Impensable (Konohamaru x Naruto)

¿Qué esperas de mí?

Había transcurrido seis meses desde que Konohamaru volvió de la misión que fue mandado por Naruto. Tras todo este tiempo, no habían vuelto verse; cuando tenían algo que decirse, usaban a alguien como mensajero, pero, bajo ningún concepto, les apetecía verse la cara nuevamente. Ni siquiera Naruto le preguntaba su hijo sobre su maestro. Le parecía que tener cualquier tipo de interés por ese hombre, era un atentado a su razón, por lo que lo dejaba pasar, aunque, en lo más profundo de su ser, moría por no ser capaz de solucionar las cosas. Tampoco es que se increpara mucho, pues él intentó hacer las paces, y fue Konohamaru quien se opuso a ello.

Por parte de Konohamaru, podría decirse que le pasaba lo mismo que a Naruto. Comenzó a disfrutar de su amistad con Hanabi, ya que nunca habían hecho tantas cosas juntas; para nada tenía por filosofía lo de "un clavo saca a otro clavo". No. Sólo la quería como amiga. No iba a ser tan imbécil, como Naruto, y tener hijos y casarse con ella, dado que no la quería de esa manera. En el momento en que ella quisiera algo más, decidiría pararla, que no se confundiera. Dicho esto, ¿en dónde quedaba el corazón del Sarutobi? Eso mismo le gustaría saber a él debido a que no era capaz de enamorarse. ¿O acaso eso de "enamorarse", es algo que se decida?

Konohamaru era consciente de que el Naruto con el que había tratado, no era el verdadero Naruto. Él había estado con un hombre amargado y acaparando un cargo que, pese a ser la ilusión de su vida, era más absorbente de lo que había llegado a imaginarse. Y, para colmo, cuando tenía un poco de paz y tranquilidad, debía volver a su hogar, en donde no era feliz. Tampoco podía llegar y decir: "Oye, Hinata: No estoy enamorado de ti; no soy feliz con mi vida. A partir de ahora, haré lo que quiera. Una última cosa: Me acosté con Konohamaru". Desgraciadamente, pese a que pudiera sonar bonito, no era posible. No es que fuera esclavo de su cargo, sino que es esclavo de sus inseguridades.

El problema en Naruto es que nadie iba a recriminarle nada. ¿Quién podría decir algo malo del hombre que salvó al mundo? Era injusto. Además, había logrado estabilidad en la aldea; al menos, mantenerla. En ese sentido, era intocable. Konohamaru no era consciente de que, pese a todo el mal que le ha ocasionado Naruto, él es incapaz de expresar sus sentimientos como es debido. Y que cada noche, cuando se acuesta, no para de imaginar una vida junto al Sarutobi. Por fin averiguar lo que es levantarse con la persona que quieras y volver a acostarte con ella. Cuando se diera la vuelta en la cama, encontrarlo a él y poder dormir de nuevo, ya que tenía la seguridad de que lo tendría para lo que hiciera falta.

Sin embargo, no era el caso: Familiarmente, Naruto era vilipendiado. Sus hijos no es que le hicieran caso e Hinata, aunque callada, lo "asesinaba" con sus ojos. Se lo decía todo sin tener que emitir ni una sola palabra, por lo que se refugiaba en el trabajo. Cada día se proponía: "Tengo que preguntar a Boruto si sabe algo de Konohamaru. Al menos, que me diga que esté bien". Cuando tenía ocasión de hacerlo, prefería no preguntar nada a su hijo. Era eso, o inventarse alguna excusa para verlo, aunque no la necesitara, pues es el Hokage y tiene potestad para ver a quien quiera. Cuando se fue del hospital, porque el Sarutobi lo echó, no había más que preguntarse: "¿Qué esperas de mí?".