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Nuevo capítulo mis amores. ¡Se está poniendo tan intenso todo que no sé qué hacer! ¡Maigad!

Pregunta sería. ¿Les está gustando a donde está yendo el final de la historia? ¿Que es lo que esperan que suceda?

Ahora, otra pregunta aún más importante. ¿Ya agregaron mi segunda historia a sus bibliotecas? ¿La están leyendo? Ya vamos por el tercer capítulo y Ana y Raphael las esperan!

Recuerden, se llama «Sobre el Ring» y está disponible en mi perfil. Vayan a leerla también.

¡Espero les guste! Besos.

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"Escuché que Harry se va a casar, que buena nueva. Por fin esta familia crecerá un poco"

"Ya se veía venir. Esos dos son tan hechos el uno para el otro que el matrimonio era inevitable"

"¿La chica que está con Noah? ¿Es su prometida?"

"Escuché que el compromiso de Noah se rompió. Lo que no me sorprende, ese chico daña cualquier cosa que toca"

"Agradezcámosle al cielo que Harry se va a casar primero que Noah. ¿Se imaginan a Noah como vicepresidente de la compañía? Nuestra familia se iría al estanco en dos días"

"¿Él enserio aspiraba llegar a la vicepresidencia? —Risa malévola —, Que buen chiste me has hecho saber hoy. Ese crío solo sirve para dos cosas: Para existir y para cagar la existencia de los demás"

"Gracias a Dios que está familia es como una monarquía. Una vez Harry llegue a la vicepresidencia, su hermano no tocará el poder jamás. Estamos salvados"

A medida que la noche avanzaba, el ambiente se ponía cada vez más pesado. Por lo menos, para nosotros.

Con algo de ligero licor encima y con la jovialidad yendo en ascenso, las personas a nuestro alrededor se empezaban a sentir más alegres lo que las hacía hablar de más sin siquiera notar nuestra presencia a sus costados. Sus tíos, sus primos, sus conocidos e incluso totales extraños compartían el mismo tema de conversación una y otra vez sin remilgo alguno mientras coincidencialmente pasamos por su costado: Harry y Noah.

Y lo fantástico que era Harry y lo inservible que era Noah.

En un alrededor de tres horas, había logrado escuchar todo tipo de comentarios. Ninguno muy bueno pero unos tan crueles que me hacían mirar a Noah como esperando que se quebrase en mil pedazos sin embargo este, fingía hacerse el de los oídos sordos y me hacía la plática como si no hubiésemos escuchado hacia solo un instante que él sólo servía para cagarle la existencia a los demás.

Así el pudiese manejarlo e ignorarles, yo no podía evitar sentir ira subírseme por la espina dorsal.

—¿Ves ese cuadro de allá?— Como decía. Él gustaba hacerse el de los oídos sordos y apenas oíamos algún comentario despectivo de él, me hacía virar a otro lado cambiando el tema de conversación como si eso fuese a atraer mi atención lo suficiente —, Fue pintando en 1800's, y esa de ahí es la reina Isabel II.

Dice brillantemente, lo que me hace verle sorprendida.

—¿Cómo es que sabes tantas cosas? ¿Acaso has preparado un monólogo para esta noche?— Me burlo, lo que le hace sonreír.

Matrimonio a la rentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora