Regresa a mis brazos... ❤

Sentimientos

Paula notó la tensión del momento entre las dos y rompió el silenció.

— Señora, ¿se le ofrece algo?

Celeste volteo a ver a Paula pues entendió que esa mujer era la nueva dueña de la casa

Lucía quien no podía despegar los ojos de la niña, volteo lentamente hacia su ama de llaves

— No, solo venia a ver .............. si.......... si ya está lista la comida— terminó de decir Lucía volteando a ver a Paula

— Por su puesto señora en un momento sirven 

Lucía asintió sin poder decir una palabra y con la vista aún posada sobre Celeste

Celeste observaba callada a Lucía desde su lugar, confundida por la sensación que tenia hasta que Lucía salió de la cocina

— Celeste.....¿estás bien?— Le preguntó Lucrecia pues la niña no reaccionaba

— ¿Qué?...... ah si, si, estoy bien, me tengo que ir — corrió hacia la puerta 

— ¡Piccola tu postre!— gritó Antonino pero Celeste ya había salido corriendo velozmente

Todos en la cocina quedaron confundidos por el comportamiento de ambas

— La señora Lucía se puso rara cuando vio a Celeste ¿no? — dijo Antonino

— Como si hubiera visto a un fantasma — agregó Lucrecia

— No hay nada de raro, los dos a trabajar que los señores quieren comer— les dijo Paula en tono fuerte, ella sabia que había algo raro, pero su trabajo era otro al igual que evitar que hubiera chismes entre los empleados

Lucía entro al comedor apoyándose de las sillas, Gabriel la notó pálida y corrió hacia ella para ayudarla a sentarse

— Mi amor, ¿estas bien? — le preguntó Gabriel preocupado

— Si, estoy bien

— ¿Segura? Estas pálida Lucía

— Estoy bien Gabriel — alzó la voz Lucía

Joaquín regresaba guardándose el celular en el saco y se dió cuenta del malestar de su hermana

— ¿Qué pasó, Lu estas bien? — preguntó el hermano volteando a ver a Gabriel, éste le negó con la cabeza en señal de que no tenia la mínima idea de lo que había pasado

— ¡Paula!— grito Gabriel 

— Dígame señor — salió la mujer apresurada de la cocina al escuchar el grito de Gabriel

— Por favor tráigame una vaso de agua, rápido, a la señora se le bajo la presión — pidió Gabriel arrodillado frente a Lucía quien aún respiraba agitadamente y no había recobrado el color

— Por supuesto — regresó a la cocina 

Lucia subió a su cuarto apoyada en Gabriel pues no tenia mucha fuerza, Joaquín abrió la puerta del cuarto y Gabriel la llevó hasta la cama para recostarla

Paula subió al cuarto principal con el vaso de agua, Gabriel lo tomó y se lo ofreció a Lucía, ésta tomó un delicado trago.

— ¿Estás mejor? — le preguntó su esposo sentado junto a ella 

Lucía asintió 

— Insisto en que te revise un medico — le pidió Gabriel preocupado

— Estoy bien mi amor, no te preocupes, solo se me bajo la presión, ya estoy bien — le respondió Lucía para tranquilizarlo