Anormalidad

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Cuando el sol, como de costumbre e involuntariamente, daba los 'buenos días' al alumbrar el mundo, Naruto ya estaba vistiéndose. Konohamaru lo observaba desde la cama; no tenía ganas de levantarse. Además, era muy temprano, ni siquiera el despertador había sonado. Como temía, nuevamente volverían a lo de siempre. Naruto sentía cómo Konohamaru le clavaba incesantemente la mirada. Comprendía el porqué.

-No me mires así, Konohamaru. Tengo que irme a la oficina a trabajar; yo siempre llego antes que todo el mundo para ir adelantando el trabajo. No puedo quedarme sin hacer nada,  y mucho menos aquí. Además, tú también tienes que trabajar. -A ver si así se relajaba el Sarutobi.

-¿Pero te he dicho algo? Tú haz lo que quieras, que yo haré lo que considere también. No voy a ser menos. -Naruto nunca supo muy bien cuándo Konoahamaru se encontraba a la defensiva o no; ya lo "pillaría".

-Muy bien. Bueno, me voy. Nos vemos. -Naruto ni se dignó a mirar a Konohamaru; le daba la espalda mientras se preparaba para salir por la puerta. No quería mirarlo, ya que se encontraba aún desnudo y la tentación era muy grande; deseaba tirarse sobre el cuerpo moreno y fibrado de Konohamaru, pero no debía.

-¿Así te vas a ir? ¿No vas a decir nada? -Naruto lo intuía.

-¿En cuanto a qué? Dime. -El Uzumaki ni se alteraba; el otro, no tanto, pero la intranquilidad lo recomía por dentro.

-No sé... Pues, a lo mejor, ¿que qué le digo a Hanabi? -Preguntó sarcásticamente-. A lo mejor, no le hace mucha gracia que le diga que, anoche, estuvimos juntos tú y y yo en la cama haciendo lo que no le hago a ella. O que me siento como si fuese una puta barata cuando te vas así: Sin decir nada. Ni siquiera me miras, joder. Estás tan acostumbrado a hacer lo que quieres con la gente, que ni te das cuenta del daño que vas causando. -Konohamaru se quería morir, ya que no sabía qué hacer.

-Vayamos por partes: Tú no vas a decirle nada a nadie, ¿te queda claro? Sobre lo de Hanabi, tú verás lo que quieres hacer; no es cuestión mía. Yo no estoy saliendo con ella. Si de verdad te gusta, adelante: Mantén una relación con Hanabi. Si no, déjala; no le hagas perder el tiempo. En cualquier caso, si me haces esa pregunta, he de suponer que no te gusta ella. Entonces, ¿para qué sales con ella? ¿A qué venía todo ese paripé? No es que no quiera estar contigo; solamente qué, como acabo de comentarte, debo irme. Y sí te miro. Te miro sin mirarte, en realidad. Ya sé qué caras pones, cómo eres... Aunque te dé la espalda, mis ojos siempre estarán clavados en ti. Pero no voy a dejar a mi mujer, ni a mi familia. -Tenía que dejar las cosas claras.

-Yo estoy convencido de que si le explicaras todo a Hinata, lo comprendería. ¿No ves que ella también se ha dado cuenta de que lo vuestro no funciona? Es tu amiga. Ganaríais en felicidad, en confianza, si le dijeras todo esto. Serías mejor padre y un mejor amigo con respecto a ella. Hinata debe de estar cansada de tanta farsa. Tenéis que vivir, que prosperar. Seguir adelante; de esta forma, sólo hay un estancamiento. -Naruto sabía que tenía razón.

-Luego entrenas con Boruto y sus compañeros; iré a hacerte una visita para hablar, que tendré más tiempo.

Y se fue por la puerta, pero, antes de irse, sí que miró al Sarutobi, guiñándole el ojo y "regalándole" una sonrisa socarrona. Konohamaru se estiró en la cama y se llevó las manos a la cabeza. No sabía qué hacer. Estaba harto, aunque albergaba alguna esperanza. De momento, ya estaba dispuesto a querer a hablar con él; a tener tiempo. Era un gran avance.

Impensable (Konohamaru x Naruto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora