my only || hyunin/seungin

마흔셋

Acostado en aquella fría azotea sentía que su cuerpo se congelaba. No sabía cuánto tiempo llevaba allí.

Luego de que su estómago se revolviera debido al vértigo que le provocó estar de pie al borde de aquel edificio, bajó rápidamente y vomitó otra vez. Enseguida comenzó a llorar con las pocas lágrimas que le iban quedando. Y cayó dormido.

Ahora despertaba bastante desorientado y, al notar dónde estaba, recordó todo lo que había pasado y sus ojos se humedecieron.

El cielo estaba despejado, podía apreciar las estrellas sin dificultad. Su cuerpo temblaba, sentía que iba a morir de frío, pero no sabía dónde ir. No tenía dónde ir.

Cerró sus ojos con la intención de quedarse allí hasta que su cuerpo se congelara, pero su teléfono sonando no se lo permitió. Miró hacia donde se escuchaba su tono de llamada confundido, creía que había roto su teléfono al caérsele de las manos antes. Tomó este y vio la pantalla quebrada y una llamada entrante de Yeonjun.

—¿Yeonj...?

—¡Hasta que contestas desgraciado!¡te busqué y llamé toda la noche! ¿dónde mierda estás? –preguntó el peli rosa a gritos. Hyunjin soltó un suspiro que el otro pudo captar.
—¡¿Vas a responderme?! –Hyunjin apretó sus labios y decidió responder antes de que su amigo volviera a gritarle.

—En un edificio –musitó. Yeonjun iba a seguir regañándolo, pero guardó silencio ante esa respuesta.

—¿Qué? ¿dónde? ¿¡por qué estás...!?

—Traté de suicidarme. –tras esa confesión, el silencio reinó por unos segundos en ambas líneas.

—Hyunjin dónde estás, iré a buscarte, por favor n-no hagas ninguna tontería –habló Yeonjun apresurado, esas palabras en serio le habían preocupado mucho.

—Estoy a siete u ocho cuadras de la casa de Baekhyun, no recuerdo –respondió Hyunjin frotando su rostro con su mano libre. Cortó la llamada luego y vio la hora en la brillante pantalla.

03:45.

Cerró sus ojos con fuerza y caminó lento hacia la única puerta que allí había. Se dirigió al ascensor y marcó el primer piso. Cuando llegó allí, bajó y agachó su cabeza, cubriéndose el rostro con su cabello. Caminó rápido por la recepción y finalmente salió. El frío volvió a calarse por su cuerpo por milésima vez. Miró a todos lados y no había absolutamente nadie por allí. Se sentó en la fría acera cabizbajo, a esperar a Yeonjun.

No podía dejar de pensar en la llamada que había hecho antes. Le había puesto muy feliz escuchar la voz de Jeongin, pero a la vez le puso muy triste que, al parecer, el rubio no tenía idea de que fue él quien lo llamó.

Se odiaba enormemente, nunca antes había odiado tanto a alguien como se odiaba a sí mismo.

—Soy un idiota...¿c-cómo pude ser tan egoísta? –llevó sus manos a su cabeza y comenzó a rascar esta con fuerza, provocando que un leve ardor apareciera. Siguió por tirar de sus cabellos al tiempo que soltaba fuertes sollozos. Cuando escuchó un auto acercándose rápidamente, supo que era Yeonjun, pero no levantó la mirada. El peli rosa salió del auto de inmediato, devolviéndose a por una chaqueta que traía con él. Se acercó luego a Hyunjin y puso la prenda al rededor suyo.

—Estás congelándote, tus labios parecen azules Hyunjin...¿qué te pasó en la cara? ¿por qué hiciste esto? Vamos, hace mucho frío aquí.

Yeonjun ayudó como pudo a su amigo para ponerse de pie. Luego Soobin bajó del auto para abrir la puerta de atrás y que los otros dos pudieran subir.

—Siento molestarlos –murmuró Hyunjin apenado, apoyándose en el hombro de Yeonjun.

—Está bien Hyunjin, no te preocupes por eso ¿sí? –el peli negro asintió levemente y cerró sus ojos.