Impensable (Konohamaru x Naruto)

Por un beso

Era las 5:30 de la mañana y Naruto ya se disponía para marcharse a trabajar. Se levantaba de cama ajena, que, aunque era la de Konohamaru, aún no se hallaba del todo a gusto durmiendo ahí; al menos, dormía con el Sarutobi. Procuraba no hacer ruido para no despertarlo. Sin pretenderlo, se había despertado antes para no quedarse dormido, puesto que no le dijo a Konohamaru que pusiera el despertador, ni pretendía hacerlo, ya que quería que él descansara todo lo que él no puede dormir normalmente.

En cuanto se incorporó de la cama y se puso de pie, con cautela para no hacer ruido, contempló al Sarutobi durmiendo. Le vino a la mente su imagen de cuando eran unos niños -él más, claro-. Le dio una pequeña "punzada" nostálgica, de esas que da gusto recordar, pero que duelen porque, por desgracia, no podemos volver al pasado, aunque sólo sea para "ver qué tal". Desde esos tiempos hasta ahora, se encontraba viviendo un desastre de vida. No podía quejarse, sobre todo cuando miraba al Sarutobi durmiendo. Le parecía un hombre deseable, pese a que ambos son bastante complicados. Tenían que darse tiempo para conocerse o para lo contrario: Para no conocerse. A veces, lo predecible es un arma de doble filo.

Naruto se vestía despacio; tenía que pasar por su casa, de igual forma, a cambiarse de ropa. La suya olía a sudor. También aprovecharía para darse una ducha rápida. En este momento, en casa del Sarutobi, no podía para no hacer ruido. Aunque sea, llegaría cinco minutos tarde. Por un día, no pasa nada, aunque no le guste llegar tarde. A la hora de comer, pasaría a casa de Hinata para verlos, que hacía bastante que no los veía y temía que sus hijos ya no se acordaran de él. Tan sólo una visita fugaz de quince minutos, pero debía hacerlo.

Finalmente, el Sarutobi se fue despertando, dado que comenzó a moverse en la cama. Naruto estaba maldiciéndose para sus adentros por despertarlo, con lo bien que estaba Konohamaru dormido... Hay que joderse. Bueno, a ver si con un poco de suerte volvía dormirse... No. No se dormía. A Naruto, tontamente, le dio mucha rabia despertarlo; seguramente, estaría todo el día pensando en eso.

-Buenos días. -Dijo el Sarutobi con voz de estar aún medio-dormido.

-Buenos días. Duerme un poco, que todavía es temprano. Aprovecha. -Le contestó Naruto en voz baja para no romper la tranquilidad del despertar.

-No, hombre. Ya que estás despierto, yo también; no te preocupes. -Konohamaru se sentó en el borde la cama y se llevó las manos a la cara para espabilarse; miró al reloj. Se quería morir de lo pronto que era...-. ¿Has desayunado? -Preguntó.

-No. No tengo tiempo ahora; he de irme a mi casa a por ropa y aprovecharé a darme una ducha, que huelo un poco a sudor. Venga, acuéstate de nuevo. -El Uzumaki insistía con el tema-. Además, yo ya me iba.

-Es curioso: Siempre que te vas, nunca me das un beso. Es como si los dos estuviéramos haciendo algo malo. ¿Por qué? -La verdad es que esto no fue algo que hubiese reflexionado antes; simple y llanamente, le salió fortuitamente.

-Pues... nunca me había parado a pensarlo. No sé... Imagino que por culpa de las prisas, pero no estamos haciendo nada malo. -Aunque el Sarutobi tenía razón en su ligera reflexión, le hizo gracia.

El Uzumaki se acercó a Konohamaru y volvió a recostarlo. Estaba empeñado en que debía dormir, pese a que él ya no quisiera. Se quedó encima de él, observándolo con sus ojos azules, a los que Konohamaru nunca se acostumbraba a su profundidad. Naruto se acercó lentamente a la boca de Konohamaru y le depositó un suave beso. Cuando separaron sus bocas, Naruto le guiñó el ojo acompañado de una sonrisa. Sin hacer ruido, se fue, mientras que Konohamaru sintió tocar el cielo.

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Hola a todos: Sé que hace mucho que no me dirijo a vosotros, cuando, normalmente, en mis otras historias, sí solía hacerlo. No sé por qué, pero no lo he hecho... En todo caso, lo siento. Os comunico que esta historia llegará a su final. Será un total de 50 capítulos (no está mal la cantidad). Creo que ya no da mucho de sí... Tal vez -y sólo tal vez- haga una segunda parte para desarrollar más su vida en pareja, pero desde que creé esta historia y la hizo, más o menos, respetando lo que es "Naruto" en sí, tuve un problema que yo no quiero afrontar: Todo eso de que Naruto, en su posición de Hokage, declare abiertamente que está enamorado de un hombre. Más que nada porque no hay indicios de eso en "Naruto", por lo que es complicado abordarlo; además, de que no quiero convertir esta historia en un cliché. Si hago una segunda parte, probablemente, se quede todo en secreto o que sea sabido, finalmente, por unos cuantos. En una segunda parte o en ésta -que aún podría explicarlo-. No es por nada; es que no quiero convertir mis historias en nada reivindicativo. Ya lo hace mucha gente y no quiero ser pesado, ni meterme en esos berenjenales. Si no hago continuación de esto, seguramente, haga un "Shiita" o "Tobiizu", que son parejas que me gustan bastante. Ambas historias no serían tan largas como ésta y serían fieles a "Naruto" -con esto quiero decir que no habrá "final feliz" porque, en "Naruto", no lo hay-. Sería historias no muy largas, pero sí intensas y distintas a ésta. Me sorprende gratamente la recepción que ha tenido esta historia en particular, ya que es una pareja de la que no hay historias ni nada, y puede ser una "rareza". Si ha sentado cátedra, me alegro. Gracias. Todo gracias a vosotros. Para mí, es complicado escribir esta historia porque no quiero que se parezca a ninguna de las anteriores, y los personajes, menos, pues son completamente diferentes a Kakashi y a Obito. Por si alguien me pregunta: Lo más seguro es que no haga más "Obikaka"; con lo que hice, está bien. No me gusta abusar y, sinceramente, no se me ocurriría nada nuevo que escribir. Ni me apetecería hacer una tercera parte o una historia diferente. No. También espero que, en el supuesto de que hiciera historias de otras parejas de otros animes o series, no me abandonarais ni os fuerais. Dadles una oportunidad. En cualquier caso, aún queda. Disfrutemos de los pocos capítulos de la historia. Nuevamente, gracias.