my only || hyunin/seungin

열일곱

—Ayer...Hyunjin me preguntó qué pensaba sobre tener una relación abierta. –comentó Jeongin llamando la atención de su amigo. Hace un rato quería decirle, pero no se atrevía. El rubio frente suyo frunció el ceño.

—¿Qué le dijiste? –preguntó y Jeongin soltó un suspiro.

—Que sí, supongo... –infló sus mejillas e hizo una mueca, mirando hacia otro lado. Jisung lo miró con detenimiento.

—No te veo muy convencido...para que una relación así resulte, deben estar de acuerdo ambos ¿no crees?

Sí, pero no podía decirle que no, sino me dejaría y yo me quedaría solo.

Pensó Jeongin.

—Lo sé, pero puedo adaptarme –respondió en su lugar.

Además prefiero saber que se mete con otros chicos a que lo esté haciendo a mis espaldas.

—No debe ser tan difícil –se encogió de hombros y Jisung hizo una mueca, preocupado.

—Está bien pero...debes prometerme que saldrás de ahí si no logras sentirte bien... –. Jeongin asintió con una pequeña sonrisa y Jisung hizo lo mismo.

—Bueno dejando el tema de lado...esta noche Minho hará una fiesta en casa, ¿te gustaría venir?

—Pero es jueves Jisung –dijo Jeongin poco seguro, a lo que Han se encogió de hombros.

—¿Y eso qué? Vamos Yang, no sería la primera vez que estamos de fiesta en la semana –Jeongin le dio la razón y terminó por aceptar.

—¿Recuerdas a Seungmin?, el chico con el que estuviste para mi cumpleaños –se sonrojó al recordar aquello y asintió —Vive cerca de tu departamento, él se ofreció a pasar por ti, ¿te parece bien? –de nuevo asintió, esta vez con una pequeña sonrisa en sus labios. —¿Qué piensas de él? De Seungmin, digo. Minho me contó que luego de conocerte no paraba de preguntarle por ti, creo que lo tienes loco.

Jeongin se atragantó con su saliva y miró a Jisung con los ojos muy abiertos.

—De qué hablas Han...como si eso fuera posible...

Jisung rió ante su reacción y se puso de pie.

—Solamente digo que deberías darle una oportunidad, no es un mal chico. Tengo clases ahora, nos vemos en la nocheee~ –canturreó el mayor despidiéndose.

Jeongin se quedó allí pensando en el castaño que había conocido hace tiempo. No pudo evitar sonreír.

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Eran cerca de las 21:30 y Jeongin se estaba arreglando para ir a esperar a que Seungmin llegara por él.

Tomó las llaves del departamento y su móvil y los guardó en los bolsillos de su chaqueta.

Hyunjin estaba en la sala y al escucharlo se volteó a verlo.

—¿A dónde vas? –le preguntó extrañado.

—A una fiesta –respondió Jeongin y cerró la puerta, dejando atrás a un Hyunjin molesto y desconforme.

Jeongin estaba nervioso por encontrarse de nuevo con ese chico, no sabía qué, pero en él había algo que hacía que sus nervios salieran a flote.

Cuando llegó a las afueras del edificio se sentó en una banca que estaba cerca de la vereda, a esperar a Seungmin.

Hacía frío y el silencio era casi absoluto en las calles, eso relajó un poco al rubio, que inclinó su cabeza hacia atrás y cerró sus ojos, abriéndolos más tarde para ver las estrellas.

De pronto escuchó un auto detenerse frente suyo y se asustó un poco, pero cuando la ventana del copiloto comenzó a bajarse, dejando ver el familiar rostro de Seungmin, su miedo se fue, siendo reemplazado por una sonrisa.

—Hola lindura, ¿eres Yang Jeongin? –preguntó el castaño haciendo que el menor riera.

Se levantó de la banca y caminó hacia el auto. Extendió su mano para abrir la puerta, pero Seungmin lo detuvo.

—¡Espera! –Jeongin ladeó un poco la cabeza, confundido y dio un paso atrás. Miró con atención y confusión a Seungmin, que se bajó del auto y caminó hacia donde el rubio se encontraba y en seguida abrió la puerta por él.

—Ahora puedes subir –le guiñó un ojo y Jeongin cubrió su rostro sonrojado, riendo levemente y negando con la cabeza. Seungmin cerró la puerta y volvió a su lugar rápidamente.

—No tenías que molestarte –dijo Jeongin sonriendo cabizbajo.

—Ay, no fue nada Innie –llevó una mano a su mejilla y la estrujó suavemente.

Un Hyunjin muy molesto observaba todo desde el balcón de su departamento.

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