육십

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Jeongin se quedó parado en la acera frente a la casa de Seungmin mientras llamaba a un taxi.

Miró hacia atrás y en seguida bajó la mirada, no estaba seguro de si estaba haciendo lo correcto, pero mientras el sufrimiento de Seungmin se acabara, para él lo sería.

Metió las maletas a la cajuela del taxi y luego subió a este, indicándole al chofer la dirección a la que se dirigía. Algo en su estomago se revolvió al ver esa dirección y una pequeña sonrisa apareció sin notarlo. Podía decir que se sentía feliz y muy nervioso.

Un mensaje de pronto apareció en su bandeja de notificaciones. Era Jisung.

Minho y yo pedimos comida, quieren venir a comer con nosotros?

Mordió su labio inferior con fuerza al leer eso y, al no saber con claridad qué debía responder, solo lo ignoró y siguió mirando hacia afuera por la ventana trasera del taxi.

Unos minutos después había llegado a su destino. De no ser porque el taxista habló, no se hubiera percatado de ello. Pagó lo que debía y bajó, yendo a la cajuela para sacar sus maletas. El taxi se fue y de nuevo se quedó solo en la acera, mirando con los nervios a flor de piel el gran edificio en frente suyo.

Su cuerpo tembló de pronto cuando la brisa helada de la noche se coló entre su abrigo. Se acomodó mejor este para que le diera más calor y soltó un suspiro antes de comenzar a caminar.

Mientras caminaba, respiraba hondo con la intención de mantener su respiración tranquila, sabía que si no lo hacía podría comenzar a hiperventilar en cualquier momento.

En la recepción, el encargado del lugar lo saludó muy amablemente, aún lo recordaba.

—Jeongin-ah, bienvenido de nuevo –le dijo con una gran sonrisa, la cual Jeongin devolvió acompañada de una leve reverencia.

Cuando entró al ascensor se tragó los nervios y apretó el número del piso al que quería llegar. Sí, todavía lo recordaba, ¿cómo podría olvidarlo? La lentitud con la que avanzaba el elevador comenzaba a ponerlo ansioso. Bufó molesto y escuchó su celular sonar otra vez.

Innie por qué te fuiste?

Está todo bien?

Seungmin no quiere decirnos nada...solo llora y se queja, ocurrió algo?

Acaso discutieron?

Algo hizo presión en su pecho. Se sentía horrible. Seguía sin encontrar las palabras indicadas para decírselo, así que volvió a ignorar sus mensajes y luego apagó su teléfono.

Las puertas del ascensor se abrieron frente suyo dejándole el paso libre. Tomó ambas maletas y respiró profundo antes de salir y comenzar a caminar por el pasillo. Sus pasos eran lentos, pero no había miedo ni inseguridad en estos.

Cuando estuvo frente a esa puerta, cerró sus ojos con fuerza antes de tocar, pero cuando iba a hacerlo se detuvo, unas voces dentro de ese departamento lo detuvieron. Entonces sintió miedo, quiso correr fuera de allí y no volver jamás. En realidad no podía siquiera distinguir las voces o lo que decían. pero sentía que no se encontraría con nada bueno si llamaba a la puerta. Un nudo se formó en su garganta

¿Cómo pude ser tan tonto y venir aquí?

Se preguntaba tratando de mantener las lágrimas en su lugar.

Agachó la cabeza y tocó la puerta, cuando lo hizo se arrepintió en seguida. Ni siquiera quería hacerlo, sintió como si su cuerpo hubiera tomado control sobre sí mismo. Quiso huir antes de que pudieran abrir la puerta, pero se había congelado. Se quedó parado allí, aún cabizbajo y escuchando como unos pasos se acercaban a la puerta.

Cuando esta finalmente se abrió, levantó la mirada y sus ojos cristalizados no aguantaron más, dando paso libre a sus lágrimas.

—¿Sí?...¿J-Jeongin?

—H-hola Hyunjin... –murmuró entre sollozos. Al igual que los suyos, los ojos del peli negro se cristalizaron inmediatamente al verlo parado allí. Se acercó a Jeongin sin siquiera pensarlo y lo envolvió en sus brazos, comenzando a sollozar sobre sus hombros.

—¿Hyunjin? –escuchó Jeongin que hablaron desde dentro del departamento, supo de inmediato quien era —¡Innie!

—Hola Channie h-hyung... –le saludó Jeongin con una pequeña sonrisa, sin separarse del abrazo.

—¿Qué haces aquí? N-no sabes lo mucho que me alegra verte ¿p-por qué las maletas? ¿vas a v-volver aquí conmigo? –Hyunjin hablaba sin parar mientras sostenía entre sus manos las mejillas de Jeongin y las acariciaba con delicadeza, limpiando así sus lágrimas. Jeongin asintió con una sonrisa y Hyunjin no pudo evitar chillar de alegría y lo abrazó nuevamente.

Chan se encargó de tomar ambas maletas, teniendo cuidado de no interrumpir ese lindo momento. Les miró con una sonrisa sincera y negó divertido, ambos eran un mar de lágrimas, solo podía escucharlos sollozar y balbucear, sobre todo a Hyunjin.

Finalmente entraron al departamento, Hyunjin iba detrás de Jeongin, quien observaba el lugar con detenimiento.

—Tal y como lo recordaba... –pensó con una linda sonrisa en su rostro.

—Bienvenido de vuelta a casa –le susurró Hyunjin abrazándolo por la espalda, un poco más calmado que antes. Jeongin le dio una sonrisa y el peli negro deshizo enseguida el abrazo, dejando que Jeongin siguiera recorriendo y observando el departamento.

Chris se acercó a él y puso una mano sobre su hombro, acercándose a su oído.

—Es tu oportunidad, por favor no vuelvas a arruinarlo –dijo en un tono serio, pero con una sonrisa en su rostro.

—No lo haré, jamás volveré a hacerlo –aseguró negando rápidamente. Chan asintió y golpeó su hombro.

—Bueno, se hace tarde así que me iré –habló levantando su tono de voz para que ambos chicos pudieran oírle. —Adiós Innie, es lindo tenerte de vuelta –dijo agitando su mano en dirección a Jeongin, cosa que el menor imitó.

—Adiós hyung, también es lindo verlo lo extrañé mucho –y en seguida siguió contemplando el lugar, en serio echaba de menos su hogar.

—Ya sabes –dijo en un volumen en que solo Hyunjin pudiera escucharle mientras le apuntaba con su dedo y le miraba con los ojos entrecerrados. Hyunjin rió divertido y asintió.

Luego de que su amigo abandonó el lugar se acercó rápido a Jeongin.

—Hyunjin...

—Innie –le interrumpió en seguida, y el menor le dio toda su atención —por favor perdóname...fui un completo idiota y sé que lo he dicho michas veces, pero es que siento que nada de lo que diga o haga va a enmendar el daño que te hice...un lo siento no va a curar tus heridas pero en serio lo siento —Jeongin se sorprendió de sobremanera cuando Hyunjin se arrodilló frente a él y comenzó a tirar de su abrigo mientras sollozaba sin control. Lo miró con una pequeña sonrisa.

—Hyunjin levántate, no es necesario que te arrodilles... –tomó sus brazos y el otro se puso de pie, mirándolo a los ojos inmediatamente —Hyunjinnie, ya olvida todo eso y comencemos desde cero, ¿está bien?

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my only || hyunin/seunginDonde viven las historias. Descúbrelo ahora