Ambulancia

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Ambos entraron al estudio, el anciano detrás de Lucia.

Ambos entraron al estudio, el anciano detrás de Lucia

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— Pase Don Tomás — dijo amable. — Sientese por favor — Lucia quien se encontraba detrás del escritorio con la mano le indicó al viejo la silla.

Tomás se sentó aún un poco avergonzado.

— ¿Le ofrezco algo?

— No, no señora, estoy bien, no se preocupe

Lucia aclaró la garganta

— Bueno, digame, ¿De que quiere hablar conmigo?

Tomás se acomodó en la silla, no estaba seguro de lo que estaba apunto de hacer

— Señora, lo que le voy a decir no es fácil y tal vez piense que estoy loco

Lucia lo miró aún más confundida

— ¿Por que pensaría eso Don Tomás?

El anciano se movió al filo de la silla

— Míreme bien, ¿segura que no me recuerda de algún otro lado? — le preguntó el anciano

Lucia negó

— No entiendo Don Tomás

El anciano se re acomodó en la silla, tenia que pensar en otra forma en que lo recordara

— Han pasado muchos años, ya estoy muy viejo, pero estoy segura que en algún lugar de sus recuerdos tal vez me reconozca

— Sigo sin entender — le aseguró desconcertada

El anciano suspiró

— Hace muchos años trabajé en una casa de campo como jardinero, y allí conocí a una bella jovencita pelirroja — explicó Tomás

Lucia abrió sus ojos castaños de par en par, aunque las palabras del hombre estaban sido confusas algo en ella había caído en cuenta.

Lucia abrió sus ojos castaños de par en par, aunque las palabras del hombre estaban sido confusas algo en ella había caído en cuenta

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El anciano asintió con la cabeza al ver que Lucia por fín habia entendido

— A vos Lucia, yo trabajé como jardinero en la casa de Bariloche para tu padre

Regresa a mis brazos... ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora