육십 육

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Disfruten las 2214 palabras
me pasé u

A la mañana siguiente, Jeongin se despertó llorando gracias a un mal sueño que había tenido. Despertó de un repente y muy agitado, luego de calmarse un poco, agradeció que Hyunjin ya se hubiera levantado.

En el sueño, Jeongin podía ver cómo todas las personas a quienes amaba iban desapareciendo una por una, dejándolo solo en la oscuridad. El primero en desvanecerse en las sombras fue Felix, él siempre amó y admiró al pecoso porque era una gran persona, nunca creyó que iba a fallarle así. Luego se fue Soobin, a quien le siguió Chan, Jeongin al ver la silueta de su amigo desvanecerse sintió un dolor en su pecho y trató de alcanzar su mano para detenerlo, pero no podía mover su cuerpo, no pudo hacerlo en todo el sueño. En seguida desapareció Seungmin, luego Minho y junto a él comenzaba a hacerlo Jisung, hacía todo lo posible por alcanzarlo y evitar que se marchara, pero aún no podía moverse y la desesperación lo llevó a soltar un grito ahogado.

Mientras estaba en la ducha, dejando que el agua cayera por todo su cuerpo, comenzó a pensar demasiado en aquel sueño.

—Voy a q-quedarme solo... –musitó mirando a un punto fijo, dando paso a las lágrimas, que se mezclaban con el agua. Su respiración había comenzado a agitarse, si seguía así, sabía muy bien lo que ocurriría luego, pero no podía quitar de su mente esa imagen de sí mismo quedándose completamente solo en medio de la oscuridad. Llevó una de sus manos a su muslo y quiso pellizcar este, pero no contaba con que las heridas estaban demasiado sensibles por el agua caliente y el simple roce de sus dedos contra su piel le provocó un dolor terrible que al menos lo ayudó a reaccionar.

Cerró la llave y alcanzó una de las toallas para enrollarla alrededor de su cintura, y con la otra secó su cabello, todo eso mientras no podía dejar de pensar en algo.

—Pero al menos Hyunjin no desapareció... –susurró mirando al suelo y una pequeña sonrisa apareció en su rostro ante la idea de que Hyunjin se quedara junto a él por siempre.

Salió del baño finalmente y se topó con Hyunjin, que justo iba entrando a la habitación en ese momento.

—El desayuno está listo –le avisó acercándosele para dejar un beso en su frente.

—Gracias Jinnie –dijo el menor con una linda sonrisa para luego voltearse e ir en dirección hacia su armario, pero se detuvo y volteó otra vez cuando escuchó a Hyunjin llamarlo.

—¿Jeongin? –preguntó extrañado y acercándose al menor con el ceño levemente fruncido.

—¿Qué ocurre? –preguntó Jeongin confundido mientras veía en dirección hacia donde miraba Hyunjin. Maldición. Su toalla estaba levemente separada por un costado de su pierna, lo suficiente para que se pudieran notar algunos moretones y marcas.

—¿Qué tienes ahí? –trató de acercarse más para ver mejor, pero Jeongin acomodó su toalla, asegurándose de cubrir sus piernas por completo y se alejó de Hyunjin dando unos pasos atrás.

—No es n-nada, iré a vestirme –se quiso dar la vuelta para ir por su ropa otra vez, pero Hyunjin lo detuvo tomándolo por un brazo —vamos...iré a vestirme ahora, tengo frío –le suplicó temblando despacio y el mayor lo dejó ir.

Jeongin pudo ir a por la ropa que usaría y Hyunjin se fue de la habitación. El menor soltó un suspiro y secó bien su cuerpo antes de comenzar a vestirse. Se puso una playera blanca y sobre esta una sudadera de color burdeo, ambas de unas tallas más grandes, casi toda su ropa era así. Iba a ponerse unos pantalones holgados negros, pero se detuvo antes y pensó unos segundos, cabizbajo, observando sus muslos heridos.

my only || hyunin/seunginDonde viven las historias. Descúbrelo ahora