❝A veces pienso en
los viejos tiempos...❞Narra Autora
CUATRO AÑOS DESPUÉS;
Al interior de una casa de color celeste y ventanas de borde blanco, con suficiente espacio en su interior como para tres personas y quizá un perro, vivían dos adultas y un niño; _____, su mejor amiga Sahori, y el hijo de la nombrada primeramente, Kalem, de tan solo tres años.
─¡Mamáa!─. Grita el niño, desde su cuarto. Pega saltitos hacia una de las repisas blancas sobre él, pero está a muchos centímetros de poder alcanzarla.
A penas oírle, la mencionada ingresa al cuarto y busca con la mirada a su hijo, quien tiene la mano alzada en dirección de la repisa mientras mira a la joven con frustración─. ¿Sí, cariño?─.
─¡No lo alcanzo!─. Reclama el pequeño, cerrando los ojos con fuerza mientras hace una mueca invadida tanto en pena como enojo. Y al ver ello, _____ no demora en hacer algo.
─Perdona, lo dejé muy arriba. Ten─. Sacando al juguete de su sitio y bajando el brazo en dirección del menor, quién de inmediato sonríe con amplitud al unísono en el que abre totalmente a sus ojos, dejando ver a sus pequeños dientes mientras sus inocentes pupilas cafés brillan con alegría.
─¡Gracias!─. Finaliza, sacudiendo con fuerza aquel peluche que le acaban de dar mientras salta.
____ ríe de manera suave.
─De nada. La cena estará lista pronto, ve a lavarte las manos, ¿sí?─. Y al decir lo último, se inclina frente a él, y le acaricia suavemente sus castaños rulos, desordenado un poco a su cabello.
─¡Okay!─. Celebra él, haciendo de sus manos puños y apretando así al peluche que sostiene con una de ellas, para, y luego de agarrar un pequeño piso de plástico en una esquina de la habitación, correr en dirección del baño.
Entonces, dispuesta regresar a la cocina, _____ sale del dormitorio de su hijo y camina un par de pasos, pero el sonido de la puerta de entrada capta su atención.
─¡Ya lleguée!─. Saluda la morena, Sahori, con una sonrisa amplia dibujada en su rostro.
La chica sacude su mano dominante de un costado a otro, y se acerca a su amiga a pasos acelerados.
─Hija, ¡ven a ayudarme con los platos!─. Pero la voz de la mamá de Sahori hace eco desde la cocina, captando la atención de ambas jóvenes e impidiendo que inicien la conversación que ambas quieren tener.
─¡Enseguida!─. Promete la muchacha, girando hacia la cocina un momento antes de agarrar a su amiga de ambas manos, y mirarla con ojos curiosos─. Cuéntame ya, ¿cómo te fue con la psicóloga?, ¿qué decidiste?─. Mas, oído ello, _____ no logra evitar inclinar la cabeza.
─I-iré a ver a... Su padre, mañana por la tarde, creo que sé dónde trabaja. O bueno, un conocido me lo contó por teléfono hace un tiempo atrás─. Le cuenta, a un volumen realmente bajo, para que así solo su amiga le pueda escuchar.
─Ya veo...─. Murmura la contraria, pensativa─. Así que... Kalem podría conocer a su padre uno de estos días...─. Al decir ello, la piel de su acompañante empalidece, y Sahori acaricia su brazo con suavidad, intentando confortarle.
─Quizá... Ya sabes... Todo depende de cómo reaccione él, entre otras cosas...─. Susurra _____, mirando en dirección del suelo a sus costados mientras habla.
Sahori le ve con tristeza─ mh...─ y unos instantes de silencio se crean entre ambas. Sin embargo, al ver a ____ así, no tarda demasiado en sonreírle y alzar la voz, con la obvia intención de animarle─. ¡Pero no nos queda de otra que esperar lo mejor!, ¡así que ven, pongamos la mesa y comamos, que muero de hambre!─.
Al escucharle, la muchacha sonríe para luego desviar la mirada hacia la cocina y recordar que la madre de su amiga pidió ayuda─. ¡Ve a saludar a Kalem primero, yo ayudaré a tu mamá mientras tanto!.
─¡De acuerdo!─. Contesta ella, sonriendo con amplitud. Al caminar más al interior de la casa, lo primero que hace es gritar mientras mira a sus costados─. ¡¿Dónde está el niño más guapo del mundo?!─. Tan pronto como lo pregunta, ve a la puerta del baño entre abierta, y a su pequeño amigo lavandose las manos mientras está parado de puntas sobre su piso de plástico.
─¡Tía Sahorii!─. Se escucha gritar con emoción desde el otro cuarto, seguido de una risita por parte de la mayor.
____ sonríe ya desde la cocina al oír la pequeña reunión. Pero al estar a un lado de la anciana, siente que debe decir algo, y las siguientes palabras salen con rapidez de su boca.
─Muchísimas gracias por cuidar de mi niño mañana por la tarde señora, no sé qué haría sin usted, o sin su hija─. Rellena con agua a un jarrón de vidrio mientras mira a la mujer de reojo. Pero ella niega, restándole importancia.
─Aih, no te preocupes. Además, tu niño es un amor, lo has educado muy bien─. Comenta, al girar hacia su acompañante, sus canas se mueven junto al pequeño viento que provoca.
─Gracias. Lo aprecio mucho─. Responde la chica.
─El guacamole ya está casi listo. Pero piqué tomate para Kalem, está en esa fuente de ahí─. Dicho lo último, la mayor apunta hacia cierta dirección, y _____ asiente con acelero.
(...)
─¡Ya está listo!─. Avisa la muchacha, lo suficientemente alto como para que Sahori y su hijo le logren escuchar.
─¡Vale!─. Contesta la morena, desde el interior de su cuarto.
Pocos segundos después, y cuando ya están todos sentados y con sus respectivos alimentos en cada plato, ____ mira hacia su hijo, y se dispone a hablar.
─Cariño. Toma leche también, no solo el pan─. Pidiendo ello a un tono suave mientras observa cómo su hijo no se da tiempo a tragar antes de ya pegar otra mordida.
─Sí mamá─. Obedece el castaño, para luego asentir. Dejando su pan sobre el plato, agarra su vaso con ambas manitos, y le da un gran sorbo.
Así, al ya llegar la hora de ir a la cama, calentito gracias al pijama rojo pastel que le envuelve, Kalem levanta las mantas de su sitio para así meter sus piernas debajo de ellas, y se acurruca a un lado de uno de sus tantos osos de felpa.
Como siempre, ______ se acuesta a un costado de él, y envuelve al pequeño con uno de sus brazos, sintiendo como el menor le agarra de la mano con suavidad luego de unos segundos.
E inicia su canto diario─ sí esa calle, sí esa calle fuese míaa... Yo mandaba, yo mandaba enladrillaar...─ tan suave como para que sólo su pequeño pueda oírle, y así, le relaje.
─Te amo mamá...─. Murmura él, cerrando sus ojitos al unísono en el que le hablaba.
Y su madre sonríe.
─Yo más tesoro─. Un instante después, notoriamente feliz, continúa su cantar─. Con piedritas, con piedritas de brillante... Para mi, para mi amor pasaar...
×🍭×👶🏻×🍭×
Por fin entramos a la época en A.D.A aaaaaaaah, ¿qué les pareció el cap?.
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Missing [Dazai y tú] COMPLETO
Fanfiction[a d v e r t e n c i a; Sexo, humor negro]. ❝ Mi vida ya tenía un proposito para ese entonces, pero yo no me había enterado de ello. Varios años después, luego de que una amiga de la infancia se presentara repentinamente ante mí, lo supe. Kalem, mi...