6.

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Emilia's POV

Ese día al llegar a casa, fui directo a mi cuarto con computadora en mano dispuesta a encerrarme durante horas. Para mí sorpresa, por primera vez en mucho tiempo no me apetecía escuchar la opinión de Lorelei sobre este tema pues ya creía conocer lo que me diría. Si alguien me preguntara como me sentía, diría que me sentía completamente abrumada. En sí, recordar todo lo que había sucedido en ese apartamento me revolvía el estómago y para colmo de males las distintas voces en mi cabeza buscaban llevarme al borde del colapso. Todas disyuntaban entre sí, tenían opiniones diferentes pero sí tenían un objetivo en común: Volverme loca.

En más de una ocasión, tuve que levantarme de mi cama para verme en el espejo. Pellizcar mi brazo y verificar que todo esto no se trataba de sólo un extraño sueño, y decía extraño porque aún no sabía si era algo malo o bueno.

Al parecer el chico de los ojos bonitos, Noah Von Housen ya conocía todo sobre mí gracias a un majo investigador. Pues bien, ahora era mi momento de investigar quién era este hombre con el investigador más capacitado y eficaz del mundo.

La web.

Al teclear Noah Von Housen en el motor de búsqueda, obtenía toda una página llena de fotos del muchacho tomadas por terceros y noticias bastante jugosas con encabezados comprometedores como: " Empresario Noah Von Housen es arrestado por disturbios en una discoteca" "Noah Von Housen es visto en Bali, con súper modelo"  "Noah Von Housen golpea a fotógrafo"

Madre mía, el chico era toda una súper estrella de los escándalos. A pesar de que me sentía bastante atraída a los vistosos encabezados, prefería empezar a buscar información más decente y útil como sus datos personales, su familia y la empresa.

Absorta entre el computador y mis notas, ignoro el hecho de que Lorelei golpea la puerta entrando con una pequeña caja en la mano.

— Hey. — Murmura, distrayendo mi atención del computador hasta ella — Adivina qué llegó.

Bate la pequeña caja en el aire, haciendo que el aroma golpee mis fosas.

— Pollo. — Le sonrió, hago un espacio en mi cama para que se siente junto a mí y así lo hace. Deja la caja de pollo en el centro, la abre y un delicioso aroma a salsa buffalo invade el ambiente — No sabes lo mucho que te aprecio Lolo.

Dejo mis notas de lado, y extiendo mi mano agarrando una presa de la sabrosa caja. Llevo la pequeña piernita de pollo a mi boca, y mis neuronas estallan en un extasis por el exquisito sabor.

— Vaya, estás haciendo tu propia investigación. — Menciona Lorelei dándole un vistazo a mis notas y a la pantalla del computador — Bien, ¿qué tienes hasta ahora?

Pregunta, por más que quisiera manejar esto en solitario Lorelei no me lo permitiría.

— Todo lo que dijo en el apartamento es cierto. Todo sobre su familia, su correcto hermano, la empresa... — Respondo, mientras repaso mi libreta — Lo único que se le olvido mencionar, es su afición a las buenas mujeres y a los problemas.

Maniobrando para no manchar la computadora, regresó a la página principal del buscador y le muestro a Lorelei todos los cabezales de las distintas noticas. Ella se acerca, lee y retrocede sorprendida.

— ¿Quién carajos tienes que ser para aparecer en la web?

— Yo me pregunto exactamente lo mismo. — Saboreo un trozo de proteína en mi boca. — ¿Sabías que el tipo tiene sólo 23 años, ya es graduado de la universidad, tiene un MBI y ya trabaja en la empresa familia? Ídolo. 

Lorelei asiente asimilando toda la información que le estoy brindando, sin embargo no tarda mucho en hacer la pregunta importante.

— Entonces, ¿qué piensas hacer Emi? — Cuestiona haciendo que el pollo en mi mano deje de tener sabor. Dejo la comida de un lado e incómoda respondo honesta.

Matrimonio a la rentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora