my only || hyunin/seungin

열여섯

Jeongin estaba almorzando solo en la cafetería del instituto. Jisung y Minho tenían clases hasta más tarde, por lo que no iba a poder estar con ellos.
De todas formas no le molestaba estar solo. Así podía pensar tranquilo sobre algunas cosas que lo inquietaban.

Se asustó un poco cuando sintió que alguien se sentó a su lado, rodeándolo con sus brazos. Vio la negra y larga cabellera y supo de quién se trataba.
El recién llegado dejó caer su cabeza sobre las piernas de Jeongin.

—¿Qué pasa Hyunjin? –preguntó sin dejar de mirar su comida.

—Hay algo que quiero preguntarte, pero no quiero que lo tomes a mal –respondió Hyunjin con un tono infantil y un puchero en sus labios.

—¿Qué es?

Hyunjin se quedó en silencio por unos minutos, no muy seguro sobre si debía o no preguntarle.

—Qué dices si...si nosotros mmh...tenemos...¿qué dices si tenemos una relación abierta a partir de ahora...?

Jeongin tragó con dificultad ante el asombro. Algo se retorció en su interior y un nudo se formaba en su garganta.

Al no oír respuesta, Hyunjin se levantó de la posición en que estaba y en su lugar se sentó para mirar a su novio, ansioso por una respuesta.

Jeongin miró su celular y luego se puso de pie lentamente.

—Tengo clases ahora, hablamos en casa.

Y se alejó por el pasillo, dejando atrás a un Hyunjin algo arrepentido.

—¿Le preguntaste? –un chico se sentó al lado de Hyunjin. Este asintió como respuesta.

—¿Estoy haciendo lo correcto? –se cuestionó.

—Claro Hyunjinnie –acarició su mejilla y le guiñó un ojo para luego irse de allí también.

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El ambiente se sentía muy tenso e incómodo. Estaban sentados frente a frente, Jeongin bebía una taza de café y Hyunjin movía sus piernas impaciente mientras miraba a otro lado. Quería una respuesta pronto, pero no quería insistirle y hacerlo peor.

—Sobre lo que me preguntaste en el almuerzo –comenzó a hablar Jeongin y el peli negro asintió mirándolo a él ahora. —¿por qué no solo terminas conmigo y ya?

Hyunjin se sorprendió y rápidamente negó con su cabeza.

—No Innie, no lo entiendes...

—¿Qué es lo que no entiendo? ¿Que ya no me amas? ¿Que ya te cansaste de mí? –Jeongin hacía todo lo posible por que su voz y su rostro se mantuvieran neutrales, no quería volver a llorar allí frente suyo.

—Jeongin, yo sí te amo –rodó sus ojos y miró hacia otro lado. —en serio lo hago...es solo que a veces...quiero diver...

—¿Divertirte con otros chicos mejores que yo que sí te pueden dar lo que yo no?

Hyunjin agachó la mirada.

—Genial, haz lo que quieras.

Jeongin se levantó de su asiento y caminó hacia la habitación. Se detuvo en el marco de la puerta y sin mirar atrás habló.

—Te agradecería que no me molestes, voy a estudiar para mi examen de mañana. –cerró la puerta tras de sí y apoyó su cuerpo en esta, soltando todo el aire que estaba conteniendo y, con ello, las ganas de llorar que ya no podía seguir guardándose.

Caminó hacia la cama lentamente y sus ojos comenzaron a cristalizarse. Hundió su rostro en la almohada y comenzó a llorar silenciosamente.

¿Por qué no dejas de ser un cobarde y terminas con él?

Una voz en su cabeza apareció.

—Porque lo amo y lo necesito –susurró en un hilo de voz.

Sabes que no es cierto.

—Lo es, sin él no soy nadie, me quedaré solo y triste y... –prefirió no seguir hablando.

Sus intentos por silenciar los sollozos que dejaban sus labios eran casi inútiles. Al otro lado de la puerta estaba Hyunjin escuchándolo llorar. Tomó el pomo de la puerta con intenciones de entrar, pero de inmediato se arrepintió.

Esa noche Hyunjin se quedó en la otra habitación, no le fue fácil dormirse, estaba muy intranquilo. Pero había hecho lo correcto, ¿no?

Por otro lado, Jeongin cayó dormido de pronto por tanto llorar.

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