Missing [Dazai y tú] COMPLETO

53; Desearía...

❝ Intentando tener
el control ❞

Narra Autora

Juegan a través del patio, la noche ya era presente y el viento era notable alrededor del sitio. Traen globos entre sus manos, y se los lanzan entre sí mientras ríen o charlan de cosas que les producen cierto anhelo.

Mientras tanto, Sosuke protege a Kalem de que los globos no le golpeen, pues sí aquello le sucede a él o a cualquiera de los otros, perdería y debería dejar de jugar aquello.

Así, el menor de cabellos ondulados ríe y protege a su amigo tanto como puede hacerlo al tenerlo en frente, y usándolo también como su escudo.

Pero entonces, ─hijo, ¡ven a abrir los regalos!─ la madre del cumpleañero pide, haciéndole ceñas mientras le sonríe desde la otra punta del patio.

E ahí, sonriendo también con amplitud, y volteando a ver a su mamá luego de un par de segundos, Sosuke grita de un modo que deja ver todo su entusiasmo─ ¡síi!, ¡vamos!─, y agarra la mano de Kalem poco antes de correr hacia el interior de la casa, donde le esperan varios de los invitados.

─Siéntate ahí─. Pide, otra vez, su madre, al unísono en el que apunta un sillón. Y aunque al principio le cuesta, dado a la altura del asiento comparado a su propio alto, cuando su trasero toca la silla lo primero que hace es llamar a su amigo, que se le había quedado viendo mientras que este se acomodaba a un lado de los regalos.

─¡Ven, ven!─. Diciendo ello al mismo tiempo en el que hace movimientos con ambas manos, invitándole así a sentarse en la silla a un costado suyo.

Sin embargo, ya que el de cabello ondulado era incluso más bajo que Sosuke, ahorrandole el intento para subirse solo, la mamá del rubio le tomó con cuidado de debajo de las axilas, y le alzó hasta poder dejarlo encima del otro asiento, a un lado de su hijo menor.

─Gracias─. Comentó Kalem, a penas haberse acomodado junto a su amigo, y mientras miraba en dirección de la mujer que le había ayudado.

Oido esto, la mayor abrió la boca para responder algo, pero Sosuke la interrumpe incluso antes de lograr aquello─. ¡Son tacitas de té!─. Anuncia, entusiasta, a penas abre la bolsa que tenía entre sus manos. Además de recibir varios aplausos de los presentes al unísono en el que él saca el paquete de dentro de la bolsa de regalo, presenta el mismo.

El menor, de cabellera café y rulos visibles, también aplaude, pero al ver que su regalo es el siguiente, su expresión cambia y su mirada se ilumina con gran rapidez─. ¡Este lo traje yo!─. Anuncia, apuntando el regalo que tiene la madre de Sosuke en sus manos ahora mismo.

Entonces, el cumpleañero lo toma con incluso más ansias, y rompe la envoltura tan rápido como sus pequeños dedos le dejan hacerlo.

Cuando ve el juguete en su interior, su boca se abre en su totalidad, y salta aún al estar sentado sobre aquella silla.

─¡UN DINOSAURIO!─. Anuncia, abrazando a Kalem sin esperar ni un segundo más, y mientras que todos los invitados les miran, (algunos con desagrado, e otros con ternura).

[...]

Pasados los minutos, y luego de que el menor abre todos los regalos, la madre de Sosuke guarda la cámara nuevamente en su bolsillo, y mira a su alrededor como sí quisiese llamar la atención de todos los invitados.

─Ya niños. Siéntense allí para que les sirva el pastel─. Declara, sonriendo amplio poco antes de correr hacia la cocina, y mientras escucha como los pequeños gritan con emoción a sus espaldas.