o no, "¡aprende de una vez a defenderte sola!"

"Realmente habría querido estar a tu lado cuando..." cada pequeño tacto entre sus dedos, o cada momento en el que se abrazaron en busca de apoyo...

"No quiero alejarme de ti, ____..." incluso su adiós, y su reencuentro, "estaba embarazada"...

Sus cabezas, que recorrían cada milímetro de su memoria, no tardaron en provocar que las lágrimas cayeran, que sus bocas se tornaran saladas al toparse y disipar las gotas. E aún así, ambos tenían una muy pequeña sonrisa en sus caras.

"¡Voy a conocer a papá!, ¡mamá dijo que estuvo viajando por el mundo!" no importaba cómo había surgido todo, amaban la forma actual en la que eran sus vidas. "Eres la madre de mi hijo y el amor de mi infancia, debo de estar ahí cuando me necesites", y querían seguir formando parte del otro por muchos años más.

"Me alegra que seas el padre de mi hijo"... "Y a mí que tú seas su madre"

Finalmente, ahí, entre una mezcla dolorosa de confusión y felicidad, fue que sus lenguas tocaron a la otra en un roce nuevamente delicado, y las manos de ambos acariciaron calmadas al cuerpo del contrario, permitiendo a ____ tocar su castaño cabello y a él recorrer parte de su torso, o su espalda pocos centímetros por encima de su trasero.

Sin notarlo, inclusive con los minutos pasando uno por encima del otro, el beso no llegaba a su fin, y este se mantuvo como un roce cariñoso entre dos adultos que aún no entendían, o que seguían sin saber, nada sobre aquel enamoramiento.

Pero, e acariciándose aún por encima de la ropa y en lugares como la espalda, brazos, torso y sus cuellos, fue cuando Dazai se detuvo un instante para poder mirarle directo a los ojos, y en el interior de su cabeza, prometerse algo. "Voy a seguir amándote", se dijo, dispuesto a enamorar a la chica aunque fuera poco a poco, y con el paso lento del tiempo que aún tenía entre sus manos.

Desconociendo los pensamientos del mayor, _____ sonrío con lentitud mientras mantenía sus ojos conectados a los del castaño, y acercó nuevamente a sus rostros, iniciando otro dulce beso.

(...)

La luna ya estaba en su punto más alto e Sahori aún no regresaba de su salida junto al detective de cabello negro, sin embargo hacia pocos minutos que había enviado un mensaje indicando su paradero. Y ahí, en la sala de estar de una pequeña casa en una calle cualquiera, sobre un suave sofá, dos adultos seguían besándose sin ninguna gana de detener aquel acto.

_____ ya estaba acostada sobre el asiento, y Dazai, que acariciaba sus muslos ya recostado sobre ella, le besaba de manera profunda y deseosa de más.

Para la chica... La forma en la que la hizo sentir, tan necesitada como querida, la manera en la que su tacto le recordó lo que era ser una mujer de su edad, le hizo olvidarse por un instante de todo lo que sucedia o podía suceder a su alrededor, pero, mientras que él se alejaba por un segundo, para poder así recuperar el aire que había perdido, ella susurró algo que detuvo el corazón de Osamu al unísono en el que miraba el reloj que adornaba una pared a unos metros. Pues, su miedo, a pesar de todo, había vuelto─. Ya es algo tarde... ¿Deberás irte?...─. Ya ahí, mantuvo la mirada en el reloj, intentando ignorar la sensación caliente del cuerpo de Osamu encima suyo, y frunció ambas cejas con cierta preocupación─. Comienza a ponerse peligroso cuando oscurece...─. Dicho esto, aunque en parte tenía razón, sintió cómo un nudo se formaba en su garganta, y giró su cuello otra vez en dirección de Osamu.

─Sí así lo quieres, no me opondré...─. Murmuró él, ocultando fallidamente a su tristeza con una sonrisa suave, para luego reincorporarse de pie frente a la chica, pero con más de un metro de distancia.

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