Missing [Dazai y tú] COMPLETO

11; Fiesta

❝ Dando vueltas y vueltas como un caballo en un carrusel, así vamos ❞

nueve días después;

Narra Autora

Pequeños golpeteos contra la loza blanquecina del suelo debajo de sus cuerpos, vestidos largos, ajustados, holgados o cortos, trajes, en su mayoría negros.

Luces tenues, tragos caros, aperitivos dulces. Una fiesta se desarrollaba en el interior de la Port-Mafia misma, más específicamente, en un gran salón de ventanas que llegaban casi a los bordes del techo, y eran decoradas con cortinas larguísimas.

_____, que se mantenía de pie a un costado de una de las tantas mesas  cubiertas por manteles burdeo, olfateó su copa disimuladamente mientras eligía con la mirada el alimento que agarraría. Sin embargo, un segundo más tarde, y luego de tener la extraña sensación de que su licor olía raro, dejó la copa sobre la mesa y volteó rápidamente hacia su compañero;

Oda.

─¿Qué tanto miras?─. Cuestionó, dirigiendo sus ojos a la misma zona en la que él observaba.

Así, se encontró casi de inmediato con una chica que le superaba de edad por no más de cuatro años. Aunque no exactamente por su físico, desprendía una energía atrayente ante cualquiera, como con la felicidad a flor de piel a pesar del mundo que le rodeaba.

─Magda es una muy buena bailarina─. Halagó el mayor, casi en un susurro. Entonces, _____ sonrió sin mostrar los dientes, y alzó una ceja.

─Pff... Sí, claro, “bailarina”─. Comentó, sarcástica, para luego dejar escapar una risita burlona─. Se ve linda hoy, ¿a que sí?...─.

─E-eh─. Sin embargo, lo único que Odasaku atinó a hacer, fue balbucear.

─Oh, ¿te dejé sin palabras?─. Bromeó ____, fingiendo inocencia al momento en el que hablaba. Entonces, él soltó una sonrisa ladeada, y giró su cuerpo hacía ella, conectando sus miradas en cuestión de segundos.

─Bueno. La verdad, de todos los presentes aquí, tú eres la que más bonita se ve─. Pero, la menor se ruborizó apenas oírle decir eso e, intentando objetar, abrió la boca;

─A-ah─...

─¿Oh, te dejé sin palabras?─. Repitió él, sonriendole de manera socarrona al unísono en el que alzaba ambas cejas, aparentando estar sorprendido.

____ frunció el entrecejo de inmediato─. Joder. Pasar tanto tiempo con Dazai ya comenzó a afectarte...─. Refunfuñó, cruzandose de brazos y desviando otra vez la mirada hacia cualquier otro sitio.

Sus mejillas seguían teñidas de rojo, y su piel ardía.

─¿Tú crees?─. Murmuró él, con inocencia. Llevó sus dedos al borde de su mentón, y miró al techo.

Justo ahí, la expresión de _____ se relajó, pues la curiosidad invadió su cuerpo─. Hablando de él... ¿Dónde está?─. Paseó sus ojos rápidamente por el cuarto, pero no vio a ningún chico similar a aquel al que buscaba.

─No lo sé. Dudo que vaya a venir...─. Admitió su compañero, hablando a un tono tan suave como pensativo mientras miraba a su alrededor.

─Tienes razón, este tipo de eventos no son muy de su esti-...─. Sin embargo, ella detiene su hablar cuando un muchacho en particular cruza la gran puerta del cuarto, observando a sus costados con curiosidad y sin saber exactamente a dónde ir, o qué hacer.

Es extraño pero, por un segundo, el tiempo parece paralizarse ante los ojos de _____. Un escalofrío recorre su columna, y sus manos se cierran hasta formar puños.