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Narra Autora

[Viernes. 8:46PM]

─¿Me temes?...─. Da un paso sobre el césped, su zapato marrón se hunde en la tierra y los costados se manchan y embarran entre polvo y pequeñas piedresillas sucias─. ¿Prefieres que te ayude?...─. Entonces, su frente choca contra el frío hueco del arma que otro hombre sostiene, y una sonrisa se dibuja en su rostro, acompañando así a esos ojos desquiciados que anhelan que el hombre apriete el gatillo.

Sin embargo, la mano de este tiembla, y Osamu siente como el arma roza continuamente su piel entre pequeños movimientos que el otro no logra controlar.

Pero, cuando el tiempo parece detenerse y el joven del temblor teme por su vida mientras que el castaño se limita a esperar por el término de la suya, una bala impacta contra el hombro del oponente y este suelta la pistola ante la dolorosa sorpresa que le acaba de llegar, recibiendo otra un segundo después, justo en medio de la clavícula, y cuando sus piernas pierden fuerza y sus rodillas impactan contra el suelo, la última bala que la presente se dispone a disparar, le llega directo al cráneo.

─No eres de mucha ayuda sí le ofreces al enemigo apretar el gatillo por él, ¿lo sabes, no?─. Cuestiona ella, con cierta ironía en su tono, mientras se acerca al chico a pocos centímetros del cadáver.

Dazai ríe.

─Mira quién habla─. Se mofa, dando media vuelta hacia el camino contrario, al igual que su acompañante─. Tienes puntería perfecta, pero aún así optaste por dispararle tres veces─. Le mira por el rabillo de sus ojos mientras camina, y mantiene una sonrisa socarrona.

Ahí, ____ mete el arma en el borde de su pantalón, y la oculta por debajo de su abrigo. También sonríe, pero no mira al chico. Y ahora, una expresión juguetona adorna su cara─. Aprendí del mejor...─. Le susurra, girando su cuerpo en dirección del castaño, para poder así verle a los ojos.

(. . .)

─Era una fachada, vaya mierda─. Murmura la chica, a pocos centímetros de una guapa mujer que yace a un lado de sus pies, y entre un charco de sangre; Tres balas en su pecho, la mandíbula rota y, por consecuente, su rostro ciertamente desfigurado─. Bueno... Aunque le pidiera disculpas no me podría escuchar─. Dicho eso, tensa la mandíbula y pasea la mirada por la joven que tiene en frente, encogiendose de hombros luego de unos segundos de silencio.

Dazai está parado detrás de ella, con las manos en los bolsillos y observando la escena en total calma.

Mientras juega con su labio inferior, mordiendo a este cada ciertos segundos, no dice palabra alguna, y espera pacientemente a que su compañera se disponga a levantar, para así por fin poder irse de aquel sitio.

Pero entonces, la sirena policíaca se escucha a pocos metros del cuarto, y los trozos de vidrio que, aún rotos, no se han salido del marco de la ventana, reflejan variedad de luces color azul y rojo que, dado a su posición, apuntan hacia el suelo.

─Vámonos─. Indica el varón. Mas, ____ no se mueve en lo absoluto─. ¿Piensas pararte?─. Sin embargo, dicho lo último, se cruza de brazos, y le habla con un tono cortante, como sí le amenazara;

Cosa que detiene el accionar de la chica poco menos de un instante después.

Al voltear hacia él, con su ceño fruncido y ambos puños bien apretados, le ve directo a los ojos, y dice lo siguiente;

─Vuelve a hablarme así y vas a terminar como ella─. Apunta al cadáver y mira a Osamu con seguridad. Pero... A pesar del comentario que obtuvo, él, lo único que hace, es sonreír─. Estoy eligiendo una joya, ¿qué no ves?─. Y así, ella vuelve a girar en dirección del cadáver, y con cuidado de no manchar sus rodillas con la sangre que, en este momento, está pisando, acerca sus manos a ella y acaricia suavemente su cuello.

Missing [Dazai y tú] COMPLETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora