-Podré parecerte lo que quieras, Konohamaru, pero te garantizo una cosa: No pienso a renunciar a todo lo que tengo por ti, ni por nadie. Bastante sacrificio es no poder ver a mis propios hijos crecer como para que tú me vengas con tus monsergas. Haz lo que te plazca con tu vida. Tú puedes. Sin embargo, me es completamente imposible hacerlo; con esa actitud y predisposición hacia los devenires de la vida, jamás podrás ser Hokage. -Naruto no solía ser tan severo con nadie, pero no podía consentir que Konohamaru fuera más allá con él bajo ningún término.
-Al final, resultará que el poder corrompe de verdad. Está claro que no aprendiste nada, Naruto. Absolutamente, nada. Tú eres Hokage por haber salvado el mundo, por la gente que salvaste; no estás para satisfacer tu ambición de poder. Además, ¿tú para qué quieres tanto poder? Si ni siquiera eres capaz de volver a tu casa con tu mujer, con tus hijos, ya que cada vez que pasas por la puerta, agachas la cabeza, reconociendo lo mal que estás haciéndolo como persona. De poco te sirve ser Hokage, por muy bien como lo hagas, si como persona resultas ser lamentable. Jamás creí que llegaras a ser tan despiadado e hiriente con tus palabras y actos. Antes de desempeñar cualquier cargo, ocúpate de resolver tus problemas. Bastante toxicidad hemos pagado todos, como para que tú vengas a volver a empeorar las cosas. No seas lamentable. -El contraatque de Konohamaru fue aún más duro que el de Naruto, pues lo dejó sin palabras-. Ahora, si eres tan amable, vete de mi casa. Ya has conseguido lo que querías, así que vete. Podrás irte contento, mas has conseguido lo que deseabas. Una vez que has saciado tu apetito, vete. Nuestra amistad ha concluido aquí. A partir de ahora, solamente hablaremos cuando sea necesario; es decir: Por motivos laborales. ¿Te ha quedado claro? -Naruto clavaba su mirada en la de Konohamaru. Pese a que sus ojos azules eran como una estampa del mar; ahora, parecían que era el mismísimo infierno de toda la rabia que estaba conteniendo al recibir las duras palabras del Sarutobi. Aun así, se mantenía callado-. Te he hecho una pregunta. Contesta. -Konohamaru era severo como no lo había sido nunca.
-Como desees. De todos modos, no creo que contigo fuera capaz de arreglar algo.
Naruto se disponía a salir por la puerta, pero Konohamaru lo detuvo una última vez:
-Y no te olvides de una cosa: Tenemos que hablar sobre Boruto, así que esta tarde me acercaré a la oficina. Y me da igual la excusa que pongas esta vez para que no podamos reunirnos porque pienso ir sí o sí. Si tengo que enfrentarme a tu seguridad o a ti mismo, créeme que lo haré.
-No abuses de la confianza y aprecio que te tengo. Tengo unos límites y estás pasándolos; a mí nadie me habla así. Qué cómodo es decirlo mientras se es jonnin y tienes que liderar a un equipo de críos. Ya hablaremos; voy a quitarte esa comodidad a base de bien.
Y Naruto salió por la puerta dando un portazo. Todo lo que le pasaba por la cabeza no era nada bueno, incluso él mismo se sorprendía. Reconocer la razón de otra persona, es como una puñalada. Sobre todo, cuando no puedes desear a quien te desea. No porque no quiera, sino porque no debe.
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Impensable (Konohamaru x Naruto)
RomanceContinuación de "Por una vez": https://www.wattpad.com/story/205539365-por-una-vez-konohamaru-x-naruto Los personajes pertenecen a su autor (Masashi Kishimoto).