Matrimonio a la renta

35.

Shan shan shan.

New chapter.

Love you guyssss.

Resubido por problemas técnicos.

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—Ya has revisado todo cinco veces, no es como si por primera vez en mi vida me fuese a quedar sola.

—Sólo reviso no dejarte sin nada vital. Igual, si algo te sucede o necesitas de algo sólo llama a Hellen y ella vendrá a abastecerte de lo que necesites.

—O yo puedo hacer la compra.

—Sólo prométeme que te vas a cuidar— Implora entrando como un loco controlador a requisar la cocina.

—¿Por qué estás tan estresado? Sólo estarás de viaje unos cuantos días.

El esperado, no tan esperado, día en el que Noah se marchaba a Alemania había finalmente llegado. La charla en ese extenso jardín con Charlie había sido un punto de quiebre para mí en todo sentido. Lo único en lo que podía pensar mi cabeza cada vez que miraba a Noah a los ojos era qué tal vez el el hombre que estaba frente a mí y que ahora le decía te amo me podía haber estado utilizando durante todos estos meses, envolviéndome en una mentira de la cual yo no había dado consentimiento.

Era las mas fuerte de las posibilidades pero mi corazón quería creer lo contrario.

—Pero es la primera vez que nos separamos desde que te conozco y no me gusta eso— Vuelve a revisar los estantes una vez más, enumerando las cajas de cereal que dejaba en la alacena de las cuales seguramente no me iba a comer ni un tercio —, ¿Ya tienes tu paga de este mes?

A pesar de que ahora estábamos juntos enserio, Noah había continuado acreditándome con el pago pactado desde un inicio. No me iba a negar a recibir ese dinero, menos cuando mis padres habían empezado a tener una mejor calidad de vida desde que había empezado a enviarles más dinero sin embargo la pregunta incomodaba, me hacía sentir como una facilota.

—Ya está en mi cuenta. Todo está en orden Noah— Insisto con mi bolso en la mano. Junto a él, yo también debía marcharme "camino a la universidad" pero el hombre se negaba a marcharse sin dejar todo en su lugar para mí.

Al chequear una vez más que por el grifo del lavamanos el agua corriese, detiene finalmente su ajetreo y se apoya contra la encimera con los hombros encogidos, recuperando el aire y nivelando la ansiedad que había estado manifestando.

—Todo estará bien Noah, no tienes que preocuparte— Me acerco a su espalda y acaricio su espina dorsal. Beso su hombro aprovechando la posición y murmuro a su oído una vez más que todo va a estar más que bien sin prometérselo por supuesto, porque de lo que resultase hoy dependía básicamente todo nuestro futuro —, Puedes irte tranquilo, solucionar lo que necesitas, descrestar a tu padre y entonces volverás aquí conmigo e iremos juntos al baile de élite. ¿No suena eso como un plan?

Sus ojos pardos se posan en mí y asiente en un gesto más tranquilo. Se separa del mostrador y abalanza sus manos hasta mi cuerpo, poniéndome entre sus piernas mientras su espalda se apoya en la encimera.

—Me vas a hacer mucha falta— Asegura —, ¿Estás segura que no puedes viajar conmigo a Alemania? Hay espacio en el avión para unas cuántas personas más.

—A pesar de que la idea de compartir unas cuantas horas con mi suegro en un avión suena más que encantadora, en realidad no puedo. Debo ir a recoger mis notas a la universidad y no puedo faltar a una sola clase de Murphy, sería la muerte para mí.