¿Qué fue lo que hiciste?

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El hombre escuchó los gritos de auxilio de su esposa que aún estaba en la habitación con Lucía sin conocimiento en sus brazos, pero éste los ignoró y se encerró en el despacho de la casa.

Joaquín en ese momento iba entrando con el doctor del hospital del pueblo, y al escuchar los gritos de su madre no dudó en correr hacia ella.

— ¿Qué pasó? — dijo Joaquín sorprendido al encontrarse con la escena, su madre tratando de levantar a su hermana y su hermana desmayada en el piso.

— Ayudame a levantarla — le suplico Engracia asustada

Joaquín se apresuró, tomó a su hermana en brazos y la acomodó de nuevo en la cama.

— ¿Pero qué pasó mamá? — preguntó confundido, mientras que el doctor que había traído se apresuró hacia Lucía para tratar de reanimarla.

—  Hijo — dijo su madre llorando tomándole las manos

— Tranquila mamá, decime que paso

—  Tu padre, tu padre se llevó a la bebé de tu hermana — le respondió casi sin aire

— Tranquila mamá, ven sentate — tomándola del brazo para sentarla en el sillón que estaba en la ventana de la habitación mientras el doctor revisaba a Lucía que aún no recobraba el conocimiento.

Su madre aceptó y se sentó:

— Decime que paso — dijo arrodillado enfrente de su madre lo más tranquilo que pudo para no alterarla aún más

—  No se Joaquín, tu padre entró, le quito a la bebé a tu hermana, se la llevó y yo no pude hacer nada, tu hermana se desmayó y no podía dejarla sola —  la mujer se tapó la cara con las manos mientras le contaba a su hijo.

—  Esta bien mamá tranquila, ¿Dónde está papá?

— No se, no se

— Espera aquí mientras el doctor revisa a mi hermana, yo voy a buscar a mi papá — Joaquín se paró como rayo y salió de la habitación.

Joaquín salió apresurado hacia el living

— ¡Papá, papá! — gritaba el joven pero no había respuesta

— ¡Papá!— buscaba y abría puertas, del escándalo que se armó Joaquín con sus gritos un empleado salió hacia él

— ¿Pasa algo señor? — preguntó el hombre amablemente

— Mi papá, ¿Lo has visto?

— Está en su despacho, pidió que se le llevara un té

— Gracias — dijo Joaquín quien apresuró el paso hacia el despacho de su casa


Joaquín padre se encontraba sentado tras su escritorio leyendo unos papeles y tomando mate tranquilamente cuando su hijo entró azotando la puerta.

— ¿Pero que te sucede Joaquín? — preguntó el hombre mayor desganado

— ¿Qué me sucede a mí? — le respondió Joaquín sorprendido ante el cinismo de su padre

El hombre mayor solo se limito a mirarlo y sin el mínimo gestó volvió su mirada hacia los papeles que leía, Joaquín enojado le arrebató los papeles para que su padre le pusiera atención.

— ¿Qué fue lo que hiciste papá?

— No se de que estáis hablando — respondió el hombre encogiendo los brazos cinicamente

— ¿No sabés de que estoy hablando, en dónde está la bebe, a donde te la llevaste? — exigió Joaquín

— Vamos de nuevo con ese tema — dijo tranquilo pero arrogante el padre

— Te desconozco papá, no se que es lo que estás pensando, pero lo que acabas de hacer no tiene nombre, decime en donde está mi sobrina y voy a ir por ella ahora mismo

— Nadie va a ir por nada — grito Joaquín padre golpeando con el puño el escritorio y parándose velozmente, pues su hijo ya lo había echo perder los estrivos

— Esa niña nunca nació y nunca existió

— ¿Cómo podés decir eso?, es la hija de tu hija, es tu nieta

— Esa niña no es mi nieta, yo no tengo nietos, esa niña es un error que tiene que desaparecer de nuestras vidas

— ¿Y mi hermana, acaso crees que se va a quedar con los brazos cruzados?, ¿Y la niña?

— Lo tendrá que hacer, tendrá que olvidar que tuvo una hija si quiere seguir siendo mi hija y llevando el apellido Galán — le respondió desafiante — En cuanto a la niña, jamás conoció a su madre

— Papá por favor, pensa bien las cosas, no podés hacerle esto a Lucia, no podes hacernos esto a todos, por favor

El hombre se volvió a sentar y tomando el periódico lo ignoró, Joaquín ladeaba la cabeza de la decepción, desconocía a su padre, el hombre que el conocía no era capaz de hacer una cosa como esa y al ver que no iba a poder razonar con su viejo decidió salir del despacho pero antes le dijo:

— Yo voy a buscar a ese bebé, así sea por debajo de las piedras, lo voy a encontrar papá y para cuando lo haga espero que Lucía te pueda perdonar — salió el joven azotando la puerta

Al escuchar el portazo y verse solo el viejo bajó el periódico, tomo su cigarrillo y se perdió en sus pensamientos

Regresa a mis brazos... ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora