Missing [Dazai y tú] COMPLETO

12; Una marca

❝Como sí estos sentimientos
no estuvieran ahí❞

Narra Autora

─Eh, tonto. Te dije que sería mala idea─. Regaña la menor, recostada sobre el sofá rojo en la gran sala de aquel lugar. Su compañero, Chuuya, está sentado a su lado, y ella tiene la parte baja de sus piernas apoyada encima de los muslos del varón, mientras mira al techo con desinterés.

─¡Lo sé, lo sé!─. Se mofa él, burlándose de sí mismo y riendo al unísono en el que alza su mano en dirección de su boca, cubriendo a su sonrisa.

Justo entonces, y aunque ninguno lo nota, pues _____ también ríe, Dazai cruza el umbral de la puerta y observa al varón con recelo, apretando sus puños con el deseo de haber traído un cuchillo hoy al trabajo.

Así, cuando las risas se detienen y ambos giran hacia la presencia restante, aunque Chuuya tiene la mirada intacta sobre el varón ve de reojo como el cabello de _____ se mueve al ella girar su cuello, y entonces, una pequeña mancha violeta se deja ver justo en donde su nuca conecta con su espalda.

─Oye, ¿y eso?─. Cuestiona, notoriamente preocupado, mientras mira la zona amoreteada.

La niña parece confundida por un segundo, pero al tocar donde el muchacho le ve un recuerdo llega a su mente y se sobresalta al mismo tiempo en el que sus mejillas se tiñen de rojo─. Es de un trabajo─. Miente, con acelero, para luego desviar la mirada hacia sus zapatos y entrelazar sus dedos, jugando con estos ya realmente nerviosa.

─¿Contra quién?─. Pregunta el colorin, provocando que _____ maldiga en el interior de su cabeza, pese a que su expresión no demuestre más que dulzura avergonzada.

Mas, oída su pregunta, el castaño no demora en dejar escapar una sonrisa maliciosa que esconde con éxito, pues ninguno de los otros en el cuarto le están mirando. “No es un moretón, es un chupetón que yo le hice...”, piensa, victorioso. Y, ahí, evitando soltar una risita, murmura las siguientes palabras;─ Sí terminaste con esa marca debió de ser una pelea muy divertida...─ La espalda de ____ se tensa de inmediato, sus mejillas se enrojecen aún más, pero permanece quieta─. Pero... ¿Contra quién?─. Mas, cuando Dazai termina su oración, ella recupera la compostura, frunce ambas cejas, hace de sus manos dos puños, y resopla con suavidad.

─Alguien que nos debía dinero─. Resume, disimulando fallidamente su molestia─. Era un idiota egolatra. Totalmente insoportable─. Y al decir ello, mira a Chuuya directo a los ojos, pues él fue quien preguntó en un inicio─. ¿A que sí, Dazai?─. Cuando voltea hacia el nombrado le observa con superioridad, y le sonríe hasta mostrar parte de su dentadura. Ahí, Osamu se sobresalta─. ¿Huh, no lo recuerdas?...─. Y al ver su reacción, la chica no tarda en modificar su gesto a una expresión invadida en falsa inocencia. Chuuya se limita a observar la escena con atención─. Tú también estabas ahí─. Pero, así, cuando el colorin oye a la chica mencionar lo último, frunce el ceño y se levanta de golpe, llamando la atención de todos para luego, y de manera agresiva, acercarse un par de pasos al castaño, hasta quedar a un metro de distancia.

─¿¡Dejaste que le lastimaran!?─. Enfrenta, alzando la cabeza lo suficiente como para conectar miradas con el otro, y agarradole del cuello de la camisa.

Dazai inclina ambas cejas, irritado─.¡¿HAH?!. ¡Yo no-!─. Y se defiende, preparándose ya para lanzar el primer golpe, pero _____ le interrumpe a tiempo.

─¡YA!─. Detiene, molesta─. ¡No es nada!. Además, ¡yo puedo cuidarme sola!─. Dicho ello, se levanta de un salto, y da media vuelta hacia la salida, dejando a ambos con las manos alzadas y dos miradas ciertamente sorprendidas.

─...─. Ninguno habla. Pero entonces, y cuando ella se dispone a dar el siguiente paso, pierde brevemente el equilibrio, y ambos sueltan al contrario como reflejo, para poder así ir hacia ella. Dazai hace el ademán de dirigir su mano en su dirección, pero Chuuya llega junto a la chica antes.

─Djgh... Creo que me levanté demasiado rápido...─. Se queja _____, a un volumen bajo, y acaricia su frente con suavidad ante el mareo que de repente golpeó su cabeza.

Mas, cuando siente la mano de Nakahara depositarse sobre su hombro, mueve sus brazos con brusquedad (consiguiendo apartarle) y sigue caminando.

Al salir del lugar y dar media vuelta hacia el otro pasillo de aquel sitio, levanta la cabeza y observa al techo frente a sus ojos, extrañada por aquello que acaba de pasar, o más bien que acaba de hacer Dazai─. ¿Qué mierda fue eso?...─. Susurra, pensativa. Pues, ¿cuál habría sido la finalidad de Osamu para comportarse así en aquella situación?, ¿quería que los pillaran, acaso?. Es decir, ambos tenían una reputación que mantener, no era buena idea que algo así pasase. Así que, ¿por qué?.

─¡_____!─ Mas, sus pensamientos son interrumpidos por una voz masculina que le llama a unos metros de distancia. Al oírle, una sonrisa se forma en su rostro, y gira su cuerpo en la dirección correcta con emoción.

─¡Odasak-!─. Saluda, sin embargo su hablar se ve interrumpido por un olor desagradable que apareció junto a ella en cuestión de segundos, obligándole a cubrir su nariz y hacer una mueca de desagrado que no pasa desapercibida por los ojos del varón─. ¡Agh, Dios, qué es eso?, ¡huele horrible!─. Masculla. Oda luce curioso, gira hacia su vaso y observa a este con detenimiento, como sí pensara en algo. Pero, pocos segundos después, se encoge de hombros y responde suavemente─. El café de siempre─. _____ inclina una ceja, y alza la otra─. No le siento ningún olor inusual...─. Murmura él, luego de olfatear cerca de la tapa.

─Debes tener la nariz tapada...─. Supone ella, retomando su caminar mientras mira al varón, pues este, habiendo imitado su acción, se mantiene a su lado.

─¿Qué ha sido de tu día?─. Pregunta él, metiendo su mano libre al interior del bolsillo de su abrigo, mientras observa el camino que recorre.

_____ le responde casi de inmediato.

─Finalicé un... Encargo, hace un par de minutos, y me encontré con Chuuya mientras caminaba por los pasillos, así que nos pusimos a conversar. Pero luego llegó Dazai y-─.

─Ah─. Interrumpe él, como sí no bastaran más palabras para saber lo que había ocurrido luego de que esos dos chicos se encontrasen.

─¿Qué tal el tuyo?...─. Cuestiona ella, restándole importancia a lo que sucedió segundos atrás.

Oda le mira de reojo.

─Igual que siempre─. Resume, despreocupado.

─¿Y qué con Magda, mh...?─. Dicho ello, ____ golpetea su antebrazo usando su codo, y le mira por el rabillo de sus ojos, mordiendo su labio inferior mientras le sonríe burlesca.

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Ayer me teñí el pelo rosa de un lado y azul del otro, así que ando de muy buen humor hoy ksks. Oh, y aún me duele la muñeca, pero es soportable.

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