Malestar / Flashback pt. 2

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3 meses después .....

Buenos Aires, Argentina.

En el living de la enorme casa de los Galán en la capital, estaba Joaquín hijo afinando su guitarra

— ¿No vais a ir hoy a la facultad hijo? — lo interrumpió Doña Engracia quien entraba al living

— No mamá, hoy me tomé el día, no se, estoy inspirado tal vez salgan unos temitas — dijo Joaquín guiñándole el ojo a su madre

— ¡Ay hijo! Espero que tu etapa de músico pase pronto, porque tu padre no está muy contento

— Madre, no tienen de qué preocuparse, por supuesto que voy a terminar la carrera, digamos que la música es mi pasatiempo y no me sale tan mal ¿no? — bromeo el joven 

Engracia movió la cabeza riendo de su hijo, Joaquín siempre lograba convencer a sus padres de lo que quería

Mientras Joaquín tocaba unas notas y su madre estaba sentada escuchándolo se abrió la puerta principal.

— Hija, ¿qué hacéis aquí, saliste temprano de la facultad? — preguntó Engracia

— Hola mamá, no, la verdad me sentí un poco mal y preferí regresar temprano — explico Lucía quién estaba pálida y un poco doblada del dolor.

— ¿Pero estais bien? ven siéntate — Engracia se levantó, tomó de la mano a Lucía para guiarla al sillón

Joaquín soltó la guitarra al ver a su hermana y se paró frente a ella

— Joaquín trae agua para tu hermana — pidió Engracia y Joaquín salió hacia la cocina

— ¿Pero que te pasó mi amor? estais pálida — dijo su madre preocupada

Joaquín no se tardo ni un minuto cuando regresaba con el vaso de agua y se lo ofreció a su hermana.

— Estoy bien mamá, solo es un pequeño malestar — dijo la joven pelirroja tomando el vaso

— Hay que llamar al doctor —

— No mamá, no te preocupes, ya se me va a pasar

— ¿Estas segura? no te ves bien — dijo Joaquín

— De seguro fue algo que comí y me cayó mal, no tiene caso que llamen a un doctor, solo me tomo algo para el dolor y ya está — dijo convencida

— Bueno, de todas maneras es mejor que te recuestes, voy a hacerte un té — dijo Engracia — Joaquín acompaña a tu hermana y que descansé

— No te preocupes mamá, está necia se va a recostar justo ahora — dijo Joaquín con cierto tono burlón hacia Lucía, pues él la conocía perfectamente y sabia que su hermana era testaruda y se estaba aguantando el malestar

Lucía estaba tan mareada que ni siquiera le dió importancia a que su hermano la llamó "necia", ambos subieron a la habitación y Joaquín ayudó a Lucía a subirse a la cama

— ¿Estas bien? — preguntó Joaquín mientras acomodaba las almohadas en la espalda de su hermana

Lucía asintió, mientras trataba de acomodarse le dieron tantas nauseas que salió corriendo al baño, se limpió y regresó tambaleándose a su cama bajo la mirada de Joaquín

— Lu, no estás bien, necesitas que te revise un médico 

— Estoy bien, ¿Y esa cara de preocupado? — dijo divertida Lucía al ver la cara se su hermano pues él se preocupaba siempre por todo

— ¿Y que cara queres que ponga si te estoy viendo así? Casi vuelves lo de toda la semana — dijo un poco enojado

— ¡Dale Joaquín! Tampoco es para tanto, ya te dije, algo me cayó mal

— ¿Y si te intoxicaste, comiste algo a lo que sos alérgica?

Lucía comenzó a reír

— ¿De que te reís? — dijo Joaquín algo irritado

— ¿Ya te viste la cara? 

— Es que eres una necia Lucía

— ¿Cómo me dijiste?

— ¡Necia! — dijo seguro Joaquín

— ¿Necia? — le respondió Lucía sarcástica

Ambos iban a comenzar una pelea como nenes de 3 años cuando entró Engracia al cuarto de Lucía

— Basta, los dos, los vengo escuchando desde las escaleras — los reprendió la madre

— ¿Y que me decís a mí? Mejor dile a tu hija que se deje de tonterias y que deje que la revisen —dijo Joaquín algo molesto

— Por que no mejor le dices vos a tu hijo que no es mi padre para que me esté regañando — le regresó Lucía

Joaquín iba a responder pero su madre levantó una mano para que su hijo se callara

— Basta dije, Joaquín deja a tu hermana descansar y tu Lucía así sea un malestar sería mejor que el doctor te recete para que pase rápido

Lucía asintió y Joaquín se tranquilizó

— Dale mamá, que me revisen, pero ahora ¿puedo descansar? — pidió Lucía

Su madre aceptó y se levantó con rumbo a la puerta

— Tomate ese té — le dijo Joaquín exigiéndole mientras señalaba la taza

— Si papá — le respondió Lucía divertida

Ambos salieron de la habitación y Lucía se giró para acomodarse


Después de una cuantas horas, un dolor profundo en el vientre despertó a Lucía, ésta se levantó y caminó con dirección al baño tomandose el estómago con la mano, sintió nauseas de nuevo y volvió el estómago, de pronto mientras se sostenía de la pileta del baño un pensamiento llegó a su cabeza, levantó la cabeza y se miró fijamente en el espejo

— ¿Qué día es hoy? — pensó

Lucía recordó que hacia meses que no le había llegado el periodo, sin embargo anteriormente no le había tomado importancia pues eso es normal que pase en alguna temporada en las mujeres, pero eso sumado a sus síntomas recientes no le cuadraba en la cabeza a la joven

— Ay no, Lucía, no, no, no — se dijo así misma con tono preocupado y en voz alta mientras se tocaba la cabeza con ambas manos

Regresa a mis brazos... ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora