Una vez terminaron de cenar, vino la famosa "sobremesa", en la que debían hablar de cualquier cosa. Pero no de una cosa cualquiera; tenía que tratar sobre algo lo suficientemente agradable como para no tener que tirarse los trastos a la cabeza. Konohamaru y Habai estaban cohibidos antes la situación. En cambio, Naruto e Hinata al contrario. Por un lado, Hinata sospechaba de Naruto. Y Naruto andaba asqueado por todo y con todos.
-La cena estaba deliciosa. Muchas gracias, de nuevo, Hinata, por habernos invitado. Eres una anfitrión maravillosa. -Hanabi intentaba ser reconciliadora ante la tensa situación-. Y tú, Naruto, no esperábamos que vinieras, por lo que agradecemos el esfuerzo que has hecho por venir. ¿A que sí, Konohamaru? -Miró a Konohamaru, como dándole a entender que le tocaba hablar.
-Vamos, Konohamaru, habla. Llevas toda la noche callado. Seguramente, estarás pensando lo que quieres decir, así que es tu momento para hablar. ¿Has estado a gusto o no? Lo malo es que, si seremos familia, nos tendremos que ver, aunque a ti no te guste. -La ironía de Naruto estaba plagada de malicia.
-No me hace falta hablar, cuando Hanabi habla tan bien... Tan bien, que me ahorra las palabras. En cualquier caso, sabéis que os agradezco vuestra amabilidad. -Mientras decía estas escasas palabras, le agarraba la mano a Hanabi, que la tenía puesta encima de la mesa. Dicho gesto no pasó desapercibido bajo la atenta mirada del Uzumaki.
-Aunque... a lo mejor no llegamos a ser familia. Bueno, ya sabéis cómo son las cosas: Aún sois muy jóvenes, y cuando uno se es tan joven, acostumbra a que nada dure demasiado, como la juventud. Es una metáfora muy curiosa. ¿Verdad? En realidad, todo es efímero, pero nos empeñamos de que dure más para olvidarnos de las desdichas, que, aunque dicen que vienen solas, no vienen solas. Siempre las propiciamos nosotros. Disfrutad de lo vuestro mientras os dure. -Naruto seguía con la suya.
-No deberías decirles esas cosas, Naruto; no seas imbécil. Vas a quitarles la ilusión. -Hinata fue a regañar a su marido, que le salía automáticamente; sin pensarlo.
-Me regañas porque sabes que no digo ninguna tontería, sino la verdad. ¿Y quieres saber el verdadero motivo por el que digo todo esto? Para que no acaben como nosotros. Nos detestamos. Sí, nos tenemos cariño por todo lo que vivimos juntos y por nuestros hijos. Nada más. Si de verdad se aman, no serán como nosotros. Lo tengo claro. -"Mató" a Hinata.
-Eres un miserable. Tendría que caérsete la cara de vergüenza. -Hinata estaba llena de cólera.
-¿A mí? ¿Por qué? Eres tú la que decide continuar con esta farsa. Yo no quiero. Por más que he intentado hacerte entender mediante palabras, acciones, con lo que sea, que no siento lo que tendría que sentir por una esposa, tú te empeñas en inventar algo que no existe, que jamás existió. Por seguir haciéndome sentir un desdichado, la desgraciada eres tú. Si estuviera en tu pellejo, sólo desearía tu felicidad y te dejaría hacer lo que quisieras, pero tú no eres así. Qué va... No cejas en el empeño de decirme cuán mal padre soy y lo pésimo marido que estoy siendo. Pues sí: Lo soy. ¿Qué puedo hacer? Hago una cosa bien y me reprochas cien mil. Y luego el miserable soy yo.
-Naruto, no hables así a mi hermana. Es la última vez que le hablas así. -Hanabi también se enfureció por la situación.
-¿Y tú quién te has creído que eres para hablarme así? No tienes ni idea de lo que ocurre; lo más inteligente que puedes hacer es mantener el pico cerrado y no meterte en donde no te llaman. -El Uzumaki penetraba con sus palabras y mirada en Hanabi, que llegó a sentirse acongojada.
-No se te ocurra volver a hablarle así a Hanabi delante de mí, Naruto. Te arrepentirás, si lo vuelves a hacer. -Al fin, entró Konohamaru, que es lo que deseaba el Uzumaki.
-Arrepentirme, ¿de qué? ¿De qué debería arrepentirme, Konohamaru? Dime tú, que eres tan inteligente... Si alguien tienes todas las de perder eres tú. Además, me he hartado de esta situación. Sígueme, que vamos a tener una charla que deberíamos haber tenido hace mucho tiempo.
Naruto salió por la puerta y Konohamaru tras él. Hanabi e Hinata se quedaron en la mesa, sentadas todavía. Hinata estaba atónita, pues, al fin, había visto cómo, entre los dos, habían matado a su matrimonio, aunque siempre supieron que todo fue una vil mentira. Hanabi se hallaba destrozada al ver tan derrumbada a su hermana, a la par que preocupada por lo que pudiera pasarle a Konohamaru... O no tanto por lo de Konohamaru, sino porque no entendían nada.
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Impensable (Konohamaru x Naruto)
RomanceContinuación de "Por una vez": https://www.wattpad.com/story/205539365-por-una-vez-konohamaru-x-naruto Los personajes pertenecen a su autor (Masashi Kishimoto).