21.

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21. (1//2)

Al caer la noche del sábado, mi cuarto es invadido por la presencia de Lorelei quien había llegado desde muy temprano para hurgar en mi nuevo armario en busca del perfecto outfit para el toque de los amigos de Blake, sin embargo teníamos un pequeño problemita que estaba haciendo que Lorelei estuviese a punto de derramar la gota gorda a través de los ojos.

La panza de Lolo había de repente decidido empezar a crecer de forma desmedida durante los últimos días, contrario a lo que había sucedido durante los primeros meses. Eso, la estaba trayendo loca.

—Vale ya está. Usare una bolsa de basura, es en lo único que quepo— Exclama ofuscada nivel Dios, al ver que el tercer par de vaqueros negros que se probaba no le cerraban del todo. 

Antes de que pudiese destruir algo en un desbalance hormonal, dejo las brochas con las que estaba terminando de aplicar el maquillaje en mi rostro y salgo del marmolado baño, encontrándome a una Lorelei aún en bata.

—Vamos a encontrar algo Lolo, hoy estamos para divertirnos no para estresarnos— Con los pies descalzos, camino sobre la acolchada alfombra de mi cuarto y empiezo a hurgar entre mi armario a través de las opciones posibles para mi embarazadísima amiga. Cualquier cosa que fuese negra y estirase mucho parecían ser la alternativa más indicada —. Lo tengo.

Tomo un blusón negro de estampados amarillos muy chic y se lo extiendo. Con algún cintillo blanco y unas buenas zapatillas el blusón resultaría siendo el outfit perfecto para una noche de fiesta casual con amigos.

—No me veré tan hermosa como tú pero puede funcionar— Renegada toma la prenda de mis manos y se quita la bata una vez más. Mientras ella se pone a la tarea de probarse la prenda, regreso al baño para finalizar mi improvisado maquillaje de ojos ahumados para la noche.

Hacía mucho que no salía en plan —Construir una vida social— por lo que la velada de esta noche me traía de buen humor. Si bien la situación era algo extraña, mis amigos eran muy recientes y mi novio falso aún no encontraba la manera de como tratarme todo el tiempo sin ser exagerado o coquetear demás, el plan se escuchaba prometedor y quería enfocar mi energía en divertirme.

Porque lo necesitaba.

—Amiga parezco un costal de papas, un costal de papas negro con un poco de mostaza encima.

Dice quejumbrosa de nuevo, apareciendo junto a mí en el baño mientras señala el estampado juvenil de la camisa que en lo personal me agradaba bastante.

—Eres el costal de papas más hermoso que han visto mis ojos— Respondo honesta. No me gustaba escucharla hablar de sí misma de esa manera despectiva —.Con un cintillo acentuamos tu cintura de avispa y ya está.

—¿Un cintillo? ¿Con mi barriga de embarazada? ¿Crees que es buena idea?

—Esa barriga no se puede ocultar con nada Lorelei— Lo obvio la molesta. Pero verla con pancita me estaba causando mariposas en la boca del estómago —. Deja de ser tan quejumbrosa que Lolita se va a enfadar de tanto escuchar tus ñoñerías.

—Pues Lolito me trae enfadada a mí— Baja la mirada a su respingado abdomen y exclama —. ¿Por qué estás creciendo tan rápido crío? Dime que he comido para que de repente te chispees y empieces a crecer como si no hubiese un mañana.

—Se llama gestación. Es lo normal que suceda, que el crío crezca.

—Pues que sea medido, porque no quiero una cabeza de medio metro saliendo por mi vagina y desgarrándome hasta el orto. ¿Vale?— De nuevo desvía la mirada de mí y la baja hasta su vientre —. ¿Me estás escuchando? No debes rasgarle ninguna parte del cuerpo a tu mami, o me tendrás resentida muchos años.

Matrimonio a la rentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora