Ya que el día anterior había sido el último día que pasarían en Busan, decidieron salir todos juntos en familia.
Sin duda habían tenido unas vacaciones más que agradables, llenas de lindos e inolvidables momentos, habían construido hermosos recuerdos juntos.
El día de volver a Seúl había llegado. Temprano por la mañana se dirigían hacia el aeropuerto acompañados por toda la familia, pues no volverían a verse de nuevo en un tiempo.
Jeongin iba dormitando en el hombro de Seungmin, aún tenía mucho sueño. El mayor acariciaba su hombro con suavidad y dejaba pequeños besitos en su cabeza mientras le veía fijamente con una sonrisa.
—Seungmin-ah, muchas gracias por hacer tan feliz a nuestro Jeonginnie –habló la señora Yang en un tono de voz suave, procurando no despertar a su hijo. Seungmin se sonrojó violentamente al escuchar eso y le sonrió a la mujer que lo miraba desde el asiento del copiloto.
—Créame que hacerlo feliz es todo lo que quiero –respondió en el mismo tono de voz. Jeongin, que estaba despertándose, logró escuchar esas palabras y se sonrojó y no pudo evitar sonreír ni soltar una risita, sorprendiendo mucho a Seungmin. El rubio se levantó del hombro del otro y le miró divertido.
—Que tierno eres Min~ –decía mientras pinchaba el costado de Seungmin con su dedo, haciendo que este riera y se sintiera avergonzado. Su madre reía enternecida ante esa linda escena, amaba ver a su hijo sonreír tanto.
—Nunca lo dejes ir Jeonginnie –le pidió con una sonrisa y Jeongin asintió, bajando la mirada para ocultar los tonos rosados que cubrían sus mejillas.
—Lo sé mamá, ya no me avergüences –le suplicó en un puchero.
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Cuando llegó la hora de salida de su vuelo, se despidieron con unos abrazos muy cálidos, prometiendo volver a verse apenas se presentara la oportunidad.
Los padres de Jeongin le dijeron a su hijo que cuidara a Seungmin porque alguien como él era difícil de encontrar, provocando que se sintiera muy avergonzado. Por otro lado, a Seungmin le agradecieron mucho por todo lo que hacía por Jeongin y la mujer se encargó de recordarle mil veces que era un amor, apretando sus mejillas y revolviendo sus cabellos.
Una vez que estuvieron ya alejados de los demás, Jeongin tomó la mano de Seungmin, entrelazando sus dedos y apoyándose en su hombro en seguida.
—Pido perdón por eso, es que en serio encantaste a mis padres, sobre todo a mi mamá –dijo riendo algo avergonzado, al igual que Seungmin.
—Está bien Innie, tus padres son geniales –expresó sonriendo y una idea llegó a su cabeza —¿te gustaría conocer a mis padres? –preguntó entusiasmado y Jeongin asintió sin dudarlo.
—¡Claro! ¿Cuándo iremos? ¿Dónde viven? –le preguntaba dando pequeños aplausos y Seungmin rió enternecido por la emoción que derrochaba Jeongin.
—Ellos viven a las afueras de Seúl, podemos ir el próximo fin de semana, para que este descansemos un poco antes de volver a clases –propuso estirándose en su asiento.
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Al llegar Seúl, en el aeropuerto los estaban esperando Minho y Jisung junto al pequeño perrito con una correa de color rojo asegurándolo. Este al verlos comenzó a dar saltitos y a soltar agudos ladridos. Todos se saludaron muy cariñosos, en serio habían extrañado a sus amigos.
—Gracias por cuidar de Cooky chicos –les agradeció Seungmin mientras era lamido por su mascota.
—¿Cómo les fue? ¡Cuéntennos todo! –exclamó Jisung tomando la maleta de Jeongin.
—Bueno... –comenzó a hablar el menor algo nervioso y sintiendo cómo sus mejillas ya se tornaban de un color rojizo algo notorio. —Nos fue muy bien, nos divertimos mucho y fuimos a muchos lugares y...
—¡Somos novios ahora! –chilló Seungmin interrumpiéndole y al oír aquello, Jisung comenzó a chillar junto a él.
—¡Lo sabía! ¡Ustedes están hechos el uno para el otro! –exclamaba mientras abrazaba a Jeongin y a la vez lo zarandeaba de la emoción.
Minho rodeó el cuello de Seungmin con su brazo y revolvió su cabello, orgulloso de su amigo.
Ambos estaban sonrojados a más no poder, todos esos comentarios les alegraban pero a la vez les avergonzaban, además, muchas personas se les habían quedado viendo gracias a los chillidos tan disimulados de Jisung.
Minho y Jisung decidieron que debían celebrar eso, por lo que se auto invitaron a la casa de Seungmin para pasar el rato y comer y beber algo juntos. Los otros dos no se negaron en lo absoluto, hacía tiempo no veían a sus amigos y estaría genial hacer algo todos ese día.
Luego de ir a dejar sus equipajes a casa, fueron a comprar algunas cosas para la celebración, a petición de Jisung y su novio. Parecían niños buscando distintas cosas por el pasillo de artículos de cumpleaños y fiestas.
—¿Globos de todos colores? –preguntó Jisung mirando a los otros dos con un paquete de globos en la mano. Se miraron entre ellos y rieron.
—No es el cumpleaños de nadie Jisung –dijo Seungmin divertido.
—Pero es su despedida de solteros –habló esta vez Minho, quien llegó junto a los demás con confeti y un antifaz puesto.
—Pero eso... –Jeongin dejó de hablar y soltó un suspiro, negando divertido y dejando que sus amigos hicieran de las suyas.
Minutos después el carro de supermercado estaba repleto de decoraciones, botanas y alcohol y otras bebidas.
Mientras los otros dos pasaban las cosas por la caja registradora, Seungmin y Jeongin se alejaron un poco hacia unas pequeñas maquinas de dulces y allí estaban entretenidos sacando gomas de mascar de colores.
Jisung los miraba muriendo de ternura, pero su expresión cambió cuando divisó a otra persona cerca.
—Mierda Minho –dijo entre dientes codeando a su novio —¿Qué hace ese idiota aquí? ¿¡Por qué justo aquí y ahora!? –gritó despacio para no espantar a nadie. Iba a correr hacia la pareja más allá, pero Minho lo detuvo.
—No vayas, no sabes disimular, se darán cuenta antes de que intentes distraerlos –Jisung hizo un puchero ofendido, aunque sabía que era verdad.
Trataron de apresurarse en pagar todo para poder irse de allí lo antes posible y llevarse a los otros dos.
Seungmin y Jeongin estaban encerrados en su propia burbuja, no se daban cuenta de lo que pasaba a su alrededor. Seungmin levantó al rubio en sus brazos y comenzó a dejar besitos por todo su rostro, sacándole risitas, las cuales llamaron la atención de cierta persona que estaba a unos metros de ellos. Hyunjin. Al ver a Jeongin allí sus ojos brillaron y sintió emoción, extrañaba mucho verlo, pero el hecho de que lo estaba viendo en los brazos de otro le golpeó en seguida, sintiéndose furioso de inmediato.
Jisung también estaba expectante, no quería que un escándalo completamente innecesario empezara. Cuando notó que el peli negro comenzó a acercarse a sus amigos, no le importó si no podría ser disimulado o algo así, solo salió corriendo hacia los otros dos y los sacó de su lindo propio mundo tomándolos de las manos y caminando rápido, casi corriendo, con ambos a la rastra, algo confundidos.
—¡Vamos, que tenemos mucho por decorar! –Minho le siguió la corriente y corrió con el carro repleto hacia ellos, dejando al otro chico con el ceño fruncido, bastante molesto.
—¡Jeongin! –todos escucharon ese grito a la distancia. Todos excepto Jeongin, cosa que agradecieron a todas las fuerzas del universo.
Seungmin se enfureció de inmediato cuando escuchó esa voz que tanto odiaba, pero al no notar una reacción por parte de Jeongin se sintió más aliviado. Apretó el agarre de sus manos y se acercó más al rubio para besar su cabeza mientras daba una mirada asesina hacia atrás. Si se pudiera matar con la mirada, tanto Seungmin como Hyunjin ya estarían muertos.
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my only || hyunin/seungin
Fanfiction-Ayer...Hyunjin me preguntó qué pensaba sobre tener una relación abierta. -¿Qué le dijiste? ⋆⁺₊⋆ 🌙 ⋆⁺₊⋆ ☁️ Donde Hyunjin quiere divertirse con alguien más, pero no quiere dejar a Jeongin y este sufre constantemente al ver a su chico revolcándose co...
