Mentira de ley

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Hace unos meses, hubiese sido imposible imaginar tal imagen idílica tanto para Naruto como para Konohamaru: Los dos estaban sentados en la mesa desayunando juntos, apaciblemente. Sabían que tenían que irse a trabajar en breve, por lo que no podían entretenerse, pero aprovechaban ese pequeño momento del día, pues hasta la noche no volverían a verse. Sería muchas horas. Y, cuando estuvieran juntos, estarían cansados como para poder hacer algo entretenido, algo distinto fuera de lo normal en sus vidas cotidianas. 

-Naruto, te recuerdo que Hanabi sospecha algo. -Dijo Konohamaru, que andaba algo preocupado con el tema.

-Sí, me acuerdo perfectamente. No sé hasta qué punto sabe algo o no; sólo cree, y con razón, que estás con otra persona. Lo que dudo que sepa es con quién sales. A no ser, claro, que te haya seguido. Entonces, tendríamos un problema... Si fuese así, Hinata me habría llamado o venido hacia aquí corriendo para matarme. Lo que no sé es por qué me mataría: Por si no contármelo o por salir contigo. Me da que por ambas cosas. -Naruto intentaba quitarle hierro al asunto, pese a que, en cierto modo, podía convertirse en un fastidio.

-Estás gracioso esta mañana. De todos modos, si Hinata sabe dónde vives y puede venir cuando crea oportuno, ¿no te has parado a pensar que podría encontrarme aquí? -En esto, Konohamaru tenía razón.

-No me lo he planteado porque tú vas a seguir viviendo en tu casa y yo me quedaré aquí, por lo que no me preocupa en exceso eso. -Lo cierto es que su respuesta dejó algo frío al Sarutobi.

-Creí que vendría aquí a vivir contigo. Si no, ¿cuándo nos veremos? No nos veremos nunca. -A Konohamaru no estaba gustándole nada el asunto.

-Después de todo, ¿tú quieres vivir conmigo? Tú lo has dicho: Somos un blanco fácil, y lo que no puedo hacer es vivir como si aquí no viviera nadie. Además, tú no te preocupes, que no creo que Hinata venga sin avisar. La conozco; no suele ser una mujer impulsiva, aunque tenga sus prontos. Hazme caso. Pero, como comprenderás, iba en serio sobre que vivirás en tu casa. -Otro jarro de agua fría.

-¿Pero por qué? No comprendo nada. -Konohamaru estaba volviéndose loco.

-Hombre, nos conocemos de toda la vida y tal, pero como amigos. Nada más. Es cierto que hemos follado porque, a lo que hemos hecho, no puede llamársele "hacer el amor"; eso es para cuando estás enamorado. Nunca hemos hecho nada de pareja; ignoro cómo podría ser una convivencia, ya que no te conozco como "enamorado". Y hasta el momento, la verdad sea dicha, sólo te has dedicado a lanzarme reproches y a hacerme sentir muy mal. -Nuevamente, no sólo estaba ingenioso, sino muy acertado en todo lo que decía.

-Alucino contigo... ¿Estás queriendo decirme que dudas de mi amor por ti? -Cada vez más, el Sarutobi se desesperaba.

-No puedo dudar de algo que no he percibido aún en ti. Te recuerdo que no quisiste decirle nada a Hanabi por no lastimarla; en cambio, el daño me lo hiciste a mí. ¿Me quieres? Demuéstralo. Yo ya lo he hecho: He cambiado mi vida por ti. ¿Y por qué no? También por mí. Bueno, me voy. Piensa en lo que te digo. Nos vemos luego. Cierra cuando te vayas.

El Uzumaki se fue contento al trabajo, pues dejaba al Sarutobi confundido y "comiéndose" la cabeza pensando en qué podía hacer para demostrarle su amor por Naruto. Aunque también dolorido, ya que no le gustaba que dudara de sus sentimientos por él.

Impensable (Konohamaru x Naruto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora