Si señores, llegamos a nuestro penúltimo capítulo.
EL P E N Ú L T I M O.
Ay por Dios, se siente irreal.
Mi primera historia a terminar desde que decidí renovar mi perfil, y se que muchas más vendrán.
Espero les guste, dejen sus especulaciones. Traigan sus palomitas, sus nachos, alisten sus lentes y prepárense porque el final de este viaje «Matrimonio a la Renta», está cerca.
Más cerca de lo que piensan.
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—¿Ya te has decidido por el sabor del pastel, querida? Porque yo ya le he dado una probada a todos y están buenísimos, pero mi favorito fue el de zanahoria sin duda alguna.
«Debería estar en casa llamando a mamá como loca. Tal vez si ve que soy insistente lo reconsidere»
—Cariño
«¿O no? Si simplemente lo hago y luego aparezco, ¿Se molestará más?»
—Emilia.
«Mierda, me hablan»
—¿Huh?
—Cariño, te pregunto por el sabor del pastel. Ana está esperando que des una respuesta— Ana, la dulce Ana de los pasteles.
Si tan sólo se dieran de cuenta que no le había dado ni el primer bocado a algún platillo.
—Cualquiera está bien por mi, están buenísimos todos Ana. Enserio te has lucido con esto— Miento y pongo en el rostro mi mejor sonrisa sin embargo mi respuesta no le alegra a mi suegra, porque de inmediato pone su mano en mi antebrazo y me lanza una de esas sonrisas de qué carajo estás haciendo.
—Que linda eres Emi, pero tienes que escoger uno de estos. Eres la novia, aprópiate de ese papel querida. Ya pronto serás una VH y las mujeres en nuestra familia son muy imponentes así que tienes que familiarizarte.
Asiento y prefiero no protestar, pues el hecho de que a última hora Elizabeth hubiese decidido intervenir en los preparativos para que no todo fuese un completo desastre, me traía agradecida.
—Vale— Con sutileza, doy un vistazo a todos los platos muy ligeramente y de inmediato el del bizcocho más oscuro atrapa mi mirada. Era fan número uno de todo lo que engordase con potencia así que el chocolate era siempre la opción segura —, Creo que el de chocolate fue el que más me gustó, estuvo brutal.
—Eh, Emi—
Ana la de los pasteles asiente y anota en su libretica. Me da una cálida sonrisa y con delicadeza después de escribir, toma el plato del bizcocho marrón y lo acomoda frente a mí.
—Es mejor que lo pruebes dos veces, así estaremos segura de tu elección— Me guiña el ojo y se pone erguida en su silla dándome una mirada prevenida.
«Mierda, he sido descubierta»
—Claro— Murmuro y tomo la cucharilla de la mesa sin mayor premura o acción para que Elizabeth no me notara demasiado. Con el utensilio, rompo el bizcocho en un pequeño pedazo y atrapando algo de crema batida en el bocado, me llevo el metal a la boca deleitando mis sentidos con el dulzón intenso del chocolate y la acidez balanceante de los trozos de fresa que habían dentro del bizcocho —, Sí, sin duda alguna este es el mejor.
—Pero querida, Noah no es un gran fan del chocolate en los pasteles. ¿No deberías tomar eso en consideración?
—¿Cómo dices?— Paso entero y la miro tomada fuera de base. Su tono había sugerido que eso era algo que yo debía saber —, ¿A Noah no—
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Matrimonio a la renta
RomanceEmilia Moore se ha quedado sin plaza en donde vivir, no tiene un buen salario para costear un apartamento ella sola y si no consigue plaza pronto, tendrá que regresar a su pequeña ciudad renunciando a su beca. Noah Von Housen lo tiene todo, el din...