Missing [Dazai y tú] COMPLETO

35; Adorable e inteligente

❝Pensaste que te podías librar❞

Narra Autora

Al día siguiente, cinco minutos después de que _____ llega a su trabajo, ya con el delantal puesto y ordenando ciertas partes del pequeño local en el que se encuentra, el mismo joven de la vez pasada se detiene frente a ella. Justo por delante del mostrador, busca con la mirada el espacio que le permitirá pasar.

─¡Buenos días!─. Comenta el de cabellera larga, sacando una de sus manos del interior de su bolsillo para poder así agitarla en modo de saludo.

____ devuelve el gesto con una sonrisa.

─Hola─. Contesta, notoriamente animada─.Tu delantal está allá─. Y, dicho esto, apunta en cierta dirección y ambos desvían la mirada hacia esta─. Limpia el mostrador mientras yo termino esto─. Oído eso, Gabriel asiente con acelero, y no demora mucho más en avanzar y comenzar con aquello que se le pidió.

─¡De acuerdo!─. Comenta este, un segundo antes de deslizar el paño húmedo por encima del vidrio─. Oye, no me has dicho cómo te llamas─. Cuenta, volteado a verle con interés adorando sus ojos, que por un instante lucen inocentes.

─¡Oh!, lo siento─. Se disculpa, acabandose de percatar de aquello─. Mi nombre es _____. ¿Y el tuyo?─.

─Gabriel─. Contesta, sonriendo con suavidad.

Al escuchar, ____ abre la boca dispuesta a continuar con la charla, pero alguien le interrumpe.

─Disculpe, ¿me da un cupcake, por favor?─. Una clienta. De cabellera color miel y ojos marrones, sostiene a una niña de no más de seis años que mira hacia la vitrina con asombro.

_____ se acerca al mostrador a pasos acelerados, y asiente luego de unos segundos.

Al agacharse, levanta uno de los cupcakes y, luego de meterle en una cajita de cartón, le envuelve con una bolsa de color café y le deja sobre la pequeña mesa que le divide de la cliente a pocos centímetros de su cuerpo.

Mas, al momento en el que recibe el dinero correspondiente, la mirada ilusionada de la menor sobre un pequeño trozo de pastel que descansa encima el mostrador (torta que _____ se estaba comiendo) llama su atención.

─Quieres darle una probadita?. Es de manzana y casi no tiene azúcar, así que es muy rico y muy sano─. Anima ella, partiendo una parte de la torta y alzando esta con ayuda de la cuchara.

Al principio, la niña le mira con sorpresa, pero luego agarra la cuchara y se la mete rápidamente a la boca.

─¡Gracias!─. Comenta, sonriendo con intensidad.

─¡No hay de qué!─. Responde _____, teniendo la sensación de que su corazón se derrite cuando la niña sonríe gracias a su acción.

Cuando ambas se alejan, Gabriel se le acerca unos pasos, y le mira por el rabillo de sus ojos.

─Pareces ser buena con los niños─. Halaga, mirándole con cierta admiración que se mezcla con alegría.

_____ se ruboriza pero, y aprovechando que él no le ve a la cara, una expresión algo triste no tarda en aparecer en la suya.

─Eso espero...─. Murmura, perdiéndose en su mente por un instante que el varón interrumpe con su hablar.

─¿Tienes hijos?─. Pregunta, confuso ante la manera en la que la chica acababa de reaccionar a su halago.

____ asiente con delicadeza.

─Uno. Su nombre es Kalem─. Hablando a un volumen suave y tranquilo, a pesar de la sensación que molesta a su estómago.