❝Donde fuiste tan feliz
siempre regresaras❞Narra Autora
El mayor de los castaños había estado toda la noche pensando en qué haría a continuación, en cómo ayudaría a su hijo monetareamente sí el período de prueba en su trabajo aún estaba a meses de finalizarse. Dando paso a lo que parecía ser un nuevo capítulo en su vida, ¿qué era lo más responsable por hacer?.
Así, a la mañana siguiente, debajo de un cielo soleado que aún no brindaba calor, entró a la oficina compartida de A.D.A a pasos lentos, con la cabeza baja y ambos brazos colgando a los costados de su torso, notoriamente cansando.
Atsushi, Kunikida y Tanizaki charlaban a un metro de la entrada, contando trivialidades del día anterior. Pero entonces, cuando la presencia de Dazai se dejó notar gracias al cerrar algo brusco de la puerta, todos voltearon a verle, y el albino se le acercó con una sonrisa tímida adornandole la cara.
─¡Dazai-san!, ¿estás bien?─. Cuestiona, depositando suavemente a su mano sobre el hombro del varón. Quien alza delicadamente su cabeza, y le mira a la cara.
─¡Sí!, ¿por qué no viniste ayer?─. Regaña el de gafas, moviendo su cabeza y haciendo a su coleta saltar junto a la gravedad.
─Ah, conocí a mi hijo... ─. Murmura él, desviando la mirada en dirección de la oficina de Fukuzawa, y alcanzando a dar unos pasos hasta que otras voces vuelven a hacer acto de presencia.
─¿A-ah?, ¿... Qué diji...?─. Balbucea el de mechas blancas, totalmente confuso ante lo que acaba de escuchar.
─¿¡HIJO!?─. Y el rubio grita, boquiabierto. Ranpo, que también estaba ahí, mira la escena con sorpresa.
Sin embargo, él les ignora completamente, y se dirige sin esperar más a la puerta que da con la oficina de su superior.
Al llegar, da tres suaves golpecitos a esta, y murmura lo siguiente─. Señor, ¿puedo hablar con usted un segundo?...─.
─Adelante─. Oye decir.
Sin más, ingresa a la oficina y cierra con suavidad la puerta a sus espaldas. Oculta sus nervios perfectamente, pero cuando el peli-blanco alza el cuello para verle a la cara, se da cuenta de que no sabe qué decir, y comienza a improvisar.
─Verá... Significa mucho para mí trabajar en esta agencia─. Hace una pausa, y baja la mirada hacia sus pies─. Me daría una pena tremenda dejar este trabajo...─. Dicho ello, no puede evitar recordar a alguien, pero tampoco demora en recuperar la compostura, y verle directo a la cara─. Pero... Ahora tengo a alguien a quien... Debo ayudar económicamente. Sé que mi tiempo de prueba todavía no finaliza y por tanto no van a pagarme aún, así que...─. Intenta explicarse, y al quedarse sin palabras, mantiene la boca cerrada por un momento─. Le pido que por favor este tiempo asignado finalice y así yo pueda seguir trabajando con usted, de otra forma tendría que renunciar y buscar trabajo en otra parte─...
Al oírle, Fukuzawa se acomoda en su lugar y, con ayuda de un semblante serio, analiza su mirada.
─Mmh... Me has demostrado...─. También, hace una pausa y piensa detenidamente en lo que dirá─. A pesar de tu actitud en ciertas ocasiones, una de mis mayores dudas a la hora de contratarte, que es el hecho de que sí puedo confiar en ti. Así que, Dazai, sí estoy dispuesto a dar por finalizado el tiempo de prueba y darte la paga mensual, como a cada uno de mis empleados. Pero espero de ti más compromiso y más responsabilidad con la agencia.
A penas oírle, el castaño asiente de manera determinada, y le esboza una pequeña sonrisa.
─Muchas gracias─. Murmura, recibiendo un gesto simple de vuelta y girando en dirección de la salida casi inmediatamente. Sin embargo, al cruzar el umbral y cerrar la puerta nuevamente detrás de sí, lo primero que escucha es el grito proveniente de una chica de bata blanca.
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Missing [Dazai y tú] COMPLETO
Fanfiction[a d v e r t e n c i a; Sexo, humor negro]. ❝ Mi vida ya tenía un proposito para ese entonces, pero yo no me había enterado de ello. Varios años después, luego de que una amiga de la infancia se presentara repentinamente ante mí, lo supe. Kalem, mi...