Decidí que voy a empezar a poner mis notas de autor al inicio. Hay mucha gente empezando a leer esta historia, si dedican un segundo a darle like gracias me alentarían.
#MartesDeMatri
———————————————————21. (2/2)
Al pedir ocho vasos de la famosa bebida que me había traído adicta desde el primer sorbo, el barman al otro lado de la barra me mira como si estuviese senil y me advierte que con los siguientes dos vasos empezaría a hablar árabe fluido.
—No, no es sólo para mí. Es para esos de allá— Señaló agraciada al grupo de des adaptados que parecía ahora charlar sanamente a unos cuantos metros de nosotros, y la expresión del barman se suaviza. Ofrece llevarles la bebida con un mesero del lugar y feliz agradezco la ayuda, puesto que así me otorgaba unos cuantos minutos para hablar con el humeante Noah en privado —Oye.
Intento llamar su atención, pero este estaba tan absorto en sus blancos nudillos que mi voz pasa en blanco por su cerebro.
—Basta Noah, no le permitas verte así de afectado— Lo tomo por el antebrazo y le obligo a mirarme. Apenas sus ojos pardos se posan en mí, veo en su mirada la ira que traía.
Que tanto le había podido hacer esa chica para que su presencia lo lastimase tanto cada vez que aparecía .
—Vinimos para divertirnos, ¿no es así?— Asiente pero continúa sin musitar palabra —. Entonces hagámoslo, ignora su presencia y ya está Noah.
Exhala fuertemente y se cubre ambos ojos con una sola mano, frotándose el rostro evidentemente frustrado. El barman muy pertinente deja nuestros dos tragos sobre la barra así que tomo el suyo, se lo extiendo esbozando la mejor de mis sonrisas y él mira a mi otra mano, la cual sostenía mi trago, bastante divertido.
—En una hora más vas a estar como una cuba Em, que te la tomes suave he dicho— Intenta arrancar la bebida de mi mano pero lo alejo antes de que lo logre —. Emi.
Sonrió con pillería.
—Ahora no seas tú el controlador señor Von Housen, venga sólo bebe y ya está— Pongo el trago a su lado de la barra y él lo analiza. Mira de reojo el espacio entre la bebida y yo unas cuantas veces y luego de varios segundos, finalmente se empina la bebida.
Cuando su copa queda vacía, le imitó y hago lo mismo sintiendo el trago bajar por mi garganta cada vez con más facilidad. Con más suavidad.
—No te voy a cuidar si te emborrachas.
—Ya deja de decir lo mismo Noah, no me voy a embriagar he dicho— Devuelvo la copa vacía al bar y estiro mi mano hasta alcanzar la de Noah, la estrujo entre la mía y lo obligo a prestarme toda su atención —. Vamos a divertirnos como colegas. Si tan sólo te pillo viboreando con esa mujer, me voy a otro lugar con Blake.
Suelta una risotada fingida.
—Vale, creo que eso de amenazarme se ha convertido en tu pasatiempo favorito. Con qué lo hubieses pedido ya estaba— Deja unos cuantos billetes sobre la barra y vuelve a tomar mi mano, nos arrastra fuera de la multitud y nos regresa hasta donde se encontraba la tropa charlando —. ¿Vamos al frente o qué?
El castaño no espera respuesta de ninguno y vuelve a jalonearme por toda la terraza, esta vez en dirección a la la tarima del DJ con toda la tropa siguiéndonos. Cómo había pasado en el bar, Noah empuja gente fuera de nuestro camino sin importar las malas miradas y sin ningún altercado, logra hacernos un espacio en la línea del frente a unos escasos metros de la cabina.
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Matrimonio a la renta
RomanceEmilia Moore se ha quedado sin plaza en donde vivir, no tiene un buen salario para costear un apartamento ella sola y si no consigue plaza pronto, tendrá que regresar a su pequeña ciudad renunciando a su beca. Noah Von Housen lo tiene todo, el din...