38; Ducha

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❝Pero ignoro todas las señales...❞

Narra _____

Intentando distraerme para que así mi cerebro olvidara el dolor aunque sea por un momento, me levanté con lentitud, tratando de no moverme demasiado brusco. Y rebusque entre mis cosas hasta encontrar uno de mis libros favoritos.

Hice un par de muecas antes de volverme a acostar, mi cabeza dolía y tenía una sensación agria otra vez en mi garganta, pero nada escapaba por mi boca por más que lo quisiera.

Sin embargo, cuando comienzo a recorrer las líneas de la primera página, no demoro más de diez segundos en entrar en la historia, mis muecas eran indoloras otra vez, ahora me mantenía asombrada y boquiabierta. Pues, aunque ya he leído este libro varias veces, sigo amándole con locura.

Tiempo después, cuando ya voy más o menos por la página cincuenta, siento el eco de su andar a través del pasillo, y al unísono en el que Dazai cruza la puerta, alzo la mirada.

Tiene una bandeja en sus manos, un plato hondo lleno de sopa, una cuchara, y un vaso de agua a su derecha. Sonrío inevitablemente, y recibo aquello que él trae a penas se acerca a mí.

Dejo la comida en medio de la cama, y él se acuesta al otro costado de la misma, apegando su espalda a la cabecera mientras me observa comenzar a acomodarme en mi lugar.

Ya lista, llevo la primera cucharada a mi boca, y luego de tragar, mi sonrisa se amplia─. ¡Me encanta!─. Halago, de manera sincera, mi estómago gruñe con suavidad a pesar de que realmente disfrute de la comida, pero dado a mi entusiasmo Dazai no parece darse cuenta de ello.

─Gracias─. Contesta, sonriéndome de manera incluso más amplia─. Oye... ¿Qué era lo que leías?─. Y al decir esto, automáticamente llevo la mirada al libro sobre mis piernas, y le levanto tomándole de ambos costados.

─El muerto al otro lado de la ventana─. Respondo, al unísono en el que le enseño la portada.

─¿Podrías leerlo en voz alta?...─. Parece realmente interesado, sus ojos brillan con cierta inocencia que me hace recordar a Kalem, y abre su boca como en la espera de que yo mueva la tapa y comience a leer.

─¡Claro!─. Digo, tan animada como él a cierto punto, pues realmente me gusta este libro─. Hgf...─. Mas, al moverme de manera brusca debido a la emoción, mi estómago pega un salto, y no logro evitar retorcerme dado al dolor que desaparece pocos segundos después─... Deja regreso a la primera página─. Indico, deslizando mis dedos por las hojas mientras siento su mirada atenta sobre mis manos. Ya lista, doy inicio a la lectura;─ Lo veía a través del brillo de la luna que se reflejaba en la puerta de su recamara, esos ojos rojos vacíos y esa expresión nostálgica solían generarle temor cuando aún era una niña─...

(...)

Narra Autora

─¡¿Qué?!, ¡no puede ser cierto!─. Menciona, dejando de afirmar a su cabeza con sus manos para así abrirlas en señal de total sorpresa, parece algo indignado, tiene una ceja levantada y la otra fruncida, pero una sonrisa leve adorna su cara.

─¡Lo sé!, ¡¿verdad?!─. Responde ella, tan emocionada como frustrada por lo que acaba de pasar en una de las páginas. Gira a ver a Dazai, sus miradas conectan ahora, y ____ suelta una risa sarcástica─. ¡Pero escucha qué pasa despué-!...─. Sin embargo, la emoción vuelve a jugarle en contra, y en cuestión de instantes se deja caer a un lado de la cama, con la cabeza hundida cerca del recipiente en el que había vomitado momentos atrás.

Con acelero, Dazai se agacha detrás de ella, y toma su cabello hasta juntar todo este al centro de su mano derecha, utilizando esta como moño y formando así una cola, que impide a la joven ensuciar su cabellera.

Narra Dazai

Le observo con preocupación mientras ella se dedica a expulsar cierta cantidad de aquello que hasta hace poco lucía como comida, no sé qué más hacer a parte de agarrarle el pelo, así que mantengo las cejas fruncidas mientras busco la manera de consolarla. Incluso sí es sólo malestar estomacal, me gustaría ayudarla y hacer que todos estos malos ratos desaparecieran, pero no puedo hacer nada.

Pasan los segundos, y cuando termina, regresando a un estado débil en el que no parece capaz de moverse de manera 'normal', acomoda su cuerpo y apoya su espalda contra mi torso, permitiéndome soltar su cabello y abrazarle por la cintura.

Este contacto... Me hace sentir algo mal pensar así estando ella enferma, pero es que... Su cuerpo...

Mis manos tiemblan, mi rostro se ruboriza, y agitó mi cabeza intentando cambiar aquello que ronda mi memoria.

─Debería darme una ducha...─. Susurra ella, a un tono tan suave y con un volumen tan bajo que me da la impresión de que podría llegar a quedarse dormida en mi pecho.

Y la idea... No me desagrada en lo absoluto.

Mas, a pocos momentos de volver a la realidad, cuando ella voltea a verme y se separa un par de centímetros de mi, quizá sin siquiera haber notado cómo se había acomodado anteriormente, respondo lo primero que viene a mi cabeza.

La vergüenza aún golpea mi ser, y comienzo a balbucear─. Vale... Ehm, ¿voy a la sala de estar por... Mientras?, para cuando vengas a... Ya sabes, p-ponerte ropa...─. Oído esto, se sobresalta, y me mira con sorpresa.

─¡N-no!, m-me cambiaré en el baño, no te preocupes─. Explica, agitando sus manos como negación extra, sin desconectar todavía nuestras miradas.

Ambos nos hemos vuelto a sonrojar.

─O-okay. Este... Yo seguiré leyendo entonces...─. Respondo, intentando cambiar de tema. ____ asiente de manera acelerada, y se levanta apoyando su mano en el borde más cercano de la cama al unísono en el que hace fuerza con sus piernas.

─Nhmf...─. Murmura, aún algo adolorida, para luego abrir la puerta del armario a pocos metros de nosotros. Claro, volteo antes de poder ver cualquier cosa.

─V-vale... ─. Y vuelvo a sentarme sobre la cama, agarrando al libro con delicadeza, dispuesto a continuar con la lectura.

Así, cuando sale del cuarto ya con un poco de ropa sobre sus brazos, miro por el rabillo de mis ojos a su espalda ser cubierta por la puerta.

(...)

Acaba de regresar y, sin poderlo evitar, casi de inmediato alzo la mirada.

Trae ropa deportiva, un pantalón buzo negro holgado y una polera de a mangas cortas grisácea. Me causa algo de ternura al bajar la mirada, quizá ella no le habría dado importancia, o de por sí no se dio cuenta, pero lo más colorido de todo su atuendo eran las dos calcetas rositas con dibujos de donas que cubrían a sus pies.

Su pelo mojado... Y la forma en la que jugaba con sus dedos por debajo de los calcetines...

Simplemente... No podía ser más adorable.

Afortunadamente, parecía menos adolorida, como sí el malestar se hubiera ido junto al agua de la ducha, pero sus ojeras y su gesto intranquilo seguían plasmados en su cara.

Quería abrazarle, no cabía duda. ¿Por qué?, quizá Kalem había hecho aflorar mi lado paterno y sólo sentía la necesidad de cuidarla, quizá... Quizá...

Francamente, no tenía idea.

─¿Avanzaste con el libro?─. Asentí sin hablar. No podía... Dejar de... Mirarla...

×🍭×👶🏻×🍭×

¿Alguien de aquí se vio Devilman Crybaby?, me lo terminé hace ya un tiempo y sigo sin superarlo ;-;

[insta: andreaa.wttpd]

Missing [Dazai y tú] COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora