Regresa a mis brazos... ❤

Nacimiento pt. 1

— Tranquila querida, todo va a salir bien, respira hondo —

— No puedo mamá — decía entre lagrimas la joven y bella Lucia, quien con una mano agarraba con fuerza la mano de su madre y con la otra su enorme barriga

— Si vais a poder, sólo sigue respirando, ¡Por Dios! cómo tardan, ¡JOAQUÍN!, tranquila hija— grito desesperada Engracia al ver a su hija a punto de desmayarse

— ¡MAMÁ!— entró Joaquín a la habitación y se encontró con la imagen de su hermana, pálida, sollozando y con la respiración entre cortada

— Vamos, toma de la mano a tu hermana, voy a buscar a tu padre, tenemos que ir al hospital—

Joaquín obedeció y sin pensarlo dos veces ya estaba junto a su hermana tomándola de la cintura para evitar que cayera

— Tranquila Lu, respira, todo va a estar bien, ya falta poco — le pidió Joaquín a Lucía asustado mientras la tenia muy bien sujeta

— ¡JOAQUÍN!, pero.... ¿Qué pasa con vuestro padre?, !Joaquín¡— gritaba Engracia

Por el pasillo venia un hombre ya grande con pelo cano, caminando a toda prisa, entró a la habitación

— Pero qué pasa, ¿ ya está listo el auto? Lucia va a dar a luz en cualquier momento — le comunico Engracia exaltada a su esposo

— Lucia no va a ir a ningún hospital— dijo el hombre muy serio

—¿Pero de qué estáis hablando?, tenemos que llevarla ya o va a dar a luz en este cuarto— preguntó Engracia muy confundida

Lucía cada vez tenia más contracciones, su vista empezó a nublarse, sólo sentía la mano de su hermano y voces muy lejanas

— Papá, ¿De qué estás hablando?, vámonos ya — le gritó Joaquín a su padre desde atrás mientras sostenía a Lucía en el aire

— Como estáis escuchando, nadie se va a mover de está casa, Lucia tendrá que dar a luz aquí mismo — contestó el hombre muy enojado

— ¿Te volviste loco? — dijo Joaquín, soltó la mano de su hermana para enfrentar a su padre, mientras Engracia corría para relevar a su hijo y tomar la mano de la joven 

— Yo les advertí hace mucho tiempo que no dejaría que esa muchacha deshonrara esta casa y a su familia, nadie se puede enterar — gritaba el padre

— Por favor Joaquín ya habíamos hablado de eso— suplicaba Engracia

Joaquín al ver que no podría razonar con su padre quien no se movía de la puerta el joven volteo hacia su madre:

— Vamos mamá, nosotros llevaremos a Lucía a un hospital— 

Joaquín avanzó hacia la cama para cargar a su hermana pero su padre gritó:

— Escuchadme bien, escuchadme bien los dos, está es mi casa y yo decido que se hace en ella, esa niña rompió con la reputación y el buen nombre de esta familia al quedar embarazada de ese muerto de hambre, si quiere tener a su bastardo lo tendrá que tener aquí — gritaba el viejo señalando con enojo a Lucía

— Papá por favor, no hagas esto — le pidió Joaquín

— Joaquín es nuestro nieto, tu nieto — le dijo Engracia

— Ese niño no es mi nieto, es un bastardo y como eso nacerá — les grito de nuevo

Lucía cada vez se desvanecía más, el dolor era intenso, pálida, con lagrimas en los ojos, sudaba en frió y sólo escuchaba voces, no entendía lo que pasaba