my only || hyunin/seungin

마흔일곱

La sala se veía muy alegre y colorida, Minho y Jisung estaban terminando con los últimos detalles mientras los otros dos les observaban riendo y negando con sus cabezas casi en sincronía.

—Sigo creyendo que esto es demasiado –habló Seungmin una vez que los otros dos se pararon frente a ellos con los brazos abiertos, orgullosos del resultado de su excelente decoración.

—Nonono, es lo que se merecen los nuevos novios~ –dijo Jisung poniéndose en medio y abrazándolos, se sentía muy feliz por ellos dos. Ver sonreír a Jeongin después de tanto que había sufrido le alegraba mucho, su amigo no se merecía nada malo y Seungmin se estaba encargando de demostrarle todo eso.

Minho encendió el radio y conectó su teléfono a este, poniendo música a un volumen moderado.

—¡Que inicie la fiesta! –dijo bailando raro, haciendo que los demás rieran.

La noche era de lo más agradable, solo estaban los cuatro alrededor de la mesa, que se encontraba repleta de botanas y bebidas, además de un juego de mesa al centro.

—¡Haces trampa! –le reclamó Jisung a su novio haciendo un berrinche y tirándole una papa frita en la cara.

—No es cierto Hannie, solo soy bueno jugando –rió Minho apretando las lindas mejillas de su novio.

Los chicos comenzaron a reír, pero se vieron interrumpidos por el timbre resonando por la casa. Se miraron confundidos entre ellos, ¿quién podría ser a esas horas de la noche?

—Iré a...

—No, yo voy –Seungmin detuvo a Jeongin y se puso de pie dejando un beso en su cabeza y una caricia en su mejilla.

Caminó hacia la puerta y la abrió un poco, asomándose a ver de quién podría tratarse. Esperaba ver a cualquiera, menos a Hyunjin.

Miró hacia el interior de la casa para asegurarse de que ni sus amigos ni su novio estuvieran atentos a él o cerca de allí. Salió y cerró la puerta, enfrentando al peli negro frente suyo.

—Lárgate de aquí –le pidió furioso pero tranquilo, prefería no iniciar un escándalo, no quería asustar a Jeongin ni preocupar a los otros.

—Quiero ver a Jeongin –fue la respuesta del peli negro y Seungmin soltó una risa para nada amigable.

—No vas a ver a nadie, ahora sal de aquí antes de que llame a la policía.

Hyunjin rió también, ambos estaban totalmente fastidiados y furiosos con la presencia del otro.

—Hazlo, ¿que les dirás? ¿que vinieron a robarte el novio?

Eso bastó para sacar a Seungmin de sus casillas. Se acercó amenazante a Hyunjin y tomó con fuerza el cuello de su sudadera, obligándolo a caminar hacia atrás a medida que avanzaba.

—Acepta que él ya no te quiere idiota, ya no significas nada para él ¡ahora deja de interponerte entre nosotros! –le empujó con fuerza haciendo que cayera sentado sobre la fría y dura acera. Las ganas de lanzarse sobre él y golpearlo hasta cansarse le sobraban, pero lo que lo detenía de hacerlo era Jeongin. Desde allí podía escuchar su linda risa, no iba a permitirse arruinar la noche y preocuparlo. —Si vuelves a aparecerte por aquí llamaré a la policía y lo lamentarás –le advirtió agachándose a su altura, sujetándolo con fuerza por su ropa nuevamente.

—Hey Seungmin, ¿por qué...? –la pregunta quedó en el aire cuando abrió la puerta y vio a Hyunjin en el piso y a Seungmin a su lado. Más furioso que nunca salió de la casa y se acercó sin siquiera dudarlo a los otros. Apartó a su amigo y le soltó un golpe limpio en el rostro a Hyunjin.