my only || hyunin/seungin

쉰한

Luego de darse un largo baño, se recostó en la cama, lo más acurrucado posible, abrazando cerca de su rostro la almohada que pertenecía a Seungmin. Al sentir su aroma impregnado en ella, sentía la presencia del otro allí, pero al abrir los ojos solo se encontraba con su ausencia.

Dejó salir un suspiro cansado y cerró sus ojos, tratando de conciliar el sueño.

De pronto sintió el timbre resonar por la casa, pero se quedó en su lugar, sin siquiera abrir los ojos, sabía que eran Jisung y Minho.

Cada cierto tiempo el timbre volvía a sonar, comenzando a irritarle. Se levantó de mala gana preparado para regañar a sus amigos y pedirles que se fueran.

A unos pasos de la puerta no aguantó más y gritó mientras la abría.

—¡No quiero hablar con ustedes, váyanse! –su mirada estaba llena de furia, pero de inmediato cambió su expresión cuando vio que no eran sus amigos —H-Hyunjin...¿qué haces aquí? –preguntó tratando de mantener la compostura y no mostrarse débil o dolido frente a Hyunjin.

Cooky, al ver a un desconocido en la puerta, comenzó a ladrarle, pero al ser tan pequeño y tierno no lograba intimidar al peli negro parado fuera. Jeongin se agachó y tomó al cachorro en sus brazos para que se calmara.

—Shh, está bien –le dijo al cachorro y Hyunjin sonrió con ternura.

—Hola Innie... –al escuchar la voz de Hyunjin recordó que seguía parado en frente suyo, así que dirigió su mirada hacia él y en seguida llegó a su mente lo que sus amigos le habían dicho horas antes, pero sacudió rápidamente su cabeza, alejando la idea de que Hyunjin hubiera tenido algo que ver con el accidente de Seungmin. —escuché sobre lo que le pasó a Seungmin y sé lo mal que debes sentirte así que...quise venir a ver cómo estás...

—¿Cómo sabes donde vive Seungmin? –cuestionó tratando de alejar esa extraña pero familiar sensación que surgió en su interior cuando Hyunjin demostró preocupación por él.

—Eso no importa... –Hyunjin rió nervioso cambiando de tema en seguida —¿cómo está él? ¿Fue algo muy grave?

Jeongin lo pensó unos segundos y luego se hizo a un lado dejando pasar a Hyunjin a la casa, usando como excusa el que afuera hacía mucho frío como para dejarlo allí.

Cuando ambos estuvieron dentro, el último cerró la puerta y Jeongin se agachó para dejar al perrito en el suelo con delicadeza.

—Él está en coma –soltó cabizbajo —el doctor no nos dijo nada más, solo le dio la información a sus padres. Tiene un gran vendaje en la cabeza, tengo miedo de q-que haya sido un golpe grave –Hyunjin hizo una mueca, apenado.

—Seguro estará bien Innie... –murmuró jugando con sus manos, se moría por acercarse a Jeongin y abrazarlo muy fuerte, pero sabía que no sería posible, hasta que sintió que su cuerpo era rodeado por los brazos del otro. Jeongin se había lanzado a sus brazos en busca de consuelo. Hundió su rostro en el pecho del mayor y comenzó a llorar. Ya no le importaba mostrarse débil frente a él. Hyunjin le devolvió el abrazo sin pensarlo dos veces. Dio unos pasos hasta los sillones y se sentó en el más grande sin soltar el cuerpo de Jeongin. Lo abrazó con todas sus fuerzas, deseando que ese momento durase para siempre, no pensaba volver a dejar ir a Jeongin, lo quería con él y para él, para protegerlo y curar todo el daño que le hizo.

—L-los chicos creen q-que tú lo hiciste –musitó con su rostro aún oculto en el mismo lugar. Las caricias de Hyunjin en su cabello lo calmaban de una forma inexplicable, pero no sabía si era porque necesitaba cariño o porque se lo estaba dando él.

Hyunjin al oír eso frunció el ceño y soltó una pequeña risa.

—¿Por qué creen que yo lo hice? –preguntó incrédulo.

—Porque tú odias a Seungmin –respondió Jeongin simple.

—Yo no...quizás no me agrada pero no haría eso...

—¿Por qué lo odias tanto? –la pregunta de Jeongin lo tomó por sorpresa y soltó un suspiro antes de responder.

—Porque él puede tenerte...

Jeongin sintió una presión en su pecho al oír eso.

—Pero cuando me tenías solo me hiciste daño y querías estar con otras personas... –Jeongin prefirió dejar de hablar sobre eso —lo siento, olvida todo lo que dije.

Hyunjin cerró sus ojos y soltó otro suspiro.

—Sé que fui un idiota...fui inmaduro y me arrepiento mucho –el menor se separó del abrazo y se sentó un poco más lejos del otro, prestándole atención a lo que tenía que decirle. —yo solo te quiero a ti Innie...no sé por qué hice todo eso, pero sí sé que te quiero de vuelta...

Jeongin notó las lágrimas que comenzaban a acumularse en los ojos de Hyunjin y se entristeció un poco.

—Quiero reparar todo el daño que te hice, quiero hacerte feliz y protegerte, quiero q-que volvamos a ser nosotros d-dos...

El silencio que había cuando terminaba de hablar le estaba sofocando, Jeongin no decía nada, solo lo miraba fijamente, con sus labios temblorosos y tratando de disimularlo.

Una lágrima cayó finalmente, la cual Hyunjin se encargó de limpiar de inmediato. Apretó sus labios levemente y asintió de la misma forma, agachando la mirada; al parecer no tenía caso, Jeongin no parecía creer en lo que decía.

Después de tantos minutos en ese silencio tan profundo y desesperante, Jeongin por fin habló.

—Hyunjin yo...estoy con Seungmin ahora, n-no...

—¿Puedes al menos perdonarme por todo lo que hice? –le interrumpió rendido. Jeongin hizo una mueca y asintió, ganándose un fuerte abrazo por parte de Hyunjin.

—Lo siento mucho Innie, en verdad lo siento... –Jeongin acarició su espalda y unos segundos después se separaron del abrazo. —creo q-que ya debería irme... –mencionó el peli negro y Jeongin se levantó junto con él, encaminándose a la puerta.

—Gracias por preocuparte por mí y por Seungmin... –murmuró el rubio bajo el marco de la puerta. Hyunjin le dio una sonrisa y agitó su mano en el aire, despidiéndose. —Hyunjin... –cuando estuvo a unos pasos de la acera, Jeongin lo llamó, por lo que se detuvo y se volteó a mirarle —no vuelvas a venir...d-digo porque si los chicos te ven, ya sabes...no quiero que te lleves golpes innecesarios –al finalizar soltó un suspiro aliviado, no sabía qué iba a hacer si Hyunjin volvía a aparecerse por ahí. El peli negro sonrió apenado y asintió, siguiendo su camino.

Jeongin cerró la puerta y se quedó parado frente a esta por unos segundos, luego soltó todo el aire que había estado conteniendo inconscientemente.

Su cuerpo se sentía como si todavía estuviera abrazando a Hyunjin y le gustaba esa sensación.

—Esto está mal... –musitó sintiendo cómo la desesperación comenzaba a querer consumirlo.

Abrazó su propio cuerpo y pudo sentir que tenía impregnado levemente el perfume de Hyunjin. Cerró sus ojos e inhaló la fragancia, sintiéndose extraño luego de hacerlo.

Sacudió su cabeza en un intento de olvidarse de todo eso, pero es que simplemente no era capaz.

—¿Por qué sigues buscándome? –preguntó al aire. —lo único que logras acercándote a mí es que me confunda cuando por fin creía haber superado todo...

No podía dejar de pensar en Hyunjin ni en todo lo que le había dicho.

¿En serio está arrepentido?

¿Debería haberle dado una oportunidad? Al final todos cometemos errores...

¿Será que de verdad cambiaste?

Su mente simplemente no paraba, sus pensamientos eran desordenados y no tenía idea de qué hacer, no sabía qué era lo correcto.

Pensó que lo mejor era esperar un tiempo, a que Seungmin estuviera mejor y luego...no. No podía hacer eso.

Estaba hecho un desastre, lo único que pudo hacer fue tratar de ordenar sus pensamientos y llorar hasta dormirse.

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