Missing [Dazai y tú] COMPLETO

45; Cena a solas

⚠️; Este capítulo habla
únicamente de Ranpo x Sahori

❝Y las estrellas iluminan
aún más a la noche...❞

Narra Autora

Eran las 10:30 de la noche cuando Sahori escribió a su mejor amiga, para decirle así que no estaba muy segura de la hora a la que volvería a casa. Sin embargo, al no recibir respuesta alguna, asumió que _____ ya se había quedado dormida, o que podría estar ocupada, así que prefirió no escribirle más, evitando el poder así llegar a despertarla.

Mientras tanto, la morena de veintidós años y Ranpo, el autodenominado mejor detective de Japón, veían una película de misterio sentados uno junto al otro en la gran alfombra negra frente al sofá de aquel pequeño cuarto. Y mientras la luna, que estaba a pocos momentos de llegar a su cima, iluminaba el lugar a través de la ventana, ambos adultos observaban con emoción la tercera película que habían puesto desde que llegaron a casa del de cabellera negra, con como idea principal tener una bella cena a solas.

Mas, la sensación de sus ropas pegadas una a la otra, sus manos entrelazadas por encima de la mesa y sus respiraciones tan lentas como acogedoras, además de esas suaves risas que soltaban cada ciertas escenas, cambiaron de forma cuando los créditos hicieron acto de presencia y la pantalla se tiñó de negro. Pues fue ahí cuando, algo asombrados por el final, ambos giraron en dirección del otro, y se miraron directo a los ojos durante un momento que no pareció durar más de siete segundos;

Con alegría, pues el final del filme les había gustado mucho y realmente habían disfrutado de su compañía todas estas horas en las que estuvieron ahí sentados, soltaron una última carcajada poco antes de quedarse mirando en total silencio, hipnotizados por el brillo en sus iris siendo mezclado por el alrededor tan pacifico como azul.

En ese momento de la noche fue cuando, al sólo mirarse, pudieron entender que ambos sabían lo que deseaban hacer a continuación, lo que querían sentir por parte del otro desde la primera vez que se vieron.

Y el ambiente que la luna regalaba les animaba a continuar con ello.

Así, mientras que otra 'pareja' dormía en camas separadas, con las mentes totalmente revueltas y la angustia molestando el interior de sus gargantas, Ranpo se inclinó suavemente sobre la chica, y besó con delicadeza a su boca.

La diferencia de grosor y humedad entre sus labios se sentía, e sus respiraciones mezcladas lucían como una combinación perfecta que nunca habrían podido imaginar.

Entonces, permitiendo que sus cuerpos se movieran solos, se abrazaron mientras se levantaban con cuidado de aquella alfombra y, agarrando a la chica de la cadera, Ranpo la guiaba hasta el único cuarto con cama del lugar.

Sí bien no era un experto, al llegar al dormitorio y ver cómo la morena se dejaba caer sobre el colchón, puso ambas manos por encima de los marrones hombros de su compañera, y deslizó por sobre ella a su delgado cuerpo.

Así, cuando al poco rato las sábanas ya habían tomado el calor que transmitían el uno al otro tan solo con sus movimientos, y al unísono en el que él le acariciaba recostado debajo de las mantas que cubrían a su colchón, Sahori dejó escapar al primer gemido, tal que fue tan bajo y agudo, que sí no fuera porque él besaba y mordía su cuello, no habría podido escucharlo.

Orgulloso de sí mismo, sus caricias y su lengua siguieron bajando, deslizándose por la piel de su chica con asombro, necesidad y un entusiasmo totalmente notorio, e llevándolo a desear repetirlo incluso aunque aún no lo hubiesen terminado. Justo ahí, una sonrisa dulce aparece en su rostro, y al llegar a la zona que quería tocar, asoma su lengua fuera de sus labios.

(...)

Alcanzando a dormir no más que una hora y media, Sahori abre los ojos a mala gana, y siendo invadida por la luz mañanera que decora el lugar,  gira su cabeza al notar algo a través de su vista periférica; Ranpo estaba de pie a un lado de la cama, amarrándose la corbata mientras oía al teléfono de Sahori, más específicamente a su alarma, sonar.

─Buenos días─. Saluda él, depositando una de sus rodillas sobre la sábana, para luego inclinarse hasta besar delicadamente la redonda mejilla de la chica.

─Buenos días─. Contesta ella, sonriendole con intensidad─. ¿Dormiste bien?─. Y al decir esto, se arrastra hasta sentarse al borde de la cama, con sus piernas colgando a un lado del colchón, pero su cuello levemente girado en dirección del chico con el que conversa.

─Como un tronco─. Bromea él, permitiendo que en su tono se perciba la felicidad que siente con tan sólo ver a esa joven a la cara─. ¿Y tú, qué tal?.

─También─. Contesta la morena, pero entonces, recuerda algo, y al unísono en el que se sobresalta, toma su celular y busca entre los chats más recientes entre todos los contactos guardados en su celular─. ¡Tengo que avisar a _____ que estoy bien!.

Así, luego de unos segundos de presionar contra la pantalla y dejar el aparato nuevamente sobre el velador, siente cómo la voz de Ranpo invade a sus oídos, y lleva nuevamente su atención al pelinegro al otro lado del cuarto.

─¿Son muy amigas, no?─. Pregunta, a pesar de ya saber la respuesta─. ¿Hace cuanto se conocen?...

─Más o menos, tres años...─. Contesta ella, luego de haberlo meditado y mientras desviaba su mirar en dirección del techo─. Es como la hermana que nunca tuve, la amo muchísimo─. Contado esto, sonríe con amplitud, e se inclina hasta alcanzar su brazier con la mano, tal que yace a un lado de ella, aún en el piso.

─Que bien─. Festeja Ranpo, caminando a través del cuarto hasta llegar frente a la chica, e acercar sus cuerpos hasta que sólo unos pocos centímetros les distancian─. Iré a preparar el desayuno, ¿algún pedido en particular?.

─Tostadas─. Contesta ella, con emoción, mientras siente a sus mejillas poco a poco arder entre el calor que le provocan las largas y pálidas manos de su compañero al acariciar con delicadeza a su rostro. Quien, al oírle hablar, vuelve a dejar salir una pequeña sonrisa, e se inclina sobre ella ya dispuesto a volver a besarla, pero esta vez en la boca.

─A la orden─. Le susurra, de manera coqueta─. Mh...─.

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