Caminaron por el pasillo y al llegar a la cocina Celeste se quedó helada, su abuelo estaba acompañado por dos personas que la vieron fijamente cuando ella apareció.
— Hola Celeste — dijo el hombre sonriendo y a Celeste se le aceleró el corazón.
Y allí estaba ella, sin un solo gesto o movimiento, Lucía la estaba observaba fijamente.
— ¿Celeste, no vas a saludar? — le dijo su abuelo al ver que la niña estaba paralizada y no respondía
— Hola — dijo la niña tratando de esconder su nerviosismo
Se produjo un silencio incómodo
— Pasábamos por aquí y se nos ocurrió visitarlos, saber como están, espero que no le moleste o que estemos siendo inoportunos — dijo Gabriel
— No, para nada — le respondió Tomás
— Lucía me contó lo que te sentiste mal y te desmayaste el otro día en la casa y nos quedamos preocupados, pasamos para saber ¿cómo seguís, si necesitabas algo o .........? — ofreció Gabriel pero Celeste lo interrumpió antes de terminar, pues sabia lo que le iba a decir y no quería que su abuelo se enterara.
— ¡Estoy bien! — dijo Celeste nerviosa
Tomás volteo con cara de confundido hacia su nieta
— ¿Cómo?, ¿Te desmayaste?, ¿Cuando? — preguntó su abuelo sorprendido
Gabriel y Lucia voltearon a ver a Tomás, se dieron cuenta de que el anciano no sabia nada
Celeste no sabia que decir, mientras balbuceaba trataba de explicarle a su abuelo
— Eh ................. no, ósea sí me desmayé, pero ............ solo se me bajo el azúcar, estoy bien — se justifico la niña
Don Tomás endureció la cara y antes de empezar a hablar Martina quizo ayudar a Celeste
— Yo soy Martina por cierto, la vecina y la mejor amiga de esta niñita — se presentó sola y graciosamente la joven
Gabriel y Lucia la saludaron, sin embargo el momento de distracción que había brindado Martina no duró mucho
— ¿Por qué no me habías dicho nada? — preguntó el anciano
— Por que no pasó nada más abuelo, sólo no desayuné bien, eso es todo.
— Celeste ....... — Iba a empezar a hablar el anciano enojado
— Perdóneme Don Tomás, no sabía que no le había dicho, además no tiene porque preocuparse, mi esposa estaba allí y ayudó a su nieta
Celeste veía a Gabriel preocupada
— Igual me hubiera gustado que vos me lo hubieras contado hija
Celeste negó con la cabeza
— Por eso no te dije nada, no tenia caso preocuparte, además Lucrecia y Paula también estaban allí — dijo la niña para tratar de calmar a su abuelo
— ¿Cómo te sentís? — por fín soltó palabra Lucía inesperadamente volteando a ver a Celeste
— Bien, me siento bien, gracias
Martina sorprendida veía fijamente a Lucía, Celeste se dio cuenta y golpeo el brazo de su amiga con su codo.
— Bueno, eso es lo mas importante que sólo fue un susto — dijo Gabriel sonriendo tratando de mejorar el tema, — ¿Y usted Don Tomás?, Celeste ya me dijo que había entrado a trabajar, ¿esta a gusto?
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Regresa a mis brazos... ❤
FanfictionLucía Galán es una mujer hermosa, con una vida aparentemente perfecta, un marido maravilloso, una linda familia, un buen estatus económico, sin embargo, algo se perdió en su pasado, algo que arrancaron de sus brazos y que ella busca encontrar desesp...