Missing [Dazai y tú] COMPLETO

39; Cupcake

❝Me preguntas cómo me siento...❞

Narra Dazai

Acababamos de comer, eran las siete y algo de la noche, _____ parecía más sana y sus ánimos aumentaban cada vez más, así mismo, todo lo que había sido de la tarde intenté distraerla con bromas tontas o charlas al azar, y ahí estábamos ahora, sentados uno junto al otro en la mesa del comedor, riendo y disfrutando de nuestra compañía.

Ella comía un trozo de pan tostado sin nada y bebía de un vaso con jugo de una naranja recién exprimida. Mientras, yo tomaba algo de té y comía de un paquete de galletas que había encontrado por ahí al revisar los cajones en busca del mantel.

─¿Qué hora es...?─. Murmuro, cuestionándomelo a mí mismo a pesar de decirlo a un volumen relativamente alto.

Sahori y yo habíamos hecho videollamada hacia unos minutos, principalmente por que Kalem quería saber cómo se sentía su madre y para avisar que no regresarían hasta el día siguiente, permitiendo de esta forma que _____ tuviera más horas de descanso en un ambiente tranquilo.

─¿Debes irte ya?...─.. Pregunta ella, su tono me hace sentir una extraña calidez, y algo golpea mi pecho al verla a los ojos. ¿No... No quiere que me vaya, acaso?...─. Igualmente... No me gustaría que andes tan tarde fuera...─. Admite, mi cuerpo se relaja al oír aquello, pero de igual manera permito que la sorpresa se apodere de mi rostro.

A pesar de conocer perfectamente a mi pasado, le preocupa la idea de que vuelva solo a casa después de que oscurezca.

─Podría... Quedarme un par de minutos más, sí te parece bien...─. Ofrezco. No quiero irme, pero no sabría qué decir para lograrlo.

─¡Claro!─. Contesta ella, ciertamente entusiasmada─. Dejaré las cosas en la cocina, ¿qué te gustaría hacer?. Podemos ver una peli, o jugar a las cartas─. Y al decir lo último, se levanta de la silla y camina hacia el lugar que indicó hasta hace unos segundos atrás.

Inconscientemente, una sonrisa vuelve a dibujarse en mis labios. Pues esa pequeña muestra de entusiasmo que acaba de hacer es realmente común en Kalem, mi... No... Nuestro hijo...

(...)

Narra Autora

Dos días más tarde, _____ había llevado, como le dijo a su jefe que haría, a Kalem al trabajo. Siendo un niño tan animado e hiperactivo no dudó en entablar conversación con Gabriel, quien le contestaba gustoso mientras pasaba un paño húmedo por la vitrina en la que se exponían ciertos pastelillos.

Mientras tanto, _____ quitaba la mirada de su libreta con gran cantidad de números cada ciertos segundos, girando a ver cómo se encontraba su hijo y a verificar que no estuviera haciendo nada inapropiado.

Mas, el pequeño se mantenía quieto sobre una sillita de patas algo altas, mientras comía de un cupcake adornado por crema de frutilla y chocolate molido.

─Máaaa, ¡tu teléfono se prendió!─. Avisa el pequeño, viendo como la tela del bolsillo en el delantal de su madre se ilumina hasta cierto punto, y permitiendo a la nombrada darse cuenta de aquello.

─Seguramente me llegó un mensaje─. Comenta la mayor, dejando el bolígrafo a un lado para poder así sacar el aparato del interior de su bolsillo.

Al poner este frente a sus ojos, ingresa la contraseña y mira la notificación:

«Osamu Dazai: ¿Cómo te sientes hoy?, ¿ya mejor del estómago?...»