Ojalá fuera ella

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Celeste abrió sus enormes ojos cafés ante la mirada de Lucía, Gabriel, Macarena y Paula mientras Isabella se quejaba exageradamente.

Macarena se levantó velozmente y en un movimiento violento tomó el brazo de Celeste

— ¡Auch!— se quejó Celeste mientras miraba asustada a la mujer que no le soltaba el brazo

— En este preciso momento me vas a explicar quien sos vos y que le hiciste a mi sobrina — dijo Macarena enfurecida viendo fijamente a Celeste

— Señorita Macarena no creo que sea necesario ..... — dijo Paula tratando de que la mujer soltara a la niña

— ¡Basta Macarena, soltala! — pidió Gabriel acercándose hacia dónde estaban ellas.

— ¿Qué crees que estás haciendo? — regañó Gabriel a su hermana

— ¿Qué vos no escuchaste? Por culpa de esta tu hija está así — dijo alterada la hermana

— Me llamo Celeste — respondió la niña enojada después de que la mujer la llamara "esta"

— Si escuché perfectamente, pero dejemos que nos explique, soltala por favor — volvió a pedir Gabriel

Macarena de mala gana soltó a Celeste

— ¿Estás bien? — preguntó Lucía a lo lejos desde el sillón en donde estaba con Isabella, pues notó a la niña tensa

Celeste asintió

— Bueno, entonces explicanos lo que pasó, ¿Por qué traes a mi sobrina así, acaso quisiste robarle? — exigió Macarena

Todos miraron con atención a Celeste, Isabella sólo bajo la mirada tomando la mano de Lucía fingiendo estar asustada y Celeste las miró fijamente.

— Yo no soy ninguna ladrona señora — regresó la mirada — lo que pasó........... fue un accidente, yo iba en mi bici distraída y ella también — señaló a Isabella — y chocamos — explicó

— Entonces ¿trataste de matarla? — exagero Macarena — Paula, llame a la policía

Celeste se asustó

— Señor, yo la conozco, no es necesario llamar a la policía, ella no .... — dijo Paula pero Gabriel la interrumpió

Lucía soltó a Isabella y caminó hacia donde estaban todos

— ¡Basta Macarena! — dijo Gabriel suspirando cansado, — No hay que exagerar y por lo que dice esta jovencita fue un accidente, al contrario, deberíamos agradecerle, Isabella se pudo haber quedado tirada en la callé y sin embargo la trajo a casa

Celeste miró a Gabriel 

— Tu hija está lastimada, mirala no puede ni caminar — insistió su hermana

— Y esta niña está sangrando, Isabella no tiene ni un rasguño — dijo Gabriel señalando a Celeste

— Papá me duele mucho el tobillo — dijo desde lo lejos la rubia

— Paula, hay que llamar al doctor Loza para que revise a Isabella — pidió Gabriel 

Paula asintió y despareció hacia la cocina dejando a todos, incluyendo a Celeste en el living


En la cocina los empleados tomaban maté junto a Lucrecia y Antonino el chef cuando Paula entró

 — Lucrecia toma el teléfono y marca al consultorio del doctor Loza, es urgente, la señorita Isabella regresó y está lastimada

Lucrecia asintió 

Regresa a mis brazos... ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora