Decime como es ...

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— Habla, que no te voy a dar mucho tiempo — volvió a exigir

Diego suspiró, no entendía la actitud arisca de Lucia, ella jamás había sido así, pero claro habian pasado tantos años que prácticamente de nuevo eran desconocidos.

— ¿Así que fue él el hombre con el que te casaste? — por fin se animó a decir Diego mientras miraba triste hacia al piso.

— ¿Me estas reclamando o me estas preguntando?

Diego hizo una mueca de sonrisa, evidentemente era un reclamo.

— Vos no tenes nada que reclamarme, Gabriel me salvo, me regresó a la vida después de que vos....... me abandonaste — le dijo Lucia con dolor y rabia pero de forma tranquila.

— Yo jamás te abandoné Lucia — le aseguró mirándola a los ojos. — Si vos me botaste a mí, ahora entiendo por que tomaste esa decisión, y ....... no te culpo, por lo visto Gabriel era el indicado para vos, pero si me lo hubieras dicho de frente, viéndome a los ojos, tal vez ........ hubiera aceptado que perdí, una carta no es suficiente Lucia, no lo fue.

Lucia lo miró fijamente.

— ¿Pero de que hablas vos, de que carta me estas hablando? — preguntó confundida

— La carta, la carta en la que me dijiste que ya no me amabas, que lo nuestro había sido un "pasatiempo", que habías encontrado a alguien que si te merecía.

Lucia sonrió sarcásticamente mientras volteaba la mirada, no podía creer lo cínico que alguien podía llegar a ser.

— Pero si el que me dejo una carta fuiste vos — soltó, evidentemente ya exasperada

— Lucia yo no te mandé ninguna carta

— ¡Ay por favor!, ¿pensas que te voy a creer?, me abandonaste Diego, me abandonaste en el momento en el que más te necesitaba, estaba embarazada, sola, asustada, no sabia que hacer........

Diego la miró con lagrimas en los ojos

— Entonces, ¿es cierto?, ¿estabas embarazada?, ¿de .... mi?

Lucia paró, y las lagrimas silenciosas inundaron sus ojos.

— Claro que de vos, ¿de quien más? — Lucia le respondió con aún más dolor

Esta vez Diego no pudo contener más las lagrimas con la noticia.

— ¿Y por que nunca me dijiste?

La mirada penetrante de Lucia se clavó en Diego de nuevo, Lucia negaba con la cabeza.

— Es que no se puede ser más pelotudo.

Lucia sin previo aviso se levantó molesta con la intención de abandonar la sala, pero Diego se lo impidió tomándola del brazo

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Lucia sin previo aviso se levantó molesta con la intención de abandonar la sala, pero Diego se lo impidió tomándola del brazo.

— Lucia, no se que esta pasando, pero me queda claro que a los dos nos mintieron, por favor, sentate y escuchame, dame la oportunidad de explicarte, te juro que ....... si después de escucharme sigues sin creerme yo mismo me voy y no me vuelves a ver, por favor.

Regresa a mis brazos... ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora