Regresa a mis brazos... ❤

Promesa

La noche fue larga y fría, en Bariloche no era raro este clima, Lucia había despertado un par de veces durante la madrugada, drogada por los sedantes que aún estaban en su sistema y asustada por las pesadillas que la habían echo despertar, sin embargó seguía sin tener conciencia y se volvía a quedar dormida, Joaquín estuvo ahí toda la noche para ella. 

 El amanecer por fin entró por la ventana del enorme cuarto decorado con el encantador estilo de Lucia, Joaquín quien de nuevo pasó toda la noche junto a su hermana había despertado hace ya algunas hora y seguía pegado a ella en una silla junto a la cama.

Lucia se empezaba a mover, a salir del sueño profundo y su hermano tomó su mano, cuando la joven abrió los ojos lentamente, estaba desorientada y sé hacia consiente poco a poco.

— Hola — le dijo Joaquín con una sonrisa sutil

— Hola — le respondió la dulce y lenta voz de Lucia

— ¿Cómo te sentis? 

Ante esta pregunta Lucia se desbordó en un llanto tenue casi silencioso

— Tranquila Lu — le pidió su hermano mientras la levantaba para abrazarla

— Por favor Joaquín decime que fue un sueño, decime que mi hija está aquí

Joaquín con todo el sentimiento la pegó aún más hacia el

— Perdóname hermana, por no haber podido evitarlo — le susurró al oido, mientras la contenía hasta que la joven se calmo un poco

— Es solo una bebita, no pude tenerla conmigo apenas si la alimente, por favor llama a papá si es necesario me arrodillo ante él, hago lo que me pida, desaparezco con mi hija y no me vuelve a ver más si es lo que quiere — dijo Lucia mientras salían lagrimas de sus hermosos ojos.

— No digas eso Lu, por favor, la vamos a encontrar

— ¿Cuándo Joaquín?, es solo una bebita, necesita a su mamá, me necesita a mi

— No lo sé Lu, mamá y yo intentamos todo, pero papá se rehuso a decirnos

— Entonces vamos a buscarla nosotros, por favor Joaquín, vamos — se levantó de la cama pero su hermano lo impidió

— Lu, tranquilízate por favor

— ¿Cómo me podés pedir que me tranquilice? mi bebé esta allá afuera

— Lo sé bonita, pero primero debes saber algo 

Lucía lo miro con sus enormes ojos castaños, Joaquín limpió las lagrimas que caían de ella con sus pulgares y con la voz clara le dijo:

— Lucía, ayer papá nos dijo que volveríamos hoy a Buenos Aires, mamá y yo nos negamos rotundamente y como no despertabas él decidió irse muy temprano, pero....

— ¿Qué pasa Joaquín? — dijo la joven harta

— Lu, estábamos esperando a que despertaras, el chofer está esperando y..... nos tenemos que ir

 — ¿De qué estas hablando? no me voy a ir de aquí sin mi bebé

— Lu, escuchame por favor, ayer papá nos dijo que le entrego la bebe a la partera y que esa mujer desapareció 

Lucia se tomo la cabeza con ambas manos

— No Joaquín, por favor.... eso no es cierto, lo está haciendo para castigarme, por favor llamalo, le voy a pedir perdón de rodillas, de verdad lo voy a hacer, solo necesito que me regrese a mi bebé — decía Lucia en shock y con esperanza

A Joaquín se le rompía el corazón pero sabia que por el momento no podía hacer nada

— Lo siento Lu, lo mejor es que regresemos a Buenos Aires

— ¿Cómo me podés decir eso? yo no voy a ir a ninguna parte — golpeaba el pecho de su hermano

— Me lo merezco, me lo merezco Lu, shhh tranquila — la abrazo de nuevo para tranquilizarla —Escuchame quiero que hagamos un trato tú y yo, pero necesito que estés tranquila.y confíes en mi, yo tampoco le creo a papá, así que vas a regresar a Buenos Aires con mamá

— Pero.... 

— Y yo me voy a quedar aquí para buscarla

— Joaquín...

— Por favor Lu, confía en mí, si no regresas a Buenos Aires papá se va a volver loco

Lucía no quería aceptar, dudaba del plan de su hermano

— ¿Confias en mí? — le preguntó a su hermana

— Si — le respondió con la cabeza baja mientras caían lagrimas

— Te prometo que voy a mover cielo y tierra, y te la voy a llevar de regreso

Lucía asintió y se volvieron a abrazar.