Missing [Dazai y tú] COMPLETO

20; Adiós

Narra Autora

─Iré a comunicar a Mori-san el resultado─. Menciona ______, bajandose de la moto con cuidado de no llegar a tropezarse, y arreglandose el abrigo al unísono en el voltea hacia el varón, pues la prenda se ha resbalado un poco más abajo de sus hombros dado al viento.

Entonces, Chuuya asiente─ va, nos vemos después─ para, y luego de girar en dirección contraria a la chica, llevar la moto al sitio en el que suele aparcarla.

Así es como, poco menos de seis minutos después, _____ da tres suaves golpecitos a la puerta que conecta con la oficina de su jefe. Y, luego de oír un "pase" de su parte, abre de ella cuidadosamente.

─Buen día, señor─. Saluda. El mayor tiene los dedos entrelazados por encima del escritorio, y le observa de manera neutra mientras analiza sus próximas palabras─. Hemos tenido los resultados deseados. No hubo ninguna clase de inconveniente en relación a la persecución o el allanamiento─. Él asiente.

─De acuerdo─. Y finaliza, brevemente indiferente, mientras mantiene los ojos cerrados, como sí pensara en algo que le carcome.

Ahí, algo extrañada, la menor se dispone a dar media vuelta con la obvia intención de salir del cuarto, pero cuando sus dedos a penas y tienen un roce con el pomo, la voz de aquel hombre vuelve a hacer acto de presencia en sus oídos─. _____, hay algo que debes saber antes de irte─. Su mover se paraliza, pero vuelve a girar en dirección de él luego de un momento.

─¿Sí, señor?─. Luce curiosa, cosa que no pasa desapercibida por el adulto, pero ello es lo de menos en un momento como ese.

Más aún, en ese preciso instante y a la otra punta del interior del establecimiento, el colorin de nombre Chuuya ingresa a una sala mientras mantiene una charla animada con uno de sus compañeros de trabajo.

Entonces, cuando su voz hace eco hasta llegar a los oídos del castaño que descansa sobre el sofá, este se levanta de un salto, y gira hacia él de un momento a otro─. Chuuya─. Suelta, mirándole como sí su corazón hubiera pegado una corta escapada a su exterior por tan sólo haber notado su presencia.

"____ ya ha llegado" pensó, desfigurando su expresión sorprendida poco antes de correr fuera del cuarto sin dar explicación alguna a su extraña reacción por la llegada de aquel que no podría considerar su amigo.

Ahí, el nombrado le observa incrédulo, pero cuando se atreve a pregunta un molesto "¿qué le pasa?" y recibe una respuesta poco animada por parte de su otro compañero, su expresión se entristece y sus manos se cierran hasta formar dos puños.

Mientras tanto, Dazai corre con todo lo que tiene, a sabiendas de a dónde es que ella está y qué es lo que están a punto de contarle. Su respiración se comienza a agitar, pero no se detiene en ningún instante, no ahora.

Y justo entonces... ____ sale de aquella gran oficina a pasos lentos, tanto como los latidos de su corazón o la gran cantidad de lágrimas que se acumulan al borde de sus ojos, por encima de sus pestañas. Escucha su respiración, siente como su pecho se levanta, su cabeza duele y hay un nudo en su garganta que no le permite siquiera sollozar.

Los pasos apresurados de alguien más hacen eco en la otra punto del pasillo, y ella levanta la cabeza casi como instinto al haberle escuchado. Con la mirada ya comenzando a tornarse borrosa, divisa al castaño que tanto quiere ya a pocos metros de ella, y aunque no esté consciente de sus sentimientos de todas formas, el tenerle ahí le termina de debilitar.

Sus sensaciones dolidas se cruzan, las piernas de ____ pierden su fuerza y sus rodillas impactan contra la alfombra, obligándole a llevar rápidamente ambas manos frente a su cabeza para evitar golpearse en la cara.

Mas, y al verle así, Dazai vuelve a iniciar un trote que, a pocos segundos de llegar a ella, se acelera. Y al estar en frente, se inclina con suavidad, hasta que sus rodillas tocan el suelo también, y le rodea con ambos brazos, permitiéndole descansar parte de su cabeza sobre su hombro.

─No es verdad...─. Murmura ella, en un hilo de voz, mientras mira a la alfombra con ambos ojos abiertos de par en par, sin poder siquiera creerse lo que está pasando. Su respiración se corta─. N-no... No es verdad...─. Insiste, sintiendo al unísono como Dazai acomoda sus brazos para apegarle aún más a él─. ¡No puede ser verdad!. Oda no...─. Entonces, el último grito que suelta termina envuelto en un sollozo ahogado─. ¡Mi Oda no puede haber muerto!...─.

Sin embargo, el agarre fortalecido que Dazai toma contra ella al oír esas palabras le golpea como sí se tratase de un "sí, sí lo está", y es ahí cuando, aún con la esperanza de que esto no sea más que una horrible pesadilla, el nudo en el interior de su garganta se desata y tanto los lamentos como los sollozos comienzan a escapar sin reparo, con pesar y agonía desgarradora.

Cierra los ojos, y se aferra al varón como sí no le quedara de otra.

Por su parte, aunque la abraza, Dazai no expresa emoción alguna. Pues... Sí ya estaba roto antes, dado a esto, sentía que en su vida ya no había solución alguna, pero las últimas palabras de Oda revolvían su cabeza sin parar.

Podría llamarse dilema moral aquello por lo que pasaba en ese mismo instante en el que consolaba a cierta chica; Hacer honor al último consejo de su amigo, o también dejar este mundo como siempre había ansiado.

Mas, en ese momento, y como ya mencioné antes, se limitaba a sostener a ____ mientras que esta se inclinaba y le agarraba de la chaqueta de manera brusca, sin preocuparse por el ruido o el volumen en el que lloraba aunque a pocos pasos estuviera la oficina de Mori-san, quien no hubiera tolerado un escándalo como tal en otras circunstancias.

─N-no... No puede ser verdad...─. Murmura. El castaño le acaricia la cabeza.

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No me gusta escribir muertessssss aaaaah, pero esta era necesaria :'(...

¿Qué les pareció el cap?, ¿les gustó?.

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Spoiler de otra historia(?
Ignoren el "7u7" kdjdjd