my only || hyunin/seungin

열여덟

Cuando llegaron a su destino, Seungmin detuvo el auto y Jeongin bajó de este. Se quedó parado en su lugar esperando que el castaño llegara a su lado.

—¿Entramos? –asintió levemente y caminó delante de Seungmin.

Cuando divisó a sus amigos los saludó a la distancia y Seungmin hizo lo mismo.

—¿Quieres beber algo? –preguntó dándole un vaso y lo llenó con aquella bebida alcohólica. —Perdona, no creas que quiero hacer que bebas más de lo debido –comenzó a agitar sus manos rápidamente. Jeongin soltó una risita.

—Está bien Seungmin, tranquilo, lo sé –. El castaño sonrió y tomó su propio vaso. Llevó una de sus manos al cabello de Jeongin y lo desordenó levemente, provocando que se sonroje.

—¿Vamos? –Jeongin levantó la mirada y vio que Seungmin estaba caminando, por lo que se apresuró en ir tras él, siguiéndolo sin decir nada.

Llegaron a unas escaleras que daban hacia el patio y se sentaron allí.

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Al igual que cuando se conocieron, estuvieron hablando por unas horas. Seungmin le contaba cosas a Jeongin y este le prestaba toda su atención, y viceversa.

De pronto un gran silencio se formó entre los dos, escuchándose nada más que la música de fondo. De todas formas no era incómodo.

Jeongin observaba todo a su alrededor mientras la vista de Seungmin solo se mantenía sobre él, como si quisiera apreciar hasta el más mínimo detalle.

—Oh... –murmuró Seungmin llamando la atención del rubio. —hoy no traes ese anillo de la otra vez...¿ya no estás...? ¡Lo siento! No quería incomodarte, no tienes que responderme, yo... –se arrepintió de decir ello cuando vio a Jeongin bajar la mirada hacia su dedo, pero este solo sonrió y soltó una risita, negando con su cabeza.

—Creo que olvidé ponérmelo –respondió simple. Se quedó mirando fijamente el lugar en el que debía estar el anillo y un nudo se formó en su garganta. ¿Por qué debía pensar en él ahora?

—¿Innie...? –el castaño iba a tomar el mentón de Jeongin para que levantara la vista, pero este fue más rápido y miró hacia otro lado antes, ocultando sus ojos cristalizados y tratando de hacer que las lágrimas no siguieran acumulándose. —Jeongin...¿qué ocurre? –el nombrado negó con su cabeza y limpió rápidamente sus ojos, pensando que con eso se irían todas las lágrimas, pero no fue así.

Seungmin se agachó en frente suyo y logró tomar su mentón, haciendo que lo mire. Iba a hablar, pero Jeongin lo interrumpió lanzándose hacia sus brazos y escondiendo el rostro en su cuello. Seungmin lo abrazó también, acariciando su espalda con suavidad. Nada más se mantenía en silencio, no sabía que decirle puesto a que no tenía idea de por qué estaba llorando.

Jeongin mientras tanto no podía dejar de pensar en Hyunjin y cuando eran muy felices los dos juntos. Solo ellos, con nadie que se interpusiera en lo suyo. Extrañaba esos momentos, extrañaba el amor que el peli negro solía darle, lo extrañaba mucho.

—Shh...tranquilo Jeonginnie, aquí estoy... –susurró Seungmin y al instante en que notó lo que dijo, se sonrojó.

Segundos después, Jeongin se separó del abrazo y llevó ambas manos a sus ojos, secando sus lágrimas.

—Tal vez sigo siendo un desconocido para ti pero...si quieres hablar sobre lo que pasa, estoy aquí para escucharte, cuando sea que lo necesites...

Jeongin sonrió entre sollozos y decidió contarle todo lo que sucedía a Seungmin, necesitaba dejar salir todo eso.

—Yo...extraño como era lo nuestro antes, cuando era...cuando éramos felices. Ahora solo lloro y tantas inseguridades que creí ya no tener están saliendo a la luz...

—Siento decir esto pero tu novio es un idiota –dijo Seungmin y el rubio frunció sus labios. —...en realidad no lo siento –susurró luego y Jeongin no pudo contener una risita. —En serio, Innie...mereces algo mejor que eso, alguien que te valore y te ame y no te reemplace por simples momentos con otros...¿por qué no terminas con él y ya?

—Si fuera tan fácil ya lo habría hecho...sé lo que vas a decir pero no, para mí no es fácil porque...siento que nadie más va a quererme como Hyunjin lo hizo en un principio.

Seungmin soltó un suspiro molesto. En serio le enojaba ver cómo ese tal Hyunjin tiraba y pisoteaba toda la autoestima y la seguridad del inocente y lindo Jeongin.

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Luego de que Jeongin logró calmar su llanto y sus sollozos miró a Seungmin y este le sonrió.

—Seungmin, ¿podrías llevarme a casa?

El castaño asintió rápidamente y se levantó, extendiendo su mano para ofrecerle ayuda al levantarse. Salieron de la casa y una vez en el auto, Seungmin se puso a pensar en que Jeongin debería llegar a ver a ese idiota de su novio, por lo que tuvo una idea.

—Jeongin...¿quieres dormir en mi casa esta noche? Quiero decir, no es por nada uhm...

Jeongin entendió el por qué de esa pregunta. Negó con una sonrisa.

—Gracias Seungmin, pero no te preocupes, estaré bien.

Cuando estaban frente el edificio de Jeongin este se volteó a mirar a Seungmin con una gran y sincera sonrisa.

—Muchas gracias Seungmin...por todo lo que hiciste por mí esta noche... –. No esperó una respuesta y se acercó al castaño para envolverlo en un abrazo, el cual le fue correspondido.

Abrió la puerta del auto y bajó con la sonrisa fija en su rostro. Se despidieron y caminó hacia su departamento.

Ese chico en serio sabía cómo hacerle sentir bien.

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