46. Juicio

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Abraham

Me encontraba realmente nervioso en este momento, el juicio contra el padre de Sol se estaba realizando ahora mismo y me habían convocado como testigo y según Scarlett tendría que ser cuidadoso con mis palabras porque cualquier cosa que diga se puede utilizar en mi contra y eso me terminaría afectando gravemente. Quería evitar aquello a toda costa. Ya sabía qué decir y qué no, sin embargo, jamás había hablado frente tanto público y menos en un juicio.

Mi madre estaba a mi lado al igual que mi padre, mi hermano y Gigi quienes también son testigos cruciales del caso.

-El Señor Abraham Castillo, pase en frente, es hora de escuchar su testimonio. -el juez mencionó en voz alta y tuve que tragar en seco. Mamá me apretó el hombro y me dio una mirada bastante tranquilizadora, con eso tomé el valor de finalmente avanzar hasta el estrado.

-¿jura hablar solemnemente con la verdad? -me preguntó uno de los fiscales mientras mi mano permanecía en una biblia.

-juro hablar solo con la verdad. -dije en voz alta y así pudimos proceder.

-así que cuéntanos, cómo es que te comenzaste a involucrar en la vida de la pequeña, ¿cómo la conociste? -me pidió y sentí todas las miradas sobre mí, tomé aire de la manera más profunda posible y comencé a hablar.

-una tarde de verano hace unos meses ella apareció en la cafetería donde trabajo. Creí que se había perdido, estaba llorando y al preguntarle qué pasaba, dijo que su padre la dejó en el auto, que se bajó a ver si su padre ya iba a salir del bar en que se metió y al querer regresar al coche, éste se había cerrado, entonces accedí a que se quedara hasta que el hombre llegara. -dije en muy resumidas palabras y el lugar se quedó en silencio unos segundos.

-¿ese día presenciaste algo inusual?

-sí, cuando el hombre llegó, la trató de una manera muy brusca.

-¿a qué te refieres cuando dices "de manera brusca"?

-llegó gritando molesto y la lanzó al suelo mientras le pedía que se fueran.

-y... ¿cómo es que te convertiste en su "tutor"?

-ella dijo no ir a la escuela, que solo había tenido un tutor quien al parecer renunció, se me ocurrió de inmediato la idea y se la propuse al hombre.

-¿él te pagaba por enseñarle algo?

-no señor, ese fue parte del trato, que fuesen gratuitas.

-¿tú tienes algún certificado para enseñar?

-no, señor, solo le enseñaba con lo que sabía y con lo que leía en los libros que utilizaba...

-En el informe también dice que la llevaste al hospital bastante débil, ¿cómo sucedió aquello?

-ella asistió como todos los días a sus tutorías y se veía realmente mal. La revisé y vi los moretones que tenía y de repente perdió la conciencia e hice lo que debía. Aunque no fue la primera vez que llegó al lugar con algún golpe.

-y dices que su padre lo provocó.

-sí, señor.

-ahora hablemos del asunto de llevártela a casa de tus padres en vez de devolverla con sus encargados legales. ¿Sí sabes que eso se puede categorizar como un secuestro a pesar de haberla sacado del hospital con una autorización legal? -arqueó una de sus ya canosas cejas y se acomodó sus gafas.

-estoy consciente de ello pero lo hice por su bien, no iba a permitir que la volviera a dañar después de lo grave que estuvo. Este hombre es un monstruo y necesitaba hacer algo al respecto y por esa razón realicé mi denuncia con toda la evidencia que tenía a mano. -dije firme y vi al padre de Sol sentado observándome directamente.

-aún sigue siendo semejante a un secuestro, eso podría llevarte preso al menos por un par de meses y además tienes a muchas personas involucradas, entre ellas, tus padres. -me dijo y sentí cómo el aire me comenzó a faltar. Scarlett me había advertido de esto y creí estar preparado mentalmente para escuchar esas palabras, no obstante, mi imaginación era muy diferente a la realidad.

Mi madre apretaba sus labios nerviosa y bastante preocupada, mi padre estaba en un estado similar. El pecho me dolía, no había medido bien las consecuencias e involucré a mucha gente en esto, pero no me iba a quedar callado, debía seguir con el plan anteriormente formulado para poder ganar el juicio y acabar de una vez por todas este problema.

-asumo toda la culpa con respecto a eso, ellos no hicieron nada, yo ideé y llevé a cabo el plan así que si alguien es culpable de ello, soy yo señor y me abstendré a las consecuencias por mí mismo, no diré que ellos no fueron participes, pero yo soy el que se merece la culpa, si tengo que estar preso, lo haré aunque tenga en cuenta que lo hice por el bien de Sol, nunca tuve malas intenciones al llevármela. -solté de golpe y mi pecho se alivió ligeramente de la presión que había sentido hace un momento.

-comprendo la situación, todo está muy claro aquí y según la entrevista realizada a la pequeña hace un par de días, estuvo en óptimas condiciones lo cual te podría salvar de cualquier condena que se te podría realizar. -el tipo se acomodó en su asiento y bajó los papeles de sus manos. -sin embargo, hay mucho más de lo cual discutir como la vez que entraste a la casa, ¿cómo fue eso?

-solo entré por la puerta trasera y tomé lo necesario para poder mantener a Sol en mi hogar, no hurté ni toqué nada más.

-disculpe su señoría, hay alguien aquí que también quiere dar su testimonio. -André habló. Lo volteé a ver sentado en frente del jurado junto a Scarlett y luego visualicé a Maribel, con su ya medio crecido vientre entre el público. Su rubia cabellera colgaba en sus hombros y traía algunos papeles en manos los cuales fueron entregados al juez de inmediato. Éste leyó aquellos papeles con rapidez y devolvió la mirada hacia ella.

-al parecer le solicitaron venir hace poco y ya que estamos cortos de tiempo antes de nuestra decisión final, le pido que diga lo que tenga que decir. -le pidió y asintió de inmediato.

-Sol no fue la única que recibió maltrato de parte de él. Llegó a golpear a mi esposo y a mí mientras se encontraba bajo los efectos del alcohol y quería dañar a Sol. Nosotros como los encargados de su cuidado solo intentábamos defenderla pero también se nos abalanzó en muchísimas ocasiones, por eso renuncié aunque me doliera en el alma dejar a la pequeña sola pero mi embarazo estaba en un estado muy crítico y cualquier cosa podría llevarme a tener un aborto espontaneo. Estuve el último mes en cama y aún sigo bastante delicada, sin embargo me atreví a venir porque quiero que este hombre reciba lo que se merece. -confesó y sentí la conmoción entre el público.

Ni siquiera yo sabía que Maribel estaba tan delicada con el asunto de su embarazo.

-muchas gracias, tomaremos un descanso mientras el juzgado toma la decisión final. -golpeó el martillo de madera contra la mesa y así dimos por pausado el juicio.

Scarlett me pidió salir con ella mientras que los murmullos de la gente comenzaban a incrementar su volumen impidiendo hablar con tranquilidad.

-André ya conoce perfectamente cómo son los juicios de su padre y dice que las probabilidades de perder son mínimas, todavía hay esperanza además el abogado de Ricardo no ha objetado en largo rato, eso es buena señal. -me dijo sonriente. -lo hiciste bien allá en frente, Abraham.

-gracias aunque solo seguía el plan. -formé una pequeña sonrisa en mis labios y de repente me sentí muy sereno.

-a este paso pueda que quedes libre de cualquier cargo en tu contra, lo máximo que te pueden dar es un par de horas de servicio comunitario sin embargo, él si irá a la cárcel su buen par de años.

-si llegáramos a perder... ¿qué sucedería? -me atreví a preguntarle.

-ella volverá con Ricardo o se la llevarán a un orfanato, aunque a este paso si llegase a aparecer algo en mi contra, se pospondría el juicio y se haría otra sesión, sin embargo es muy poco probable.

-esperemos lo mejor. -le dije y nuevamente sonrió mientras asentía con la cabeza.

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