my only || hyunin/seungin

마흔넷

Comenzaban su última semana de vacaciones en Busan, ese día decidieron ir a almorzar fuera, como propuesta de Seungmin y Jeongin se encargó de escoger el lugar en el que comerían.

—Este es mi restaurante favorito aquí en Busan, te encantará –comentó mostrándole a Seungmin el lugar al que se refería con una sonrisa. Seungmin apretó suavemente una de sus mejillas y asintió sonriente.

—Vamos allí entonces Innie.

Como aquel lugar estaba cerca, prefirieron ir caminando, tranquilos y disfrutando de su tiempo juntos. Seungmin estaba muy ansioso y nervioso, quería decirle algo muy importante a Jeongin, se había preparado mucho por ese momento y por que saliera de lo mejor.

Seungmin se había vuelto adicto a caminar de la mano de Jeongin, y este se sentía aún más seguro cada vez que sus dedos estaban entrelazados.

Jeongin ya había aceptado que estaba enamorado del castaño. Tenía miedo, pero no podía negar lo que sentía. Aún no se lo mencionaba, pero sus sentimientos hacia él solo se volvían más y más profundos cada vez.

Sentía que ahora todo estaba bien. Mientras se mantuviera al lado de Seungmin todo estaría bien. El castaño era su lugar seguro y no quería dejarlo nunca. Gracias a él pudo salir del pozo en el que se encontraba y que se le hizo tan difícil dejar. Estaría infinitamente agradecido con Seungmin y por todo lo que hizo por él, sentía que siempre estaría en deuda con el mayor.

—¿Aquí es? –preguntó Seungmin deteniéndose y sacando de sus pensamientos a Jeongin. Este miró hacia el restaurante frente a ellos y sonrió ampliamente.

—Síp, entremos –comenzó a caminar al interior del lugar llevando a Seungmin con él. —¿prefieres comer en la terraza o aquí adentro? –preguntó Jeongin mientras veía alguna mesa para escoger.

—Donde tú quieras está bien –le regaló una linda sonrisa y Jeongin dio pequeños saltitos, le encantaba cuando podía elegir lo que harían.

Luego de esa pequeña celebración que derritió el corazón de Seungmin, tomó su mano nuevamente y se encaminó hacia la terraza trasera de aquel lugar. Allí tomaron asiento en una mesa que tenía una vista realmente hermosa.

—Me encanta la vista que tiene este lugar, mi madre escogía esta mesa siempre que veníamos cuando era pequeño –comentó con una gran sonrisa mirando el paisaje. Seungmin, que también miraba hacia el horizonte, desvió su mirada hacia Jeongin, dándole toda su atención.

—La vista que tengo yo es más hermosa –soltó con una sonrisa tímida. Jeongin se volteó algo confundido para ver hacia dónde estaba mirando Seungmin y, al notar su mirada sobre él mismo, no pudo evitar sonrojarse exageradamente.

—¡Min! –exclamó con un pequeño puchero y riendo de una forma muy tierna, muy nervioso, mientras cubría su rojo rostro entre sus manos. Seungmin rió enternecido.

—Lo siento, no pude evitarlo...es que en realidad eres lo más lindo que mis ojos han visto jamás –ladeó un poco su cabeza y miró fijamente a los ojos del rubio.

—¡Basta! –reclamó este cubriendo su rostro otra vez, soltando sollozos fingidos de lo nervioso y a la vez emocionado que se sentía por las palabras de Seungmin.

—No cubras tu rostro, amo como te ves sonrojado –rió levemente, esperando aquella reacción de Jeongin.

—¡Seuuungmiiin! –exclamó sin quitar las manos de su rostro.

—Está bien, lo siento –rió divertido por la situación y luego Jeongin descubrió su rostro, mantenía un lindo puchero y sus mejillas estaban rosadas ahora.